El Remanente De Israel
Con esta Senal venceras
Xριστου-Christo
SECCION II — LA BESTIA QUE SUBE DEL MAR
El siguiente gran enemigo que se presenta a nuestra consideración
es la Bestia que sube del Mar (Apocalipsis 13 :1): “Y yo me
paré,” dice Juan, “sobre la arena del mar, y vi una bestia subir
del mar.” Las siete cabezas y los diez cuernos de esta bestia,
como los del gran dragón, demuestran que esta potestad es esencialmente
la misma bestia, pero que ha ocurrido un cambio circunstancial.
En el antiguo sistema babilónico, después del culto
al dios del fuego, surgió rápidamente el culto al dios del agua o
del océano. Como primeramente el mundo estuvo en peligro de
ser incendiado, así también ahora estaba en igual peligro de ser
inundado. En la historia mejicana se dice que así ocurrió realmente.
Primero, dicen ellos, fue destruido por el fuego, y después
fue destruido por el agua.82 En la mitología druida existe el
mismo relato, pues los bardos afirman que la terrible tempestad
de fuego que partió en dos la tierra, fue seguida rápidamente por
el estallido del lago Llion, cuando las aguas del abismo salieron
a borbotones e “inundaron el mundo.”83 En Grecia nos encontramos
con la misma historia. Diodoro Sículo nos dice que, en
los primeros tiempos, “un monstruo llamado Egides, que vomitaba
fuego, apareció en Frigia; la conflagración, propagándose
desde allí, incendió todos los bosques hasta la India; luego, retrocediendo,
pasó rápidamente por las selvas del Monte Líbano,
y se extendió hasta Egipto y Africa; por fin, Minerva la detuvo.
Los griegos recuerdan bien esta CONFLAGRACION y el DILUVIO
que la siguió.”84 Ovidio también hace una clara alusión al
mismo hecho del culto al fuego, seguido rápidamente por el culto
al agua, en su fábula de la transformación de Cicno. El repre-
82 HUMBOLDT, Investigaciones, vol. II. pp. 21, 23.
83 DAVIES, Los Druidas, Nota en la p. 555, comparada con la p. 142.
84 DIODORO, lib. III. cap. 4, p. 142.
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Lo Que Usted Debe Saber
senta al rey Cicno,amigo intimo del Faetón y, por tanto, del culto
al fuego, y como fue que, después de la muerte de su amigo,
sintiendo odio por el fuego, y teniéndole temor al elemento contrario,
es decir, al agua, fue convertido en cisne.85 En la India,
el gran diluvio, que ocupa un lugar tan destacado en su mitología,
tiene evidentemente el mismo significado simbólico, aunque
la historia de Noé esté mezclada con él, pues fue durante el
diluvio cuando se recuperaron “los Vedas perdidos,” o libros
sagrados, por medio del gran dios en forma de PEZ. La “pérdida
de los Vedas” había tenido lugar, evidentemente, en aquella misma
época terriblemente desastrosa para los dioses, ya que, según
los Puranas, un gran enemigo de ellos, llamado Durgu, “abolió
todas las ceremonias religiosas, y los brahmanes, por temor,
abandonaron la lectura de los Vedas.... el fuego perdió su fuerza,
y las aterradas estrellas se ocultaron de la vista;”86 en otras palabras,
cuando fueron suprimidos la idolatría, el culto al fuego y el
culto a las huestes del cielo. Cuando retornamos a la propia
Babilonia, allí también encontramos substancialmente el mismo
relato. En Beroso, la ocurrencia del diluvio tiene lugar después
de la época de Aloro, o “dios del fuego,” es decir, de Nimrod, lo
que demuestra que allí también el diluvio fue algo simbólico.
De ese diluvio emergió Dagón, el dios-pez, o dios del mar. El
origen del culto a Dagón, como lo demuestra Beroso, se fundamentaba
en una leyenda sobre un remoto período del pasado,
cuando los hombres estaban hundidos en la barbarie, y emergió
del Mar Rojo, o Golfo Pérsico, una BESTIA LLAMADA OANES,
mitad hombre y mitad pez, que civilizó a los babilonios, ense-
85 Ille relicto
.......................................................
Imperio, ripas virides, amnemque querelis
Eridanum implerat, silvamque sororibus auctam,
.................................. nec se coeloque Jovique
Credit, ut injuste missi memor ignis ab ello,
Stagna petit, patulosque lacus; ignemque perosus,
Quae colat, elegit contraria flumina flammis.
Metam., lib. II. v. 369-380, vol. II. pp. 88, 89. El lector observará la ambigüedad de
colat que significa tanto “adorar” como “habitar.”
86 COLEMAN, La Mitología Hindú, p. 89.
373
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
ñándoles artes y ciencias, e iniciándolos en la política y en la
religión.87 Este culto fue introducido por los mismos que, con
excepción de Nimrod, por supuesto, habían seducido al mundo
con el culto al fuego. Mientras que, sin duda, en los ocultos
Misterios que entonces se establecieron, se profesaba, en primera
instancia, la más grande antipatía por el proscrito culto al fuego,
se buscaba recuperar la influencia y el poder mediante representaciones
de las terribles escenas del diluvio, en las cuales se
presentaba a Noé con el nombre de Dagón, el dios-pez, escenas
en la cuales la familia humana no podía dejar de sentir un profundo
interés, tanto por la naturaleza del acontecimiento como
por su relación con el segundo padre de la raza humana. Los
inventores de tales Misterios vieron que si podían hacer solamente
que los hombres regresaran a la idolatría en cualquiera de
sus formas, pronto podrían explotar esa idolatría, así como restablecer
substancialmente el mismo sistema que había sido abolido.
Fue así como, tan pronto como estuvo preparado el camino
para ello, Tamuz fue presentado como el que se había inmolado
por el bien de la humanidad. Se hizo la distinción entre las
serpientes buenas y las serpientes malas, una de esas clases representada
como la serpiente de Agatodemón, o la divinidad
buena, y la otra, como la serpiente Cacodemón, o el maligno.88
Fue fácil, entonces, llevar gradualmente a los hombres a que
creyeran que, a despecho de todas las apariencias en contra,
Tamuz, en lugar de ser el protector del culto a la serpiente, realmente
era el gran enemigo de Apofis, la gran serpiente maligna
que envidiaba la felicidad de la humanidad; y que, de hecho, él
era la misma simiente de la mujer, que estaba destina a herir la
cabeza de la serpiente. Mediante la metempsicosis era bastante
fácil identificar a Nimrod con Noé, y hacer ver que el gran patriarca,
en la persona de su descendiente predilecto, había condescendido
bondadosamente a encarnarse de nuevo como Dagón,
para que él pudiera hacer volver a la humanidad a las bendiciones
que había perdido cuando se había dado muerte a Nimrod.
87 BEROSO, lib. I. p. 48.
88 WILKINSON, vol. IV. pp. 239 y 412. En Egipto, el Ureo, o el Cerastes, era el dios
serpiente, el Apofis, el maligno.– (WILKINSON, vol. V. p. 243).
374
Lo Que Usted Debe Saber
Lo cierto es que Dagón fue adorado en los Misterios caldeos
dondequiera que ellos se establecieron, con un doble carácter
que representaba tanto al uno como al otro.89
En el sistema anterior, la gran forma de purificación había sido
por medio del fuego. Ahora era el agua la que iba a purificar a
los hombres. Fue entonces cuando empezó la doctrina de la
regeneración bautismal, relacionada como hemos visto, con el
paso de Noé por las aguas del diluvio. Fue entonces cuando
empezó la reverencia por los pozos, por los lagos, por los ríos
sagrados, que van a encontrarse dondequiera que existan en la
tierra; rastros de esto van a encontrarse no sólo entre los parsis,
quienes, junto con el culto al fuego, también adoraban a
Zereparenkard, o Mar Caspio,90 y entre los hindúes, que adoran
las aguas purificadoras del Ganges, al que consideran como el
gran pasaporte para ir al cielo, por lo que dejan que sus parientes
moribundos se ahoguen en sus corrientes; así también se ve hoy
día en toda su fuerza la reverencia general por los pozos sagrados
en la Irlanda papista, y por las peregrinaciones anuales al
lago Dergh para lavar los pecados en sus aguas benditas, y que,
evidentemente, también perdura entre nosotros en la superstición
popular sobre las brujas, lo que se aprecia en el verso de
Burns:
“En agua corriente ellas maldicen la cruz”
¡Tánto por el culto al agua! Sin embargo, en asocio con el culto
al agua, pronto reapareció el culto al fuego. Ambos modos de
purificación estaban asociados en los Misterios. Aunque la capacidad
para regenerar seguía estando en el bautismo con agua,
la purificación por medio del fuego se consideraba indispensable,
91 y muchísimo tiempo después de haberse declarado la regeneración
bautismal, los niños se hacían pasar todavía “por el
fuego para Moloc.” Esta doble purificación tanto por el fuego
89 DAVIES, Los Druidas, p. 180. Davies identifica a Noé con Baco.
90 WILSON, La Religión Parsi, pp. 192, 251, 252, 262, 305.
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Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
como por el agua, se practicó en México entre los seguidores de
Wodan.92 Igualmente era una práctica común entre los antiguos
paganos romanos;93 y, con el paso del tiempo, tanto el culto al
fuego como el culto a la serpiente de Nimrod, que habían sido
abolidos, se restablecieron casi en todas partes dentro del mundo
pagano, con todas sus antiguas abominaciones, además de
muchas otras.
Cuando se restableció firmemente el culto al dios del mar, habiéndose
eliminado toda oposición, por formidable que hubiera
91 El nombre de Tamuz, aplicado a Nimrod o a Osiris, equivalía a Aloro, el “dios del
fuego,” y parece que le había sido dado como el gran purificador por el fuego. Tamuz se deriva de tam, “perfeccionar,” y muz, “fuego,” y significa “El fuego perfeccionador,”
o “El fuego que perfecciona.” A este significado del nombre, así como al carácter de
Nimrod como Padre de los dioses, alude el verso zoroastriano cuando dice: “Todas
las cosas son la progenie de UN FUEGO. El PADRE perfeccionó todas las cosas, y
las entregó a la segunda mente, a quien todas las naciones del mundo llaman la primera.”
– (CORY, Fragmentos, p. 242). Aquí se dice que el Fuego es el Padre de todo;
porque se dice que todas las cosas son su progenie, y también se le llama el
“perfeccionador de todas las cosas.” La segunda mente es, evidentemente, el niño
que fue desplazado por la imagen de Nimrod como objeto de culto; sin embargo, la
acción de Nimrod como el primero de los dioses, y el dios del fuego, se tenía como
indispensable para la “perfección” de los hombres. Y de aquí también, sin duda, la
necesidad del fuego del Purgatorio para “perfeccionar” las almas de los hombres al
final, y purificarlas de los pecados que hubieran llevado consigo al mundo invisible.
92 HUMBOLDT, Investigaciones, vol. I. p. 185.
93 OVIDIO, Fastos, lib. IV. ll. 794, 795, vol. III. p. 274. No era poco interesante para
mí, después de ser llevado por estricta inducción desde la evidencia circunstancial a
la conclusión de que la purificación por el fuego se derivó del culto al fuego de Adón
o Tamuz, y que la purificación por medio del agua tiene que ver con el diluvio de
Noé, para encontrar una aseveración clara en Ovidio, en el sentido de que esa era una creencia real en la Roma de sus días. Después de mencionar, en el pasaje a que me refiero antes, varias razones fantasiosas para la doble purificación por el fuego y por el agua, él concluye de esta manera: “Por mi parte, no creo en ellas; hay algunos (sin embargo) que dicen que la una pretende conmemorar a Faetón, y la otra, el diluvio de Deucalión.”
Sin embargo, si alguien pensara todavía en forma diferente a eso, en el sentido de que el culto a Noé se habría mezclado en el mundo antiguo con el culto de la Reina del Cielo y su hijo, que abra sus ojos a lo que tiene lugar en la Italia de hoy día [en 1856]
con respecto al culto de ese patriarca y de la Reina del Cielo. Lo siguiente, que me
fue enviado bondadosamente por Lord John Scott, confirma los puntos de vista expuestos
en estas páginas, y apareció en el Morning Herald, Oct. 26, 1855: “UN ARZOBISPO
ORA AL PATRIARCA NOE.– EL PAPADO EN TURIN.– Durante varios
años consecutivos la cosecha de uva había sido destruida casi completamente en
Toscana, como consecuencia de una enfermedad generalizada. El Arzobispo de
Florencia ha concebido la idea de detener esta plaga, ordenando oraciones para ser
ofrecidas no a Dios, sino al patriarca Noé; y acaba de publicar una colección que
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Lo Que Usted Debe Saber
sido, también se le adoró como el gran dios de la guerra que,
aunque habiendo muerto por el bien de la humanidad, ahora se
había levantado de nuevo, y era absolutamente invencible. En
memoria de esta nueva encarnación, se celebraba en la Roma
pagana el “Natalis Solis invicti,” “el natalicio del Sol invencible”
94 el 25 de diciembre que, por otra parte, se convertiría en el
Día de Navidad. Igualmente hemos visto que el mismo nombre
del dios romano de la guerra era justamente el nombre de Nimrod,
pues Marte y Mavors, los dos nombres bien conocidos del dios
romano de la guerra eran, evidentemente, sólo las formas romanas
del caldeo “Mar” o “Mavor,” “el Rebelde.”95 Así, terrible e
invencible, era Nimrod cuando reapareció como Dagón, la bestia
del mar. Si el lector pone atención a lo que se dice en Apocalipsis
13:3,4 verá exactamente lo mismo: “Y vi una de sus
cabezas como herida de muerte, y la llaga de su muerte fue curada;
y toda la tierra maravillada, siguió a la bestia. Y adoraron al
dragón que había dado potestad a la bestia, y adoraron a la bestia,
diciendo: ¿Quién es semejante a la bestia, y quién podrá lidiar
con ella?” Tal es, en todos los aspectos, la analogía entre el
lenguaje de la profecía y el antiguo símbolo babilónico.
contiene ocho formas de súplica, dirigidas a este distinguido personaje del pacto antiguo.
‘¡Santísimo patriarca Noé!’ es el lenguaje de una de estas oraciones, ‘que te
empleaste tú mismo en tu larga carrera como cultivador de la vid, y gratificaste a la
raza humana con esa preciosa bebida, que alivia la sed, restaura el vigor, y alegra el
espíritu de todos nosotros, dígnate mirar nuestras vides que, siguiendo tu ejemplo,
hemos cultivado aquí; y, mientras las contemplas mustiarse y arruinarse por esa desastrosa visitación, que antes de la vendimia, destruye el fruto (como severo castigo por las muchas blasfemias y otros pecados enormes que hemos cometido), ten compasión de nosotros, y póstrate delante del alto trono de Dios, quien ha prometido a
Sus hijos los frutos de la tierra, y abundancia de trigo y de vino, suplícale en nuestro
favor; prométele en nuestro nombre que, con la ayuda de la gracia divina, abandonaremos
los caminos del vicio y del pecado, que ya no abusaremos de Sus dones sagrados,
y observaremos escrupulosamente Su santa ley, y la de nuestra santa Madre, la
Iglesia católica, etc.’ La colección concluye con una nueva oración, dirigida a la
Virgen María, que es invocada con estas palabras: ‘¡Oh, inmaculada María, mira
nuestros campos y viñedos! Y, si te parece que merecemos tan gran favor, detén, te lo suplicamos, esta terrible plaga que, infligida por nuestros pecados, hace estériles nuestros campos, y priva a nuestras vides del honor de la vendimia, etc.’ La obra tiene una
viñeta que representa al patriarca Noé presidiendo las labores de la vendimia, así
como una notificación del Arzobispo, concediendo una indulgencia de cuarenta días
a todos los que reciten devotamente las oraciones en cuestión.– “Christian Times.”
En vista de tal grado de paganismo como éste, quiera el noble Señor ya mencionado observar que, seguramente, aquí está el mundo vuelto al revés, ¡y se ha restaurado inequívocamente el culto del antiguo dios Baco!
377
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
Entonces, ¿encontramos algo que se corresponda con esto en la
historia religiosa del Imperio romano después de la caída de su
antiguo paganismo? Evidentemente, y en muchos conceptos.
No bien se hubo abolido legalmente el paganismo, con la consiguiente
extinción del fuego de Vesta y el desalojo de la antigua
serpiente de la sede del poder, donde se había sentido segura
durante tanto tiempo, cuando puso en práctica los medios más
enérgicos para reconquistar su influencia y su potestad. Viendo
que la persecución del cristianismo no servía por sí sola para
destruir a la iglesia simbolizada por la Mujer vestida del sol,
cambió de plan (Apocalipsis 12:15): “Y la serpiente echó de su boca
tras la mujer agua como un río, a fin de hacer que fuese arrebatada
del río.” Aquí, el símbolo es verdaderamente notable. Si se
hubiera tratado del dragón de fuego, se habría esperado que fuera
representado, según los mitos populares, vomitando fuego tras
la mujer. Pero no es así. Fue un río de agua lo que él arrojó de
su boca. ¿Qué podría significar esto? Como el agua salió de la
boca del dragón, eso podría significar doctrina, falsa doctrina,
por supuesto. Pero, ¿no hay algo más específico que esto? Una
simple ojeada al antiguo símbolo babilónico mostrará que el agua
que sale de la boca de la serpiente tiene que ser el agua de la
regeneración bautismal. Fue precisamente en la época en que
se abolió el antiguo paganismo cuando la doctrina de la regeneración
de los hombres mediante el bautismo, que había estado
obrando en la Iglesia desde antes, amenazó con propagarse como
un diluvio sobre la faz del Imperio romano.96 Fue entonces, precisamente,
cuando nuestro Señor Jesucristo empezó a ser llamado
popularmente Ichthys, es decir, “el Pez,”97 identificándolo
claramente con Dagón. A fines del siglo cuarto, y de allí en
94 GIESELER, vol. II. p. 42, Nota.
95 Los griegos escogieron como su dios de la guerra a Arioch o Ario, el nieto de
Nimrod.– (CEDRENO, vol. I, pp. 28, 29).
96 Desde el año 360 D.C., aproximadamente, hasta la época del emperador Justiniano,más o menos, en el año 550, tenemos evidencia tanto de la promulgación de esta doctrina, como del profundo hueco que iba a dejar al fin entre los cristianos profesos.Ver GIESELER, vol. II., segunda parte, “El Culto Público,” p. 145.
97 AGUSTIN, De Civitate, lib. XVIII. cap. 23, vol. IX. p. 665.
378
Lo Que Usted Debe Saber
adelante, se enseñó que aquel que hubiera sido lavado en la fuente
bautismal, con eso había nacido de nuevo, y había sido purificado
como la nieve virgen.
Este río no solamente sale de la boca de Satanás, la antigua serpiente,
sino de la boca de aquel que llegó a ser reconocido por
los paganos de Roma como la cabeza visible del antiguo paganismo
romano. Cuando se suprimió el culto al fuego, vimos que
el oficio de Pontifex Maximus, el jefe de ese paganismo, fue
abolido. Esa era la “herida de muerte” de la cabeza del Dragón
de fuego. Pero no bien había recibido la cabeza esta herida de
muerte, cuando empezó a sanar de nuevo. En el término de pocos
años, el título pagano de Pontífice había sido abolido, pero
fue revivido, y eso por el mismo Emperador que lo había abolido,
otorgándoselo, con todas sus implicaciones paganas, al Obispo
de Roma98 quien, de allí en adelante, llegó a ser el gran agente
para derramar sobre la cristiandad profesa, primero la doctrina
de la regeneración bautismal, y luego, todas las demás doctrinas
del paganismo, provenientes de la antigua Babilonia. Cuando
le fue otorgado al Obispo de Roma este título pagano, no lo
fue como un título carente de honor, sino como un título al que
estaba unido un formidable poder. Extensas regiones de Occidente
en Galia no menos que en Italia estaban sometidas a la
autoridad del Obispo de Roma en su nuevo carácter como Pontífice,
asociado “con cinco o siete obispos más” como sus consejeros,
sus obispos e, incluso, con metropolitanos de iglesias
foráneas; y a quienes se negaban a someterse a sus decisiones
pontificales99 les eran impuestos castigos civiles. El riesgo para
la causa de la fe y de la justicia fue grande cuando el Obispo de
Roma fue investido con tal poder por autoridad imperial, siendo
98 Código Teodosiano, lib. XVI. tit. 1, ley 2. Ver también ley 3. El lector observará
que mientras únicamente al Obispo de Roma se le llama Pontífice, las cabezas de las demás iglesias se llaman simplemente “Obispos.”
99 Edicto de Graciano en respuesta a la petición del Concilio romano, en GIESELER,
vol. I. segunda parte, div. 1 cap. 3, “La Jerarquía en Occidente,” p. 434, Nota 12. Ver
también BOWER, “Dámaso,” 378 D.C. Para las peticiones del Concilio romano ver
Ibid. vol. I. p. 209. Este decreto fue anterior al decreto del Código ya mencionado,
decreto que aparece también en el nombre de Valentiniano y Teodosio, así como en el de Graciano, que los había asociado con él.
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Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
además un obispo tan dispuesto a entregarse a la propagación de
la falsa doctrina. Sin embargo, a pesar de ser un peligro tan
formidable, la verdadera Iglesia, la Esposa, la esposa del Cordero
(hasta donde esta iglesia se encontraba dentro de los límites
del Imperio de Occidente), fue maravillosamente protegida.
Durante un tiempo, esta iglesia fue salvada del peligro no solamente
por la fragosidad montañosa donde muchos de sus devotos
miembros encontraron un refugio, como ocurrió con los
jovinianos, los vigilancios, y los waldenses, y con fieles como
ellos, en medio de los desiertos de los Alpes Cocianos y de otras
apartadas regiones de Europa, pero no fue sólo por una pequeña,
sino por una notable intervención de la Divina Providencia en
su favor. Esta intervención está contenida en estas palabras (Apocalipsis
12:16): “Y la tierra abrió su boca, y subió el río que había
echado el dragón de su boca.” ¿Qué significa el símbolo de “la
tierra abrió su boca”? En el mundo físico, cuando la tierra abre
su boca se produce un terremoto; y un “terremoto,” según el
lenguaje figurado del Apocalipsis, como lo admiten todos, significa
precisamente una gran convulsión política. Cuando examinamos
la historia del período en cuestión, encontramos que el
hecho concuerda exactamente con la prefiguración; y que poco
después de que el Obispo de Roma se convirtiera en Pontífice y,
como tal, se dedicara celosamente a introducir el paganismo en
la Iglesia, empezaron esas convulsiones políticas en el Imperio
civil de Roma, convulsiones que no cesaron en modo alguno
hasta cuando se resquebrajó y se hizo pedazos la armadura de
ese Imperio. Pero para esto, el poder espiritual del papado tenía
que haberse establecido firmemente sobre todas las naciones de
occidente, mucho antes del tiempo en que lo hizo realmente. Es
evidente que inmediatamente después de que Dámaso, el Obispo
de Roma, recibió su poder pontifical, la “apostasía” profetizada
(1 Timoteo 4 :3), en lo que concernía a Roma, se difundió
ampliamente. Entonces “prohibirán casarse100 y mandarán apartarse
los hombres de las viandas.”101 Entonces, con una doctrina
artificial del pecado, se inculcó también una santidad artificial,
100 El celibato del clero fue decretado por Siricio, Obispo de Roma, en el año 385
D.C. – (GIESELER, vol. I. segunda parte, div. I. cap. 4, “Monaquismo,” vol. II. p. 20;
y BOWER, Vida de los Papas, vol. I. p. 235).
380
Lo Que Usted Debe Saber
y se le hizo creer al pueblo que toda persona bautizada era necesariamente
regenerada. Si el Imperio Romano de Occidente
hubiera permanecido bajo el mando de un jefe civil, el Obispo
de Roma, respaldado por ese jefe civil, podría haber infectado
muy pronto todas las partes de ese Imperio con la corrupción
pagana que él se había dedicado, evidentemente, a propagar.
Considerando la crueldad102 con que fueron tratados los
jovinianos y todos los que se opusieron a las doctrinas paganas
con respecto al matrimonio y a la abstinencia por parte del Obispo
de Roma con el favor del poder imperial, puede verse fácilmente
cuán graves hubieran sido las consecuencias para la causa
de la verdad en el Imperio de Occidente, si a este estado de
cosas se le hubiera permitido seguir su curso natural. Pero entonces
intervino el Gran Señor de la Iglesia. La “sublevación de
los godos,” y el saqueo de Roma por Alarico, el godo, en el año
410 D.C., le dio al Imperio romano el golpe que produciría el
completo resquebrajamiento y la extinción de su poder imperial
en el año 476 D.C. Por tanto, aunque en cumplimiento de la
política inaugurada previamente, el Obispo de Roma fue reconocido
formalmente por un edicto imperial del año 415 D.C.
como “Cabeza de todas las iglesias de Occidente,” y se les ordenó
a todos los obispos “guardar y observar como ley todo lo que
le pluguiese ordenar o decretar al Obispo de Roma;”103 las sublevaciones
del imperio, y la extinción poco después del mismo
poder imperal, anuló grandemente los desastrosos efectos de este
edicto. Entonces, la “tierra abrió su boca,” en otras palabras, el
resquebrajamiento del Imperio Romano en tantas soberanías independientes,
fue benéfico para la verdadera religión, y evitó la
avalancha del error y de la corrupción, que tenía su fuente en
Roma, y hubiera fluido tan rápido y tan lejos como lo hubiera
hecho de otra manera. Cuando en los distintos países, muchas
voluntades diferentes substituyeron a la voluntad única del Em-
101 Contra el uso de la carne y el vino, ver lo que se dice en la misma época por
Jerónimo, el gran abogado del papado.– (JERONIMO, Adv. Jovin., lib. II. todo el
libro, vol. I. pp. 360-380).
102 Ver BOWER, “Siricio,” vol. I. p. 256.
103 BOWER, vol. II. p. 14.
381
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
perador, en la cual se apoyaba el Soberano Pontífice, su influencia
se vio neutralizada grandemente. “Bajo estas circunstancias,”
dice Gieseler, refiriéndose a la influencia de Roma en los
diferentes reinos en los que se había dividido el Imperio, “bajo
estas circunstancias, el Papa no podía intervenir directamente en
los asuntos eclesiásticos; y su comunicación con la iglesia establecida
en el país, dependía enteramente de la voluntad real.”104
El papado superó por fin los efectos del terremoto, y los reinos
de Occidente se vieron sumergidos en ese río del error que salió
de la boca del dragón. Pero el derrocamiento del poder imperial
en los momentos en que apoyaba tan celosamente el despotismo
espiritual de Roma, le dio a la verdadera Iglesia de Occidente un
prolongado período de relativa libertad que, de otro modo, no
podría haber disfrutado. Las Edades del Oscurantismo llegarían
pronto, y las tinieblas se habrían hecho más densas, a no ser por
los godos y los vándalos, y por las conmociones políticas que
acompañaron sus irrupciones. Ellos hicieron su aparición para
ser el azote de una comunidad apóstata, no para perseguir a los
santos del Altísimo, aunque éstos también pudieran haber sufrido
ocasionalmente en medio de la desgracia común. La mano
de la Providencia se pudo ver claramente en esto, y la tierra abrió
su boca y ayudó a la mujer en un momento tan crítico.
Pero volvamos al memorable período en que el título pontifical
le fue concedido al Obispo de Roma. Las circunstancias en que
ese título pagano le fue otorgado al papa Dámaso eran tan poderosas
que no podrían haber constituido una pequeña prueba para
la fe y para la integridad de un hombre mucho mejor que él.
Aunque el paganismo estaba abolido legalmente en el Imperio
de Occidente, sin embargo, todavía era exuberante en la ciudad
de las Siete Colinas, hasta el punto de que Jerónimo, que la conocía
bien, lo llama “el vertedero de todas las supersticiones,”105
al escribir sobre Roma en este mismo período. La consecuencia
de esto fue que, mientras en cualquier otra parte del Imperio, el
decreto imperial sobre la abolición del paganismo fue acatado,
104 GIESELER, vol. II. segunda parte, div. II. e. 6 “Las Naciones Germanas,” p. 157.
105 Comentario en la Epístola a los Gálatas, IV. 3, tom. III. p. 138, col. 1.
382
Lo Que Usted Debe Saber
en la propia Roma fue, en gran medida, letra muerta. Símaco, el
prefecto de la ciudad, y las familias patricias más encumbradas,
así como el populacho, eran seguidores fanáticos de la antigua
religión; y, por tanto, el Emperador juzgó necesario, a despecho
de la ley, tolerar la idolatría de los romanos. El lector puede
darse cuenta de cuán fuerte era la influencia que el paganismo
tenía en la ciudad imperial, incluso después de que se extinguió
el fuego de Vesta, y las vestales se vieron privadas del sostenimiento
estatal, por las siguientes palabras de Gibbon: “La imagen
y el altar de la Victoria fueron removidos ciertamente del
edificio del Senado; pero el Emperador evitaba pasar cerca de
las estatuas de los dioses que se exponían a la vista del público.
Todavía quedaban cuatrocientos veinticuatro templos o capillas
para satisfacer la devoción del pueblo, y en cada barrio de Roma,
la sensibilidad de los cristianos era ofendida por el humo de los
sacrificios idólatras.”106 Así de fuerte era el paganismo en Roma,
aun después de que el Senado le quitara su apoyo en el año 376
D.C. Pero veamos lo que ocurrió sólo unos cincuenta años
después. El nombre de paganismo había desaparecido casi por
completo, tanto que el joven Teodosio, en un edicto publicado
en el año 423 D.C., emplea estas palabras: “Los paganos que
quedan, aunque ahora podemos creer que no hay ninguno.”107
Son muy sorprendentes las palabras de Gibbon con relación a
esto. En tanto que admite plenamente que, a pesar de las leyes
imperiales en contra del paganismo, no se impusieron “penas
específicas” a “los sectarios que aceptaban crédulamente las fábulas
de Ovidio, y rechazaban obstinadamente los milagros del
Evangelio,” manifiesta su sorpresa por la rapidez del cambio
que tuvo lugar entre los romanos al pasar del paganismo al cristianismo.
“La ruina del paganismo,” dice él – y la época de que
habla está comprendida entre el año 378 D.C., el año en que el
Obispo de Roma fue hecho pontífice, hasta el año 395 D.C. –
“La ruina del paganismo, en tiempos de Teodosio, es quizás el
único ejemplo de la total extirpación de cualquier superstición
antigua o popular; por tanto, puede merecer que se le considere
106 Declinación y Caída, cap. XXVIII., vol. V. p. 87.
107 Código Teodosiano, XVI. 10, 22, p. 1625.
383
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
como un acontecimiento singular en la historia de la mente humana...
.” Después de referirse a la apresurada conversión del
Senado, prosigue de esta manera: “El ejemplo edificante de la
familia Anicia [al abrazar el cristianismo] fue imitado pronto
por el resto de la nobleza... . Los ciudadanos que subsistían por
sus propios medios, y el populacho, que era sostenido por la
liberalidad pública, llenaban las iglesias de Letrán y del Vaticano
con una incesante muchedumbre de devotos prosélitos. Los
decretos del Senado que proscribían el culto de los ídolos, eran
ratificados por el consentimiento unánime de los romanos; el
esplendor del capitolio estaba estropeado, y los solitarios templos
estaban abandonados a la ruina y al menosprecio. Y Roma,
se sometió al yugo del Evangelio... . La generación que hizo su
aparición en el mundo después de la promulgación de las leyes
imperiales, FUE ATRAIDA al seno de la Iglesia católica; y la
caída del paganismo fue tan RAPIDA y tan SUAVE, que sólo
veintiocho años después de la muerte de Teodosio [el viejo], los
casi imperceptibles y nimios vestigios ya no eran visibles para el
ojo del legislador.”108 ¿Cómo puede explicarse esta grande y
rápida conmoción? ¿Fue porque la Palabra del Señor se difundió
libremente y fue glorificada? ¿Qué significado tenía el nuevo
aspecto que había empezado a tomar entonces la Iglesia de
Roma? En la misma proporción en que el paganismo había desaparecido
por fuera de la Iglesia, en esa misma proporción hizo
su aparición dentro de ella. Las vestiduras paganas para los sacerdotes,
las fiestas paganas para el pueblo, las doctrinas e ideas
paganas de toda índole se pusieron de moda en todas partes.109
El testimonio del mismo historiador que nos ha hablado tan
concluyentemente sobre la rápida conversión de los romanos a
la profesión del Evangelio, no es menos concluyente en este
punto. En su relato sobre la Iglesia romana, bajo el título de
“Introducción de las Ceremonias Paganas,” dice así: “Como el
único límite de los objetos religiosos era el que le imponía la
imaginación, de los ritos y de las ceremonias paganas se introdujeron
aquellos que parecían más poderosos para impresionar
108 Declinación y Caída, cap. XXVIII., vol. V. pp. 90-93, y p. 112.
109 GIESELER, vol. II. pp. 40, 45.
384
Lo Que Usted Debe Saber
los sentidos del vulgo. Si Tertuliano o Lactancio hubieran resucitado
repentinamente de entre los muertos a principio del siglo
quinto para asistir a la fiesta de algún santo o mártir popular,
habrían contemplado con asombro e indignación el espectáculo
profano que había reemplazado al culto puro y espiritual de una
congregación cristiana. Tan pronto como se abrieran las puertas
de la iglesia, les habría disgustado el humo del incienso, el perfume
de las flores y el resplandor de las lámparas y velas, que
difundían a medio día una iluminación fastuosa, superflua y, en
su concepto, sacrílega.”110 Gibbon tiene mucho más sobre el
mismo asunto. ¿Puede creer alguien que esto haya sido accidental?
No. Era, evidentemente, el resultado de una política sin
escrúpulos, de la cual hemos visto tantísimos ejemplos de parte
del papado111 en el curso de esta investigación. El papa Dámaso
vio que, en una ciudad entregada predominantemente a la idolatría,
si él iba a mantener puro e íntegro el Evangelio, tenía que
estar dispuesto a cargar con la cruz, a suscitar el odio y la mala
voluntad, y a soportar las dificultades como buen soldado de
Jesús, el Cristo. Por otra parte, él no podía dejar de considerar
igualmente que si llevaba el título en torno al cual durante tantos
siglos se habían aglutinado las esperanzas y los afectos del paganismo,
y les daba razón a sus seguidores para que creyeran
que él estaba dispuesto a obrar de acuerdo con el espíritu original
de ese título, podría contar con popularidad, engrandecimiento
y gloria. Entonces, ¿cuál sería la opción que escogería probablemente
Dámaso? El hombre que llegó al obispado de Roma
como ladrón y saqueador, pasando por encima de los cuerpos
muertos de cerca de un centenar de sus opositores,112 no podía
dudar sobre la opción que elegiría. El resultado demuestra que
él actuó de acuerdo con su carácter y que, al asumir el título
pagano de Pontifex, se había comprometido a cualquier sacrificio
de la verdad ante los ojos de los paganos, para justificar sus
110 Declinación y Caída, cap. XXVIII., vol. V. pp. 121 y siguientes.
111 Gibbon admite claramente esto. “Debe ser confesado ingenuamente,” dice él,
“que los ministros de la Iglesia católica imitaron el modelo profano que estaban tan
impacientes por destruir.”
112 BOWER, Vida de los Papas, vol. I., “Dámaso,” pp. 180-183 inclusive.
385
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
pretensiones a ese título como representante legítimo de su larga
sucesión de pontífices. No queda posibilidad de suponer ninguna
otra cosa, teniendo en cuenta los hechos. También es evidente
que él y sus sucesores fueron ACEPTADOS con ese carácter
por los paganos que entraron en tropel a la Iglesia romana, y al
congregarse en torno al nuevo Pontífice, no cambiaron ni su credo
ni su culto, sino que, junto con ellos, trajeron ambos al seno
de la Iglesia. El lector ha visto cuán completa y perfecta es la
copia del antiguo paganismo babilónico que, con el patrocinio
de los papas se ha introducido en la Iglesia romana. El ha visto
que el dios al que adora el papado como el Hijo del Altísimo, es
adorado no solamente, a pesar del mandato divino, bajo la forma
de una imagen hecha, como en los días del paganismo, por arte e
invención del hombre, sino que se la han asignado atributos que
son lo contrario de aquellos que corresponden al Salvador misericordioso,
además de aquellos que se le asignaban a Moloc,
el dios del fuego, o a Alá Mahozim, “el dios de las fortificaciones.”
113 El ha visto que, al mismo tiempo en que el Obispo
de Roma era investido con el título pagano de Pontifex, al Salvador
empezó a dársele el nombre de Ichtys, o “el Pez,” identificándolo
así con Dagón, el dios-pez;114 y que, desde entonces,
avanzando paso a paso, según lo permitían las circunstancias, lo
que se conoce por el nombre de el culto de Cristo, sólo ha sido el
culto de esa misma divinidad babilónica con todos sus ritos, pompas,
y ceremonias, exactamente como ocurría en la antigua
Babilonia. Por último, ha visto que el Soberano Pontífice de la
así llamada Iglesia cristiana de Roma tuvo tanto éxito con el
título que se le otorgó a fines del siglo cuarto, como para ser
honrado, tal como lo ha sido durante siglos, con los mismos
“nombres de blasfemia” dados originalmente a los antiguos pontífices
babilónicos.115
Si se comparan las circunstancias en que el Papa accedió a todas
estas alturas del poder y de la arrogancia blasfema, como lo pro-
113 Ver Capítulo Cuarto, Sección II.
114 El mismo Baco fue llamado por el mismo nombre de “Ichthys.” – (HESIQUIO, p.
179).
386
Lo Que Usted Debe Saber
fetizado por Daniel que, por necesitar de la verdadera clave, nunca
se ha entendido, creo que el lector verá como se ha cumplido
literalmente esa predicción en la historia de los papas de Roma.
La predicción a la cual me refiero es la que tiene que ver con lo
que comúnmente se conoce como el “Rey testarudo,” como se
le describe en Daniel 11:36, y en los versículos siguientes. Se
admite en todas partes que ese “Rey testarudo” es un rey que
surge en tiempos del Evangelio, y dentro de la cristiandad, pero
se ha supuesto generalmente que se trata de un Anticristo infiel,
que se opone no solamente a la verdad, sino también al papismo,
y a todo lo que tenga que ver con el cristianismo. Sin embargo,
dejemos que la predicción sea leída a la luz de los hechos que
hemos analizado, y se verá cuán diferente es el asunto: “Y el rey
hará a su voluntad; y se ensoberbecerá, y se engrandecerá sobre
todo dios; y contra el Dios de los dioses hablará maravillas, y
115 El lector que haya visto la primera edición de esta obra, se dará cuenta de que, en el anterior razonamiento, no encuentro nada sobre el nombramiento hecho por Graciano del Papa como Pontífice, con autoridad directa sobre los paganos, como se hizo en esa edición. Esto no es porque yo no crea que tal nombramiento se hizo, sino porque,actualmente, queda alguna obscuridad sobre el asunto. Barcroft Boake, un erudito ministro de la Iglesia de Inglaterra en Ceilán, cuando me informó, en este país, de sus investigaciones sobre el asunto, me hizo dudar para sostener que hubiera alguna autoridad formal dada por Graciano al Obispo de Roma sobre los paganos. Al mismo tiempo, todavía estoy convencido de que la aseveración original era substancialmente cierta. El fallecido Sr. Jones, en la Revista de la Profecía, no sólo se refiere al Apéndice del Código Teodosiano, como prueba de tal nombramiento, sino que, como aclaración
de las palabras del Código, sostiene en términos claros que había un concurso
para el oficio de Pontífice, y que había dos candidatos, uno era el pagano Símaco, que anteriormente había sido diputado de Valentiniano, y el otro era el Obispo de Roma.–(Revista Trimestal de la Profecía, Oct. 1852, p. 328). No puedo saber sobre la autoridad
del Sr. Jones para esta aseveración; pues ella es tan circunstancial, que no puede
ponérsela en duda fácilmente sin impugnar la veracidad de quien la ha hecho. He
encontrado que el Sr. Jones se equivoca en varios puntos, pero no en una equivocación
de esta naturaleza; y el carácter del hombre no da lugar a tal suposición. Además,
el lenguaje del Apéndice no permite fácilmente otra interpretación. Pero, aun
cuando no hubiera nombramiento formal del Obispo Dámaso para un pontificado
extensivo a los paganos es claro, sin embargo, que, por el decreto de Graciano (la
autenticidad del cual se acepta por el meticuloso Gieseler), él fue convertido en la
suprema autoridad espiritual del Imperio de Occidente en todos los asuntos religiosos.
Por tanto, cuando en el año 400 D.C., los sacerdotes paganos eran, por motivos
políticos, “reconocidos como empleados públicos” por el Emperador cristiano de
Occidente, (Código Teodosiano, XII. 1, ad POMPEJANUM Procons. Africa, p. 1262),
estos sacerdotes paganos estaban, necesariamente, bajo la jurisdicción del Obispo de Roma, pues entonces no existía ningún otro tribunal, excepto el suyo para la determinación
de todos los asuntos que tenían que ver con la religión. En el texto, sin embargo,
no hago alusión a esto. El argumento, como creo que lo admitirá el lector, es
suficientemente decisivo sin ella.
387
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
será prosperado, hasta que la ira sea acabada, porque hecha está
la determinación. Y del Dios de sus padres no se cuidará, ni del
amor de las mujeres; ni se cuidará de dios alguno, porque sobre
todo se engrandecerá.” Así, en grado superlativo, estas palabras
hacen una descripción exacta del papado con su soberbia, su
blasfemia, y su celibato y virginidad obligatorios. Pero las palabras
que siguen, cualquiera que sea el sentido que los comentaristas
les hayan atribuido, hasta ahora se ha encontrado que no
son susceptibles de hacerlas concordar o con la teoría de lo que
el Papa se proponía, o con cualquier otra teoría. Sin embargo,
dejemos que sólo sean interpretadas literalmente, y comparadas
con la historia papal, y todo será claro, consecuente y armonioso.
El inspirado profeta ha dicho que aparecerá alguien en la
Iglesia de Cristo que no sólo aspirará a un lugar preeminente,
sino que lo alcanzará realmente, y que “hará su voluntad,” es
decir, que su voluntad suprema se impondrá aun en contra de
toda ley humana o divina. Si este rey va a ser un pretendido
sucesor del pescador de Galilea, la pregunta que surge naturalmente
es la de ¿cómo pudo ser posible que él tuviera alguna vez
los medios para alcanzar un poder tan descomunal? Las palabras
que siguen dan una clara respuesta a esa pregunta: “Ni se
CUIDARA116 de dios alguno, porque sobre todo se engrandecerá.
MAS honrará en su lugar al dios Mauzim (Alá Mahozim, el
dios de las fortalezas), dios que sus padres no conocieron, lo
honrará con oro y plata, y piedras preciosas y con cosas de gran
precio. Y con el pueblo del dios ajeno que conocerá, hará fortalezas
fuertes117 [para sí mismo], ensanchará su gloria; y los hará
señores sobre muchos, y repartirá la tierra por precio.” Esta es
la profecía. Esto es exactamente lo que ha hecho el Papa. El
autoengrandecimiento ha sido siempre el gran principio del papado;
y al engrandecerse, fue solamente al “dios de las fortalezas”
al que él honró. Introdujo el culto de este dios en la Iglesia
romana, y al hacerlo así, convirtió lo que de otra manera habría
sido una fuente de debilidad para él, en la misma torre de su
116 El lector observará que no se dice que él no adorará a ningún dios; lo contrario es evidente, sino que él no se cuidará de ninguno, pues su propia gloria está en su más alta meta.
117 La palabra aquí es la misma que arriba significa “fortificaciones.”
388
Lo Que Usted Debe Saber
fortaleza, poniendo en práctica el mismo paganismo de Roma,
por el cual estuvo rodeado el baluarte de su poder. Una vez que
se comprobó que el Papa estaba dispuesto a adoptar el paganismo
bajo nombres cristianos, los paganos y los sacerdotes paganos
serían sus más sinceros y fieles defensores. Y cuando el
Papa comenzó a ejercer el poder señorial sobre los cristianos,
¿quiénes fueron los hombres que él recomendaría – que él promovería
– que él ascendería al honor y al poder? Precisamente a
aquel mismo pueblo más devoto al “culto de un dios ajeno,” que
él había introducido en la Iglesia cristiana. La gratitud y el propio
interés conspiraron por igual para esto. Los jovinianos, y
todos los que se opusieron a las ideas y a las prácticas paganas
fueron excomulgados y perseguidos.118 Sólo fueron favorecidos
y promovidos aquellos que adhirieron sinceramente a la apostasía
(y nadie lo podía hacer mejor que los paganos auténticos).
Tales hombres fueron enviados en todas direcciones desde Roma,
incluso hasta Gran Bretaña, para restaurar el reinado del paganismo
- y fueron enaltecidos con títulos eminentes, y se dividieron
las tierras entre ellos, y todo esto “en provecho” de la sede
romana, para convertirlo en “dinero de San Pedro” desde los
confines de la tierra para el Romano Pontífice. Pero se dice
además que el rey engrandecido honraría a un “dios que sus padres
no conocieron, con oro y plata, con piedras preciosas.” El
principio de la transubstanciación es incuestionablemente un
principio babilónico, pero no hay evidencia de que tal principio
se aplicara de la misma manera en que lo ha aplicado el papado.
Es cierto que tenemos evidencia de que ningún dios-hostia como
el que adora el papado, fuese adorado alguna vez en la Roma
pagana. “¿Sería algún hombre tan loco,” dice Cicerón, que fue
augur y sacerdote romano, “como para tomar aquello de que él
se alimenta para un dios?”119 Cicerón no podía haber dicho esto,
si algo como el culto de la hostia se hubiera establecido en Roma.
Pero lo que era demasiado absurdo para los paganos romanos,
118 GIBBON, vol. V. p. 176, dice que él fue perseguido y desterrado, y esto por ser
enemigo del celibato y de los ayunos, es decir, los ayunos tal como Roma los impone.
Ver también con relación a esta excomunión, BOWER, vol. I. p. 256; y MILNER,
Historia de la Iglesia, cent, 5º, cap. 10, vol. II. Nota, p. 476.
119 CICERON, De Natura Deorum, lib. III. cap. 16, vol. II. p. 500.
389
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
no lo fue en modo alguno para el Papa. El gran dios de la Iglesia
romana es la hostia o galleta consagrada. Esta hostia se guarda
como una reliquia en una custodia adornada con oro y plata y
piedras preciosas. Y así, es evidente que el “dios” al que “sus
padres no conocieron” – los padres paganos del Papa – él lo
honra hoy de la misma manera en que lo dan a entender los términos
de la profecía. Así, en todos los conceptos, cuando el
Papa fue investido con el título pagano de Pontifex, y él se dedicó
a hacer que ese título fuera una realidad, dio exacto cumplimiento
a la profecía de Daniel anunciada hacía más de 900 años
antes.
Pero volvamos a los símbolos del Apocalipsis. Fue de la boca
del “dragón de fuego” de donde salió “agua como un río.” El
Papa fue, a fines del siglo cuarto y como lo es también ahora, el
único representante en la tierra de Belsasar, o Nimrod, pues los
paganos lo ACEPTARON manifiestamente como tal. Por supuesto,
él era igualmente el legítimo sucesor del “dragón de fuego”
romano. Por tanto, cuando fue dignificado con el título de Pontífice,
se dedicó a propagar la antigua doctrina babilónica de la
regeneración bautismal, que sólo era el cumplimiento inequívoco
y efectivo de las palabras divinas en el sentido de que el gran
dragón de fuego echaría “de su boca tras la Mujer agua como un
río.” El, y los que le colaboraron en esta causa, prepararon el
camino para el establecimiento de ese tremendo despotismo civil
y espiritual, que empezó a surgir plenamente en Europa en el
año 606 D.C. cuando, en medio del mar tempestuoso de las revoluciones
y de las perturbaciones de las naciones, el Papa de
Roma se convirtió en Obispo universal, y cuando los diez reinos
principales de Europa lo reconocieron como el Vicario de Cristo
en la tierra, como el centro único de la unidad, como la única
fuente de estabilidad para sus tronos. Entonces, por sus propias
obras y por sus propias acciones, y con el beneplácito del PAGANISMO
UNIVERSAL de Roma, él fue realmente el representante
de Dagón, cuya mitra lleva hasta el día de hoy sobre su cabeza.
120 ¿Se podría dar entonces un cumplimiento más exacto de
Apocalipsis 13:1-3 : “Y yo me paré sobre la arena del mar, y vi
una bestia subir del mar, que tenía siete cabezas y diez cuernos;
390
Lo Que Usted Debe Saber
y sobre sus cuernos diez diademas; y sobre las cabezas de ella
nombre de blasfemia... . Y vi una de sus cabezas como herida
de muerte, y la llaga de su muerte fue curada; y toda la tierra
maravillada, siguió a la bestia”?
SECCION III — LA BESTIA QUE SUBIA
DE LA TIERRA
Esta bestia aparece ante nosotros en Apocalipsis 13:11 : “Después
vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos
semejantes a los del Cordero, mas hablaba como el dragón.”
Aunque esta bestia se menciona después de la bestia del mar, no
se concluye por esto que haya existido después de la bestia marina.
La obra realizada por ella parece demostrar todo lo contrario,
pues es mediante su mediación como la humanidad es llevada
(versículo 12) a “adorar la primera bestia,” después de que
esta bestia ha recibido su herida mortal, lo que demuestra que
ella debe haber existido antes. La razón para que se le mencione
después es precisamente porque ejerce todos los poderes de la
primera bestia, y hace que todos los hombres la adoren, por lo
cual no podía ser descrita apropiadamente hasta cuando hubiera
aparecido por primera vez en escena. En la antigua Caldea también
existía el símbolo de esto. A ese dios se le llamó Nebo en
Babilonia; Nub o Num en Egipto,121 y Numa entre los romanos,
por Numa Pompilio, el gran rey-sacerdote de los romanos que
ocupaba, precisamente, el lugar del Nebo babilónico. Entre los
etruscos, de los cuales tomaron los romanos la mayor parte de
120 [Hasta “tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose parecer Dios” (esta Escritura tiene su cumplimiento desde el papa Agatón en el año 678 D.C.)]N.E. Es desde esta época solamente cuando empezaron a contarse los bien conocidos 1260 días (días proféticos, o años); porque nunca antes apareció el Papa como Cabeza de la bestia de los diez cuernos, y como cabeza de la Iglesia universal.
El lector observará que aunque la bestia mencionada ha pasado por el mar, todavía
conserva su característica primitiva. Al principio, la cabeza de la apostasía fue Cronos,“El Cornudo.” La cabeza de la apostasía sigue siendo Cronos, porque él es la bestia“con siete cabezas y diez cuernos”
121 En Egipto, especialmente entre la población de habla griega, la b egipcia se cambia frecuentemente en m.– Ver BUNSEN, vol. I. pp. 273, 472.
122 AMIANO MARCELINO, lib. XXI. cap. 1, p. 264.
391
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
sus ritos, se le llamaba Tages, un niño que nació repentina y
milagrosamente de una zanja de la tierra,122 y del cual se dice
principalmente que así como Juan vio que la bestia “subía de la
tierra,” así también Tages fue un niño que nació repentina y milagrosamente
de una zanja en la tierra. A este dios se le representaba
en Egipto con la cabeza y los cuernos de un morueco
(Fig. 55).123 Parece que en Etruria se le había representado en
una forma algo parecida, pues allí encontramos un niño divino y
milagroso que se ve con los cuernos del morueco (Fig. 56).124 El
Fig. 55 Fig. 56
123 De WILKINSON, lámina 22, “Amón.” Comparando esta figura con la que aparece en WILKINSON, vol. IV. pp. 235, 238, se verá que aunque la figura mencionada tiene el nombre de “Amón,” la cabeza de morueco lo presenta como si tuviera los atributos de Noub.
124 De Antigüedades Etruscas por F.A. DAVID, vol. V. lámina 57. Estoy en deuda
con mi amigo y vecino, el Pastor A. Peebles, de Colliston por la anterior y por muchas otras cosas que me han ayudado a esclarecer esta obra.
Fig.55
Dios Egipcio con Cabeza de Morueco
Fig.56
Dios-Niño de Etruria con Cabeza de Morueco
392
Lo Que Usted Debe Saber
nombre de Nebo, el gran nombre distintivo de este dios, significa
“el Profeta” y, como tal, daba oráculos, practicaba augurios y
aparentaba tener poderes milagrosos, siendo un experto en magia.
Fue el gran hacedor de milagros, y respondía exactamente a
los términos de la profecía, cuando se dice (versículo 13): “Y
hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego
del cielo a la tierra delante de los hombres.” Fue con este
mismo carácter como se conoció al Tages etrusco, pues se decía
que había enseñado los augurios a los romanos, y todas las supersticiones
y la patraña de hacer milagros relacionados con
esto.125 Así como en tiempos recientes oímos sobre imágenes de
Madonas que lloran y parpadean, además de otros innumerables
prodigios que ocurren frecuentemente en la Iglesia romana, como
prueba de este o de aquel dogma papal, así fue también en el
sistema de Babilonia. ¿Hay escasamente alguna clase de “fraude
piadoso” o impostura practicada santamente hoy día a orillas
del Tíber, que no pueda demostrarse que haya tenido su réplica
en las orillas del Eufrates, o en los sistemas que de allí salieron?
¿Se ha visto que la imagen de la Virgen derrama lágrimas? Las
imágenes paganas también derramaban muchas lágrimas. A estos
ídolos de corazón tierno se refiere Luciano cuando, al hablar
de los prodigios que ocurrían durante las guerras civiles, dice:
“Las lágrimas derramadas por los dioses, patronos de nuestro
país,
Y el sudor de los Lares, hablan de los infortunios de la ciudad.”
126
Virgilio también se refiere a lo mismo cuando dice :
“Las llorosas estatuas las guerras pronostican,
Y sudor santo cae de los ídolos de latón.”127
125 OVIDIO, Metam., lib. XV. ll. 558, 559, p. 760.
126 LUCANO, Civ. Bell., lib. I. v. 356, 357, p. 41.
127 Las Geórgicas, lib. I. l. 480, p. 129.
128 AGUSTIN, De Civitate, lib. III. cap. 11, vol. IX. p. 86.
393
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
En Cumas, la estatua de Apolo derramó lágrimas durante cuatro
días, sin interrupción,128 cuando murió Publio Craso, luchando
con Aristarco, durante el consulado de Apio Claudio y Marco
Perpena. Los dioses también tenían su humor festivo, así como
sus ataques de llanto. Si Roma considera como un logro divino
para la sagrada imagen de su Madona que ella “parpadee,” seguramente
que no lo era menos para las imágenes del paganismo
cuando suavizaban sus semblantes con una sonrisa ocasional.
De que lo hicieran así, tenemos abundantes testimonios. Psellos
nos dice que cuando los sacerdotes ejercían sus poderes mágicos,
“las estatuas reían y las lámparas se encendían espontáneamente.”
129 Sin embargo, parecía que cuando las imágenes se
alegraban inspiraban sentimientos distintos a los del júbilo en
los pechos de aquellos que las contemplaban. “Los teúrgos,”
dice Salverté, “hacían que los dioses aparecieran en el aire, en
medio de vapores gaseosos, sin emplear el fuego. El teúrgo
Máximo se valía indudablemente de una secreto semejante cuando,
entre el humo del incienso que quemaba delante de la estatua
de Hécate, se veía que la imagen reía tan naturalmente como
para llenar de terror a los espectadores.”130 No obstante, hubo
épocas en que se inspiraron sentimientos diferentes. ¿La imagen
de la Madona se ha mostrado benigna para con un adorador
favorecido, y lo envía a casa, asegurándole que su oración ha
sido escuchada? Así lo hacían las estatuas de la Isis egipcia.
Ellas estaban arregladas de tal modo que la diosa podía hacer
que se moviera la serpiente de plata de su frente, y hacer con la
cabeza una señal afirmativa a aquellos que habían presentado
sus peticiones de una manera grata para ella.131 Leemos sobre
santos romanos que demostraban sus poderes milagrosos atravesando
los ríos o el mar en los vehículos más inverosímiles.
Así, sobre San Raimundo se ha escrito que él fue transportado
sobre el mar en su túnica.132 El paganismo no se queda atrás en
129 PSELLOS, sobre Demonios, pp. 40, 41.
130 EUNAPIO, p. 73.
131 JUVENAL, Sátiras, VI. l. 537.
132 NEWMAN, Lecturas, 285-287, apud BEGG, Manual del Papado, p. 93.
394
Lo Que Usted Debe Saber
este asunto, pues se relata que un santo budista, Sura Acaria,
“acostumbraba visitar sus rebaños al oeste del Indo, flotando
sobre la corriente en su manto.”133 Los dioses y los sumos sacerdotes
paganos hacían demostraciones mucho mayores aún que
la anterior de su capacidad de flotamiento. En la actualidad,
existe un hombre santo en la Iglesia de Roma, en algún lugar del
Continente que, con el nombre de San Cubertín, cuando se ocupa
en sus devociones se regocija y rebosa tanta espiritualidad,
que su cuerpo no permanece en el suelo sino que, a despecho de
todas las leyes de la gravedad, se eleva algunos pies en el aire.
Así ocurrió también, hace algunos siglos, con los renombrados
San Francisco de Asís,134 Pedro Martina135 y Francisco de
Macerata.136 Pero tanto San Cubertín, como San Francisco y sus
compañeros, están lejos de ser originales en este fervor sobrehumano.
Los sacerdotes y los magos de los Misterios caldeos se
les adelantaron no solamente por algunos siglos, sino por miles
de años. Celio Rodigino dice “que, según los caldeos, algunas
veces los rayos luminosos, al emanar del alma, penetran el cuerpo
en forma divina, que entonces se eleva sobre la tierra, y que
este fue el caso de Zoroastro.”137 Los discípulos de Yámblico
aseguraban que, con frecuencia, habían sido testigos de idéntico
milagro en el caso de su maestro, el cual, cuando oraba se elevaba
de la tierra a una altura de diez codos.138 El milagro más
grande que Roma pretende realizar es cuando, mediante la repetición
de cinco palabras mágicas, ella afirma que ha hecho bajar
del cielo el cuerpo, la sangre, el alma y la divinidad de nuestro
Señor Jesucristo, para hacerlo presente real y corporalmente en
133 TODD, La India Occidental, p. 277.
134 EUSEBE SALVERTÉ, p. 37.
135 Flores Seráficas, p. 158.
136 Ibid. p. 391.
137 SALVERTÉ, p. 37. La historia del anteriormente mencionado Francisco de
Macerata, es el duplicado exacto de la historia de Zoroastro, pues no solamente se
elevaba al orar, sino que su cuerpo se volvía luminoso al mismo tiempo, “flammamque capiti insidentem,” una “llama permanecía sobre su cabeza” (Flores Seráficas, p.391).
138 Ibid.
395
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
el sacramento del altar. Los sacerdotes caldeos pretendían de
igual manera, mediante sus palabras mágicas, hacer bajar a las
divinidades a sus respectivas estatuas, para que su “presencia
real” se manifestara visiblemente en ellas. A esto lo llamaban
“la hechura de dioses;”139 y de allí proviene, sin duda, el dicho
blasfemo de los sacerdotes papistas de que ellos tienen poder
“para crear a su Creador.” Hasta donde he podido averiguar, no
hay evidencia de que, en el sistema babilónico, la delgada y redonda
torta o galleta del “incruento sacrificio de la misa,” fuera
considerada alguna vez como algo más que un símbolo, ni que
se transformara alguna vez en el dios al que ella representaba.
Pero la doctrina de la transubstanciación es del todo claramente
de la esencia de la misma magia, que pretendía cambiar una substancia
en otra, con la pronunciación de unas cuantas y poderosas
palabras, o mediante un hábil juego de manos eliminar una substancia
y hacer aparecer otra en su lugar. Además, el Papa, en la
plenitud de su poder, se atribuye el derecho de esgrimir los rayos
de Jehová,140 y de destruir con sus “fulminaciones” a cualquiera
que lo disguste. Los reyes, y todas las naciones que creen
en tal poder, han temblado y se han inclinado ante él por temor
de ser fulminadas por sus rayos espirituales. Los sacerdotes del
paganismo se arrogaban el mismo poder; y, para reforzar la creencia
en sus poderes espirituales, también pretendían literalmente
hacer descender rayos del cielo. Se dice que Numa Pompilio lo
hizo así con pleno éxito. Tulio Hostilio, su sucesor, siguiendo
su ejemplo, pereció en el intento con toda su familia, al ser alcanzados,
como le ocurrió en tiempos recientes al profesor
Reichman, por el rayo que pretendía hacer descender.141 Tales
139 AGUSTIN, De Civitate, lib. VIII. cap. 26, vol. IX. p. 284, col. 2.
140 [Trascripción del nombre de Dios dado en la Sagrada Escritura por el tetragramaton YHWH. La pronunciación Jehováh proviene del hecho de que para la lectura en las sinagogas YHWH se leía Adonai (Señor), y que a las consonantes del tetragramaton(YHWH o JHVH) se habían añadido las vocales de Adonai para recordar al lector el nombre que debía leer. Esta pronunciación se hizo común en Roma a partir de Pedro Galatino, confesor de León X (1518) aunque muchos años después lo desecharon.]NE
141 SALVERTÉ p. 383; LIVIO, Historia, lib. I. cap. 31, vol I. p. 46; PLINIO, lib.
XXVII. p. 684. Los medios indicados para hacer descender el rayo se describen en
los libros de las Tages etruscas. Numa los había copiado de estos libros, y de ahí la
catástrofe.
396
Lo Que Usted Debe Saber
eran los poderes para obrar maravillas atribuidos en la Palabra
divina a la bestia que subiría de la tierra; poderes que también se
pretendían ejercer mediante el antiguo símbolo babilónico.
En recuerdo del nacimiento del dios que salió de un “hueco de la
tierra,” se celebraban con frecuencia los Misterios en cavernas
subterráneas. Esto ocurría en Persia donde, así como se decía
que Tages había nacido de la tierra, así también se fabuló de
Mitra, del que también se decía que había salido de una cueva de
la tierra.142 Numa, el de Roma, pretendía haber conseguido todas
sus revelaciones de la ninfa Egeria en una cueva.143 En estas
cuevas fueron iniciados los hombres, primero en el secreto de
los Misterios; y, por las señales y los falsos prodigios que allí se
les presentaban, se les hizo volver, después de la muerte de
Nimrod, al culto de ese dios en su nueva forma. Entonces, la
bestia apocalíptica que “subió de la tierra” concuerda, en todos
los respectos, con ese antiguo dios que nació de un “hueco de la
tierra,” pues no hay palabras que puedan describir más exactamente
sus hazañas que las palabras de la profecía (versículos 13,14):
“Y hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender
fuego del cielo a la tierra delante de los hombres... mandando a
los moradores de la tierra que hagan la imagen de la bestia que
tiene la herida de cuchillo.” Esta bestia, obradora de prodigios,
llamada Nebo, o “el Profeta,” era, por supuesto, el “falso profeta,”
como profeta de la idolatría. Comparando el pasaje que
tenemos ante nosotros con Apocalipsis 19:20, se aclarará que a
esta bestia “que subió de la tierra” se le llama expresamente por
ese mismo nombre: “Y la bestia fue presa, y con ella el falso
profeta que había hecho las señales delante de ella, con las cuales
había engañado a los que tomaron la señal de la bestia, y
habían adorado su imagen.” Como fue “la bestia de la tierra” la
que “había hecho las señales” ante la primera bestia, esto demuestra
que “la bestia de la tierra” es “Nebo” el “falso profeta.”
142 JUSTINO MARTIR, vol. II. p. 193. Es notable que así como Mitra salió de una
cueva, así también los nominales cristianos idólatras del Oriente representen a nuestro Salvador como habiendo nacido igualmente en una cueva.– (Ver KITTO, Enciclopedia,“Belén,” vol. I. p. 327), No existe la menor indicación de tal cosa en las
Escrituras.
143 LEMPRIERE.
397
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
Si examinamos la historia del Imperio romano, encontraremos
que aquí también hay una exacta correspondencia entre el símbolo
y antisímbolo. Cuando sanó la herida mortal del paganismo,
y el antiguo título pagano de Pontífice fue restaurado, lo fue
por medio de la clerecía corrupta, simbolizada precisamente,
como se acepta generalmente, por la imagen de la bestia con
cuernos, como los de un cordero, según lo dicho por nuestro
Señor: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros
con vestidos de ovejas, mas de dentro son lobos robadores.” El
clero, como cuerpo colectivo, estaba formado por dos grandes
divisiones: el clero regular y el clero secular, correspondiendo a
los dos cuernos o poderes de la bestia, y fusionando también, en
ese período tempranero, tanto los poderes espirituales como los
temporales. Los obispos, como jefes de estos cleros, tenían grandes
poderes temporales, desde mucho antes de que el Papa consiguiera
su corona temporal. Sobre este asunto tenemos la clara
evidencia tanto de Guizot como de Gibbon. Guizot, después de
demostrar que antes del siglo quinto el clero no solamente había
llegado a diferenciarse del pueblo, sino a independizarse de él,
añade: “El clero cristiano tenía, además, otra fuente de influencia
muy diferente. Los obispos y los sacerdotes llegaron a ser
los principales magistrados municipales... .Si usted abre o bien
el código de Teodosio o el de Justiniano, encontrará numerosas
reglamentaciones que traspasan los asuntos municipales al clero
y a los obispos.” Al respecto, Guizot hace varias citas. La siguiente
cita del código de Justiniano es suficiente para demostrar
cuán amplio era el poder concedido a los obispos: “Con respecto
a los negocios anuales de las ciudades, si conciernen a las
rentas ordinarias de la ciudad o a los fondos provenientes de la
hacienda de la ciudad, o de donaciones o legados privados, o de
cualquier otra fuente; si las obras públicas, o los depósitos de
provisiones o los acueductos, o el mantenimiento de los baños o
de los puertos, o la construcción de muralllas o de torres, o la
reparación de los puentes o las vías, o juicios en los cuales pueda
estar comprometida la ciudad con relación a los intereses
públicos o privados, ordenamos lo siguiente: Se reunirán el propio
piadoso obispo, y tres notables escogidos entre los hombres
principales de la ciudad; cada año, examinarán las obras hechas;
398
Lo Que Usted Debe Saber
cuidarán de que aquellos que las dirigen, o las hayan dirigido,
las reglamenten con precisión, rindan sus cuentas, y demuestren
que han cumplido debidamente con sus compromisos con la administración,
trátese de monumentos públicos, o de las sumas
destinadas para provisiones o baños, o de gastos en el mantenimiento
de vías, acueductos, o cualquier otra obra.”144 Aquí está
una larga lista de funciones puestas sobre los hombros de “el
propio obispo piadoso,” ninguna de las cuales alude en manera
alguna a lo puramente divino de los deberes de un obispo, como
aparece en la Palabra de Dios (ver 1 Timoteo 3:1-7; y Tito 1:5-9).
¿Cómo fue que los obispos, que originalmente fueron nombrados
para asuntos puramente espirituales, se dieron maña para
apoderarse de una cantidad tan grande de autoridad temporal?
Gibbon nos aclara el verdadero origen de lo que Guizot llama
este “prodigioso poder.” El autor de La Decadencia y la Caída
demuestra que poco después de la época de Constantino, “la Iglesia”
[y en consecuencia los obispos, especialmente cuando dieron
por sentado que ellos constituían un orden aparte del resto
de la clerecía] consiguió gran poder temporal mediante el derecho
de asilo, que le correspondía a los templos paganos, al ser
transferido por los emperadores a las iglesias cristianas. Sus
palabras son: “Al fugitivo y aun al culpable, se les permitía implorar
o la justicia o la misericordia de la deidad y de sus ministros.”
145 Así se estableció la usurpación de los derechos del
magistrado civil por los eclesiásticos, y así se les estimuló para
que se apoderaran de todos los poderes del Estado. Así también
en el siglo diecinueve, como lo hacen notar justamente la autora
de Roma en el Siglo Diecinueve al referirse al derecho de asilo,
“los altares se pervirtieron por la protección de los mismos crímenes
por los cuales ellos habían sido levantados para proscribirlos
del mundo.”146 Causa estupefacción el hecho de ver cómo
el poder temporal del papado se fundamentó, en sus mismos
comienzos, en la “ilegalidad,” y es una prueba más, de las muchas
que pudieran aducirse, de que el jefe del sistema romano, a
144 GUIZOT, Historia de la Civilización, vol. I. secc. II. pp. 36, 37.
145 GIBBON, vol. III. cap. XX. p. 287.
146 Roma en el Siglo Diecinueve, vol. I. pp. 246, 247.
399
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
quien están sometidos todos los obispos, es verdaderamente
“aquel inicuo” (2 Tesalonicenses 2:8), profetizado por las Escrituras
como el jefe reconocido del “Misterio de Iniquidad.” Todo este
poder temporal cayó en manos de hombres que, mientras decían
ser ministros de Cristo, y seguidores del Cordero, estaban buscando
simplemente su propio engrandecimiento y, para conseguirlo,
no dudaron en traicionar la causa que decían servir. El
poder espiritual que esgrimían sobre las almas de los hombres, y
el poder secular que consiguieron en los negocios del mundo,
fueron usados por igual en contra de la causa de la pura e
inmaculada religión. Al principio, estos falsos profetas, al llevar
por mal camino a los hombres y al buscar la unión del paganismo
y del cristianismo, obraron soterradamente, socavando,
como el topo en la obscuridad, y pervirtiendo secretamente al
ingenuo, según lo dicho por Pablo: “Porque ya está obrando el
Misterio de Iniquidad.” Pronto, hacia fines del siglo cuarto,
cuando las mentes de los hombres habían sido muy bien preparadas,
y las cosas parecían pintar muy favorablemente para ello,
hicieron su aparición los lobos con piel de oveja, sacando poco a
poco a la luz del día sus doctrinas y sus prácticas secretas, y
siglo tras siglo, a medida que aumentaba su poder con “engaño
de iniquidad,” y con “señales y milagros mentirosos,”
embaucaron las mentes de los cristianos laicos, haciéndoles creer
que su anatema era equivalente a la maldición de Dios; en otras
palabras, que ellos podían “hacer descender fuego del cielo,” y
así hicieron “a la tierra y a los moradores de ella adorar la primera
bestia, cuya llaga de muerte fue curada.”147 Cuando la “llaga
de muerte” de la bestia pagana sea curada, y aparezca la bestia
del mar, se dice que esta bestia de la tierra llegará a ser el reconocido
y acreditado ejecutor de la voluntad de la gran bestia del
mar, “y ejerce todo el poder de la primera bestia en presencia de
ella” (versículo 12), literalmente, “en su presencia,” bajo su ins-
147 Aunque el Papa sea el gran Júpiter Tonante del papado, y “fulmine” desde el
Vaticano, como se creía que su predecesor lo hacía anteriormente desde el Capitolio,
sin embargo, no es él en realidad el que hace bajar fuego del cielo, sino su clerecía.
Pues sin la influencia de la clerecía en todas partes encegueciendo las mentes del
pueblo, los rayos papales serían sólo “bruta fulmina” después de todo. Por tanto, el
símbolo es más exacto cuando atribuye el “hacer descender fuego del cielo” a la
bestia que sube de la tierra, antes que a la bestia que sube del mar.
400
Lo Que Usted Debe Saber
pección. Considerando lo que representa la primera bestia, la
expresión “en presencia de ella” tiene una fuerza muy grande.
La bestia que sube del mar es el “cuerno pequeño,” en el que
“había ojos como ojos de hombre” (Daniel 7:8); es el Janus Tuens,
el “Jano que todo lo ve,” en otras palabras, el Obispo Universal
o el “Inspector Universal” que, desde su trono sobre las siete
colinas, ve y sabe todo lo que se hace hasta en los más remotos
confines de su extenso dominio, por medio del sistema organizado
del confesionario. Fue exactamente por el tiempo en que
el Papa llegó a ser obispo universal, cuando empezó la costumbre
de investir sistemáticamente a los principales obispos del
Imperio de Occidente con la librea papal, el palio, “con el propósito,”
dice Gieseler, “de simbolizar y fortalecer su relación
con la Iglesia de Roma.”148 Ese palio, llevado sobre los hombros
por los obispos era, por una parte, la librea del Papa, y obligaba
a quienes lo recibían a actuar como funcionarios de Roma, debiendo
toda su autoridad al Papa, y a ejercerla bajo su suprema
inspección como “obispo de los obispos;” por otra parte, era realmente
la investidura visible de estos lobos con piel de oveja.
¿Qué era y para qué servía el palio del obispo papal? Era una
prenda hecha de lana, bendita por el Papa, tomada de los corderos
sagrados criados por las monjas de Santa Inés, y tejida por
sus santas manos,149 con el fin de que pudiera ser otorgada a
aquellos a quienes el Papa deseaba honrar “incorporándolos a
nuestra sociedad en el único redil pastoral,”150 como dijo uno de
ellos mismos. Así comisionados, así ordenados por el Obispo
universal, hacían eficientemente su trabajo, llevando a la tierra y
a los moradores de ella, a que adoraran “la imagen de la bestia
que tiene la herida de cuchillo, y vivió.” Esta fue una parte de la
obra de la bestia profetizada. Pero queda por considerar otra
parte no menos importante.
148 GIESELER, vol. II.,segunda parte, div. 2ª, secc. 117. Por Gieseler sabemos que
en fecha tan temprana como el año 501, el Obispo de Roma había renunciado a la
fundación de la corporación de los obispos por el otorgamiento del palio; pero, al
mismo tiempo, dice expresamente que fue sólo cerca del año 602, con el ascenso de Focas al trono imperial – de ese Focas que hizo al Papa Obispo Universal – cuando los papas empezaron a otorgar el palio, es decir, sistemáticamente, por supuesto, y en gran escala.
401
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
SECCION IV— LA IMAGEN DE LA BESTIA
La bestia de la tierra no solamente llevó al mundo a que adorara
la primera bestia, sino que persuadió a los que moran en la tierra
para que hicieran una “IMAGEN de la bestia que tiene la herida
de cuchillo, y vivió” (versículo 14). Al meditar durante muchos
años en lo que podía significar “la imagen de la bestia,” nunca
pude encontrar el menor convencimiento en todas las teorías que
siempre se habían propuesto, hasta que di con una obra modesta
pero valiosa, titulada Una Investigación Original del Apocalipsis.
Esta obra, producto evidente de una mente perspicaz, versada
profundamente en la historia del papado, produjo enseguida
la solución de la dificultad. Allí se dice que la imagen de la
bestia es la Virgen Madre, o la Madona.151 A primera vista, esto
podría parecer una solución muy inverosímil, pero cuando se le
compara con la historia religiosa de Caldea, desaparece completamente
la inverosimilitud. En el paganismo babilónico antiguo
había una imagen de la Bestia del mar, y cuando se sabe lo que
era esa imagen, el asunto – creo yo – se resuelve cabalmente.
Cuando la imagen de Dagón fue presentada por primera vez para
su adoración, se le representó de muchas maneras diferentes y
con muchos caracteres distintos; sin embargo, la forma favorita
en la que se le adoraba, como lo sabe bien el lector, era la de un
niño en los brazos de su madre. Con el transcurso natural de los
acontecimientos, la madre llegó a ser adorada junto con el niño,
convirtiéndose ciertamente en un objeto de culto favorito. Para
149 Roma en el Siglo Diecinueve, vol. III. p. 214. Actualmente, el palio se da solamente a los arzobispos; Gieseler, en el pasaje ya citado, prueba que también se daba a los simples obispos.
150 GIESELER, vol. II. “El Papado,” p. 255. El lector que lea atentamente las cartas
del Papa en las que concede el palio, no dejará de observar la gran diferencia de
significado entre “el único redil pastoral” (“uno pastorali ovili”), ya mencionada, y
“el único rebaño” del Señor. El último significa realmente un rebaño formado por
pastores y ovejas. Las cartas papales implican inequívocamente la organización de
los obispos como una corporación diferente, enteramente independiente de la Iglesia,y dependiente únicamente del papado, lo que parece se corresponde notablemente con los términos de la profecía con respecto a la bestia que sube de la tierra.
151 Interpretación Original del Apocalipsis, p. 123.
402
Lo Que Usted Debe Saber
justificar este culto, como ya lo hemos visto, esa madre debe,
por supuesto, ser elevada a la divinidad y atribuírsele poderes y
prerrogativas. Por tanto, toda dignidad que, según la creencia,
poseyera el hijo, se le atribuía por igual a ella. Todo nombre de
honor que él llevara, se le daba a ella en forma similar. A él se le
llamó Belo, “el Señor;” a ella, Beltis, “mi Señora.”152 A él se le
llamó Dagón,153 “el Tritón;” a ella, Derketo, “la Sirena.”154 El,
como rey del mundo, llevaba cuernos de buey;155 a ella, como ya
hemos visto, en cita de autoridad de la Versión de los Setenta, se
le puso sobre la cabeza una cabeza de buey, como insignia de
realeza.156 A él, como el dios Sol, se le llamó Beël-samen, “Señor
del cielo;”157 a ella, como la diosa Luna, se le llamó Melkatashemin,
“la Reina del cielo.”158 A él se le adoraba en Egipto
como “el Revelador de la bondad y de la verdad;”159 a ella se le
adoraba en Babilonia, bajo el símbolo de la Paloma, como la
diosa de la dulzura y la misericordia,160 la “Madre de la acogida
bondadosa,”161 la “misericordiosa y propicia para los hombres.”162
A él, con el nombre de Mitra, se le adoró como Mesites o “el
Mediador;”163 a ella, como Afrodita o la “Amortiguadora de la
Ira,” se le llamó Mylitta, “la Mediadora.”164 A él se le represen-
152 Ver ante, p. 20, Nota.
153 Ver ante, p. 144, Nota.
154 KITTO, Enciclopedia, vol. I. pp. 251, 252.
155 Ver ante, pp. 32-36.
156 EUSEBIO, Praeparatio Evangelii, lib. I. cap. 10, vol. I. p. 45. Esta afirmación es
notable, porque muestra que los cuernos que llevaba la gran diosa pretendían mostrarla realmente como la imagen expresa de Nino, o “el Hijo.” Si ella llevara solamente cuernos de vaca, podría haberse supuesto que estos cuernos pretendían identificarla con la luna. Pero los cuernos de toro demuestran que la intención era la de representarla como igual en su soberanía con Nimrod, o Cronos, el “Cornudo.”
157 Ver ante, p. 165.
158 Jeremías 7:18, y PARKHURST, Léxico Hebreo, pp. 402, 403.
159 Ver ante, p. 72.
160 Ver ante, p. 78.
161 Ver ante, p. 158. El significado caldeo del nombre Amarusia, que quiere decir
“Madre de la acogida bondadosa,” demuestra que ha venido de Babilonia.
403
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
taba aplastando la gran serpiente bajo la planta de sus pies;165 a
ella, quebrantando la cabeza de la serpiente con su mano.166 El,
con el nombre de Jano, tenía una llave, como el que abre y cierra
las entradas del mundo invisible;167 a ella, con el nombre de
Cibeles, se le dio una llave igual como emblema del mismo poder.
168 A él, como el purificador del pecado, se le llamó el “dios
Inmaculado;”169 a ella, que también tenía el poder de limpiar el
pecado, se le llamó la “Virgen pura y sin mancha,”170 aunque fue
la madre de la simiente. A él se le representó como el “Juez de
los muertos;” a ella se le representó de pie, al lado suyo, en el
tribunal del juicio del mundo invisible.171 Después de que él fue
muerto por espada, se fabuló que había resucitado172 y ascendido
al cielo.173 Ella, aunque la historia dice que también fue muerta
a espada por uno de sus propios hijos;174 sin embargo, en el mito
se dice que fue llevada en cuerpo y alma al cielo por su hijo,175
habiendo sido convertida en Pambasileia, la “Reina del universo.”
176 Finalmente, como remate de todo, el último nombre por
el cual se le conoció fue Semele que, en el lenguaje babilónico,
162 LUCIO AMPELIO, en BRYANT, vol. III. p. 161.
163 Ver ante, p. 194.
164 Ver ante, p. 158.
165 Ver ante, p. 60.
166 Ver ante, p. 75.
167 Ver ante, p. 210.
168 TOOKE, Panteón, p. 153. Que la llave de Cibeles tenía, en la historia esotérica,
un significado correspondiente al significado de la que llevaba Jano, aparecerá del
carácter arriba asignado como la Mediadora.
169 Proclo, hablando de Saturno, dice: “Por tanto, pureza indica esta.....trascendencia de Saturno, su inmaculada unión con lo inteligible. Esta pureza y lo inmaculado que él posee, etc.,” en Notas a los Himnos Orficos de TAYLOR, p. 176.
170 Ver ante, p. 125.
171 WILKINSON, vol. IV. pp. 314, 315.
172 Ibid. vol. IV. p. 190.
173 Ibid. p. 256.
404
Lo Que Usted Debe Saber
significaba “LA IMAGEN.”177 Así, por todos los conceptos, en
los más ínfimos detalles y títulos, ella llegó a ser la imagen exacta
de la babilónica “bestia que tiene la herida de cuchillo, y vivió.”
Después de lo que el lector ya ha visto en una parte anterior de
este libro, resulta apenas necesario decir que esta misma diosa
es la que ahora se adora en la Iglesia de Roma con el nombre de
María. Aunque a esta diosa se le dé el nombre de la madre de
nuestro Señor, todos los atributos que se le han dado provienen
simplemente de la Madre babilónica, y no de la Virgen Madre
de Cristo.178 En toda la Biblia no hay ni una línea ni una letra
para sostener la idea de que María fuera adorada, de que fuera el
174 MOISES DE CORENA, lib. I. cap. 16, p. 48. “Ninyas enim occasionem nactus
matrem (Semiramida) necavit.” De igual manera, se dice que Horus, en Egipto, le
había cortado la cabeza a su madre, así como Bel, en Babilonia, también despedazó a
la diosa primigenia de los babilonios.– (BUNSEN, vol. I. pp. 436, 708).
175 Ver ante, p. 125.
176 Himnos Orficos, “Himno a Semele,” No. 43.
177 Apolodoro dice que Baco, al llevar a su madre al cielo le dio el nombre de Thuoné
(APOLODORO, lib. III. cap. 5, p. 266), que era precisamente el femenino de su
propio nombre, Thuoneus – en latín Thyoneus.– (OVIDIO, Metam., lib. IV. l. 13).
Thuoneus es, evidentemente, la forma pasiva del participio de Thn, “lamentar,” un
sinónimo para “Baco,” “El dios lamentado.” Thuoné, de igual manera, es “La diosa
lamentada.” A la Juno romana se le conoció evidentemente con este mismo carácter
de la “Imagen;” porque había un templo erigido en Roma para ella, en la colina
Capitolina, con el nombre de “Juno Moneta.” Moneta es la forma enfática de una de
las palabras caldeas para “imagen;” y que éste era el verdadero significado del nombre,
se verá por el hecho de que la Casa de la Moneda se encontraba en el recinto de
ese templo.– (Ver SMITH, “Juno,” p. 358). ¿Cuál es el uso de una casa de moneda
sino, justamente, el de estampar “imágenes”? De aquí, la relación entre Juno y la
Casa de la Moneda.
178 La misma forma en que se representaba la Madona papista, esta claramente copiada
de las representaciones idólatras de las diosas paganas. Al gran dios se le representa
sentado o de pie en el cáliz de una flor de loto. (Ver BRYANT, vol. III. p. 180,
donde Harpócrates esta representado así; y VAUX, Manual del Museo Británico, p.
429, donde Cupido está sentado en una flor). En la India, es común el mismo modo
de representación. A Brahma se le ve con frecuencia sentado sobre una flor de loto,
para significar que ha brotado del ombligo de Visnú. De igual manera, la gran diosa
debe tener un canapé similar; y, por tanto, encontramos a Lakshi, la “Madre del Universo,”
sentada en un loto, llevado por una tortuga (ver Fig. 57; de COLEMAN,
Mitología, lámina 23). También en esto mismo, el papado se ha copiado de su modelo
pagano, pues en el Pancarpium Marianum, p. 88, se representa a la Virgen con el
niño sentada en el cáliz de un tulipán (ver Fig. 58).
405
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
“refugio de los pecadores,” de que fuera “inmaculada,” de que
hiciera expiación por el pecado cuando estuvo de pie junto a la
cruz y cuando, según Simeón, “una espada traspasará tu misma
alma;” ni que, después de su muerte, fuera llevada en gloria al
cielo. Pero en el sistema babilónico se encuentra todo esto; y
todo esto se ha incorporado ahora al sistema de Roma. El “sagrado
corazón de María” se muestra como traspasado por una
espada, en señal, como lo enseña la Iglesia apóstata, de que su
dolor durante la crucifixión fue como una verdadera expiación,
tal como lo fue la muerte de Cristo, pues leemos en el Devocionario
o misal adoptado por la “Cofradía del Sagrado Corazón,”
palabras tan blasfemas como estas: “Ve, entonces, devoto feligrés,
ve al corazón de Jesús, pero que tu camino sea por medio
del corazón de María; la espada del dolor que traspasó su alma
te abre una entrada; entra por la herida que ha hecho el amor.”179
Por otra parte, oigamos a un expositor de la nueva fe, como el
Fig. 57 Fig. 58
La Diosa Hindu Laksmi
sentada en una Flor de Loto
y llevada por una Tortuga
La Virgen con el Niño
sentada en el Cáliz
de un Tulipán
406
Lo Que Usted Debe Saber
francés M. Genoude, que dice que “María fue la reparadora de
la culpa de Eva, como nuestro Señor fue el reparador de la culpa
de Adán;”180 y a otro, como el profesor Oswald de Paderbon,
que afirma que María no fue una criatura humana, como nosotros,
que ella es “la Mujer, como Cristo es el Hombre,” que “María
está copresente en la eucaristía, y es incuestionable, según la
doctrina de la eucaristía de la Iglesia, que esta presencia de María
en la eucaristía es verdadera y real, no solamente ideal o
figurada;”181 y, además, leemos en el decreto del Papa sobre la
Inmaculada Concepción, que esa misma Madona “herida con la
espada” para tal propósito, se levantó de los muertos, y al ser
ascendida a lo alto, llegó a ser Reina del Cielo. Si todo esto es
así, ¿quién podrá dejar de ver que en esa comunidad apóstata va
a encontrarse con lo que corresponde precisamente a lo hecho y
establecido en el corazón de la cristiandad, con una “imagen de
la bestia que tiene herida de cuchillo, y vivió”?
Si se examinan las palabras inspiradas, se verá que esto responde
a un acto público general de la cristiandad apóstata: mandar
“a los moradores de la tierra que hagan la imagen de la bestia”
(versículo 14), y ellos la hicieron. Aquí está el hecho importante,
digno de ser analizado, y es que esto jamás se hizo, ni hubiera
podido hacerse hasta hace sólo ocho años, por la razón evidente
de que, hasta entonces, jamás se admitió que la Madona de Roma
reuniera todos los caracteres que pertenecieron a la “IMAGEN
de la bestia” babilónica. Hasta entonces, ni siquiera se aceptaba
en Roma que María fuera verdaderamente inmaculada, aunque
esta mala levadura había estado obrando durante largo tiempo y,
179 Memorias del Revdo, Godfrey Massy, pp. 91, 92. En el Paradisus sponsi et sponsae,
por el autor del Pancarpium Marianum, las siguientes palabras dirigidas a la Virgen
vienen a la imaginación como ilustración de una lámina que representa la crucifixión,
y María está al pie de la Cruz, con la espada en su corazón, “Dilectus tuus filius
carnem tu vero animam immolasti: immo corpus et animam” (p. 181); “A ti, amado
hijo, sacrifica su carne; tú tu alma – sí, tu cuerpo y tu alma.” Esto es mucho más que
poner el sacrificio de la Virgen al nivel del sacrificio del Señor Jesús, lo hace mucho
más grande. En 1617 éste era el credo del jesuitismo solamente; ahora hay razón para
creer que es el credo general del papado.
180 Registro Misionero de la Iglesia Libre, 1855.
181 Ibid.
407
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
en consecuencia, no podía ser el duplicado perfecto de la Imagen
babilónica. Sin embargo, lo que jamás se había hecho antes, se hizo
en diciembre de 1854. Entonces, obispos de todas partes de la
cristiandad y representantes de los confines de la tierra, se reunieron
en Roma; y, con sólo cuatro voces disidentes, se decretó que María,
la madre de Dios, que murió, se levantó de entre los muertos y subió
al cielo, sería adorada en adelante como la Virgen Inmaculada, “concebida
y nacida sin pecado.” Esta fue la presentación formal de la
Imagen de la bestia, y esto, con el consentimiento general de “los
hombres que moran en la tierra.” Se dijo que cuando esta bestia
apareciera, la bestia de la tierra le daría vida y hablaría a la Imagen,
lo que implica, primero, que no tiene de por sí ni vida ni voz pero
que, no obstante, por medio de la bestia de la tierra, va a tener tanto
vida como voz, y va a ser un agente efectivo del clero papal, que
hará que ella hable exactamente como ellos quieren. Desde cuando
fue presentada, su voz se ha oído en todas partes por medio del
papado. Anteriormente, los decretos se expedían, más o menos, en
nombre de Cristo. Ahora, todas las cosas se hacen primordialmente
en nombre de la Virgen Inmaculada. Su voz se oye en todas partes,
su voz suprema. Pero se observa que cuando se escucha dicha voz,
no es la voz de la misericordia y del amor, es la voz de la crueldad y
del terror. Los decretos que se dictan en nombre de la Imagen, son
del tenor del versículo 17: “Y que ninguno pueda comprar o vender,
sino el que tiene la señal, o el nombre de la bestia, o el número de su
nombre.” No bien hubo aparecido la Imagen, cuando vemos que
esto mismo empezó a cumplirse. ¿Qué otra cosa fue el concordato
en Austria, que siguió inmediatamente, sino esto mismo? Este concordato,
por fuerza de los acontecimientos inesperados que han surgido,
todavía no ha tenido cumplimiento; pero si se hubiera cumplido,
el resultado sería exactamente lo que está profetizado: que, en
los dominios de Austria, nadie “puede comprar o vender” sin que
tenga, de una manera o de otra, la señal. Y el mismo hecho de que
un concordato tan intolerante se expida tan rápidamente con el respaldo
del decreto de la Inmaculada Concepción, demuestra que es
el fruto natural de ese decreto. Los acontecimientos que tuvieron
lugar posteriormente en España, ponen de presente allí también la
obra poderosa del mismo espíritu de persecución. Desde hace unos
pocos años para acá, podría tenerse la impresión de que la marea
408
Lo Que Usted Debe Saber
del despotismo espiritual se habría detenido efectivamente; y muchos,
sin duda, han acariciado la esperanza de que lisiada como está
la soberanía temporal del papado y, al parecer, tambaleante, tal poder
o sus subordinados ya no podrían perseguir nunca más. Pero
hay una asombrosa vitalidad en el Misterio de Iniquidad; y nadie
puede tan siquiera decir de antemano qué dificultades aparentes pueda
superar en el camino de impedir el progreso de la verdad y de la
libertad, no obstante lo promisoria que pueda ser la apariencia de las
cosas. Ocurra lo que ocurra con la soberanía temporal de los estados
pontificios, hoy día no es tan evidente en modo alguno, como les
pareció a muchos no hace mucho tiempo, que sea inminente la caída
del poder espiritual del papado, ni que su poder de persecución terminará
por fin. Sin embargo, no dudo que muchos, constreñidos por
el amor y la misericordia de Dios, obedecerán la voz celestial, y se
escaparán de la congregación sentenciada, antes de que las copas
de la ira divina se derramen sobre ella. Pero si he acertado en la
interpretación del pasaje en cuestión, entonces se sigue de esto que
todavía debe haber más persecución de la que siempre ha existido, y
que esa intolerancia que empezó por manifestarse en Austria y en
España inmediatamente después de la presentación de la Imagen,
continuará extendiéndose por toda Europa, pues no se dice que solamente
se decretaría sobre la Imagen de la bestia, sino que se haría
“que cualesquiera que no adoraren la imagen de la bestia sean
muertos” (versículo 15). Cuando esto ocurra, será evidentemente el
tiempo en que se cumplirá lo dicho en el versículo 8: “Y todos los
que moran en la tierra le adoraron, cuyos nombres no están escritos
en el libro de la vida del Cordero, el cual fue muerto desde el principio
del mundo.” Es imposible zafarse de esto, diciendo: “Esto se
refiere a las Edades del Obscurantismo; esto se cumplió antes de
Lutero.” Yo pregunto, ¿los hombres que moran en la tierra habían
ensalzado la imagen de la bestia antes de los días de Lutero? Ciertamente
que no. El decreto de la Inmaculada Concepción es un
hecho de ayer. Entonces, la profecía se refiere a nuestros tiempos, al
tiempo en el cual está entrando ahora la Iglesia. En otras palabras,
TODAVIA ESTA POR LLEGAR la gran prueba, la muerte de los
testigos.182
409
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
SECCION V — EL NOMBRE DE LA BESTIA,
EL NUMERO DE SU NOMBRE — LA CABEZA
INVISIBLE DEL PAPADO
La identificación de Dagón y del Papa nos lleva natural y fácilmente
al largamente buscado nombre de la bestia, y confirma
mediante evidencia completamente nueva, el antiguo concepto
protestante sobre el asunto. El nombre “Lateinos” ha sido aceptado
generalmente por los escritores protestantes, porque tiene
muchos elementos de probabilidad para recomendarlo. Pero
seguía encontrándose cierta deficiencia, y se creyó que faltaba
algo para que quedara más allá de toda posibilidad de duda.
Considerando el asunto desde el punto de vista babilónico, encontramos
tanto el nombre como el número de la bestia, que nos
convencieron de tal forma, que no dejaban nada que desear en
cuanto a la evidencia se refiere. A Osiris o Nimrod, a quien el
Papa representa, se le dieron muchos títulos diferentes y, por
tanto, como observa Wilkinson,183 él estuvo durante mucho tiempo
en la misma posición que su esposa, a quien se le dio el nombre
de “Myrionymus,” la diosa de los “diez mil nombres.” Entre
estos innumerables nombres, ¿cómo descubriremos el nombre
que señala el Espíritu de Dios en el enigmático lenguaje en
que habla del nombre de la bestia y del número de su nombre?
Si sabemos el nombre apocalíptico del sistema, esto nos llevará
al nombre de la cabeza del sistema. El nombre del sistema es
“Misterio” (Apocalipsis 17:5). Aquí tenemos, entonces, la clave
que resuelve el enigma. Sólo tenemos que averiguar cuál fue el
nombre por el que se conoció a Nimrod como el dios de los
Misterios caldeos. Ese nombre, como hemos visto, era Saturno.
Saturno y misterio son palabras caldeas, y son términos correlativos.
Así como Misterio significa sistema secreto, Saturno significa
dios Oculto.184 A aquellos que eran iniciados, se les revelaba el nombre
del dios; para todos los demás, permanecía oculto. El nombre
Saturno se pronunciaba Satür en caldeo; pero, como lo saben los
182 Ver Apéndice, Nota Q.
183 Vol. IV. p. 179.
410
Lo Que Usted Debe Saber
eruditos, en caldeo sólo tiene cuatro letras, Stür. Este número corresponde
exactamente al número apocalíptico 666:
S = 60
T = 400
U = 6
R = 200
666
Si, como hemos visto, el Papa es el representante legítimo de
Saturno, el número del Papa, como jefe del Misterio de Iniquidad,
es justamente 666. Pero todavía hay más. Resulta que,
como se vio antes, el nombre original de la misma Roma era
Saturnia, “la ciudad de Saturno.” Esto está atestiguado tanto por
Ovidio,185 como por Plinio186 y por Aurelio Víctor.187 Así, entonces,
el Papa tiene un doble título: el del nombre y el del número
de la bestia. El es el único y legítimo representante del
Saturno original en los tiempos que corren, y reina en la misma
ciudad de las siete colinas, donde el Saturno romano reinó antiguamente,
circunstancia por la cual toda Italia fue “mucho tiempo
después llamada por su nombre,” siendo conocida comúnmente
como “la tierra saturnina.” Pero se preguntará, ¿qué tiene
que ver esto con el nombre Lateinos, que comúnmente se considera
como el “nombre de la bestia”? Mucho; y demuestra que la opinión
general estaba muy bien fundamentada. Saturno y Lateinos eran
sinónimos justamente, y significaban precisamente lo mismo, perteneciendo
por igual al mismo dios. El lector no puede haber olvidado
184 En las letanías de la misa, se les enseña a los adoradores a orar de esta manera:
“OCULTO DIOS, y Salvador mío, tened misericordia de nosotros.” – (M’GAVIN, El
Protestante, vol. II. p. 79, 1837). ¿De dónde puede haber venido esta invocación del
“Oculto Dios,” sino del antiguo culto de Saturno, el “dios Oculto”? Como el papado
ha canonizado al dios babilónico con el nombre de San Dionisio, y San Baco, “mártir,”
así con este nombre de “Saturno,” también está inscrito en el calendario, pues el
29 de marzo es la fiesta de “San Saturno,” mártir.– (CHAMBERS, El Libro de los
Días, p. 435).
185 Fastos, lib. VI. ll. 31-34, vol. III. p. 342.
186 Hist. Nat., lib. III. 5, p. 55.
187 AURELIO VICTOR, Origo Gent. Roman, cap. III.
411
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
los versos de Virgilio que demuestran que Lateinos, hasta el cual los
romanos, o la raza latina, hacían remontar su linaje, se representaba
con una aureola alrededor de su cabeza para demostrar que él era
“hijo del Sol.”188 Así, entonces, es evidente que, en la opinión popular,
el Lateinos original había ocupado el mismo lugar que Saturno
tuvo en los Misterios, y que fue adorado igualmente como de la “descendencia
del Sol.” Además, es evidente que los romanos sabían
que el nombre “Lateinos” significaba “el Oculto,” porque sus anticuarios
afirman invariablemente que el Lacio recibió su nombre de
Saturno, que allí “sigue oculto.”189 Entonces, en los terrenos
etimológicos e, incluso en el testimonio de los romanos, Lateinos
es equivalente al “Oculto,” es decir, a Saturno, el “dios del Misterio.”
190 Mientras que Saturno es el nombre de la bestia y tiene
el número místico, Lateinos, que tiene el mismo nombre, es apenas
un título especial y distintivo de la misma bestia. El Papa,
entonces, como cabeza de la bestia, es Lateinos o Saturno por
igual, es decir, la cabeza del “Misterio” babilónico. Por tanto,
cuando el Papa exige que todos los servicios se hagan en “lengua
latina,” es tanto como decir que deben realizarse en el lenguaje
del “Misterio;” y cuando llama a su Iglesia, Iglesia latina,
esto equivale a declarar que ella es la Iglesia del “Misterio.” Así,
por este mismo nombre, escogido por el propio Papa, él ha escrito,
con sus propias manos, sobre la frente de su congregación
el apocalíptico señalamiento divino de “MISTERIO, Babilonia
la Grande.” Así también, mediante un proceso de la más pura
inducción, hemos sido llevados, paso a paso, hasta encontrar el
número místico 666 inequívoca e “indeleblemente marcado” en
su propia frente, y que aquel que tiene su sede en las siete colinas
de Roma, tiene los títulos exclusivos e irrevocables para ser considerado
como la cabeza visible de la bestia.
Sin embargo, el lector que haya reflexionado cuidadosamente
sobre el lenguaje que se refiere al nombre y al número de la
bestia apocalíptica, debe haber observado que, en los términos
188 AURELIO VICTOR, Origo Gent. Roman, p. 236.
189 OVIDIO, Fastos, lib. I. l. 238, vol. III. p. 29; también VIRGILIO, La Eneida, lib.
VIII. l. 319, etc., p. 384.
412
Lo Que Usted Debe Saber
en que se describe ese nombre y ese número, queda todavía un enigma
que no debe pasarse por alto. Las palabras son estas: “El que
tiene entendimiento, cuente el número de la bestia; pues es número
de hombre” (Apocalipsis 13 :18). ¿Qué significa lo dicho en el sentido
de que el número de la bestia es número de hombre? ¿Significa
solamente que ella ha sido llamada por un nombre llevado antes por
algún hombre en particular? Este es el sentido en que tales palabras
han sido entendidas generalmente. Pero, seguramente, esto no sería
algo muy especial, algo que no pudiera aplicarse a innumerables nombres.
Pero es diferente cuando se ve este lenguaje en relación con
los hechos descubiertos sobre el particular y con la luz divina que
190 Latium Latinus (la forma romana del griego Lateinos), y Lateo, “permanecer
oculto,” todo viene por igual de la forma caldea “Lat,” que tiene el mismo significado.
El nombre de “Lat,” o el oculto, se le había dado evidentemente, así como a
Saturno, al gran dios babilónico. Esto es evidente por el nombre del pez Latus, que
fue adorado junto con la Minerva egipcia, en la ciudad de Latópolis, en Egipto, ahora
Eaneh (WILKINSON, vol. IV. p. 284, y vol. V. p. 253); ese pez Latus es, evidentemente,
sólo otro nombre para el dios-pez Dagón. Hemos visto que Ichthys, o el Pez,
fue uno de los nombres de Baco; y de la diosa asiria Atergatis se dice que fue arrojada
en el lago de Ascalón, con su hijo Ichthys.– (Vossius de Idolatria, lib. I. cap. XXIII. p.
89; también ATENEO, lib. VIII. cap. VIII. p. 346, E). Que el dios-sol Apolo había
sido conocido con el nombre de Lat, puede inferirse del nombre griego de su madre y
esposa Leto, o en dorio, Lato, que es sólo el femenino de Lat. El nombre romano
Latona confirma esto, pues significa “La lamentadora de Lat,” como Belona significa
“La lamentadora de Bel.” Al dios indio Siva que, como hemos visto, se representaba
alguna veces como un niño en los brazos de su madre, y tenía el mismo carácter
sanguinario que Moloc, o el Saturno romano, se le llamaba por este mismo nombre,
como puede verse por los siguientes versos que hacen referencia a la imagen encontrada
en su célebre templo en Somnaut:
“Esta imagen ceñuda, cuyo nombre era LAUT,
El valiente Mahmood la encontró cuando tocó en
Somnaut.”
–BORROW, Los Gitanos en España, o Zincali, vol. II. p. 113.
Como Lat se empleó como sinónimo de Saturno, puede haber una pequeña
duda de que Latino se empleara en el mismo sentido. Virgilio hace de Latino,
que fue contemporáneo de Eneas, el tercer descendiente de Saturno:
“Rex arva Latinus et urbes
Jam senior longa placidus in pace regebat.
Hunc Fauno et Mympha genitum Laurente Marica
Accipimus, Fauno Picus pater, isque parentem
Te, Saturne, refert.”
–La Eneida, lib. VII. ll. 45-49, p. 323.
Los reyes deificados recibían el nombre de los dioses de quienes ellos afirmaban
tener su origen, y no según sus dominios. Estamos seguros que lo mismo
ocurrió con Latino.
413
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
fulgura al mismo tiempo de la expresión. Saturno, el dios oculto, el
dios de los Misterios, a quien representa el Papa, y cuyos decretos
sólo eran revelados a los iniciados, era el mismo Jano, que era públicamente
conocido por toda Roma, tanto por los iniciados como por
los no iniciados, como el gran Mediador que tenía la llave del mundo
invisible, como el que abre y cierra. ¿Qué significa el nombre de
Jano? Este nombre, como lo demuestra Cornificio en Macrobio,
era propiamente Eanus;191 y en el caldeo antiguo, E-anush significa
“el Hombre.” Este mismo nombre se le dio a la bestia babilónica del
mar, cuando apareció por primera vez.192 El nombre E-anush, o “el
Hombre,” se aplicó al Mesías babilónico para identificarlo con la
simiente prometida de la Mujer. El nombre de “el Hombre,” aplicado
a un dios, tenía el propósito de señalarlo como el “hombre-dios.”
En la India hemos visto que las sastras hindúes dan testimonio de
que, con el fin de hacer posible que los dioses vencieran a sus enemigos,
fue necesario que el Sol, la divinidad suprema, se encarnara en
una Mujer y naciera de ella.193 Las naciones clásicas tenían precisamente
una leyenda del mismo tenor: “Había una tradición de general
aceptación en el cielo,” dice Apolodoro, “de que los gigantes nunca
podrían ser vencidos, excepto con la ayuda de un hombre.”194 Ese
hombre del que se creía que iba a vencer a los adversarios de los
dioses, era Jano, el hombre-dios. Como consecuencia de su supuesto
y explícito carácter, Jano fue investido de grandes poderes
como guardián de las puertas del cielo y como árbitro de los destinos
eternos de los hombres. De este Jano, de este “hombre” babilónico,
el Papa es, como lo hemos visto, el representante legítimo;
por tanto, él tiene su llave, al igual que Cibeles, su madre y esposa,
tiene la suya; y ahora reclama todas sus blasfemas pretensiones.
Entonces, el mismo hecho de que el Papa pretenda recibir el home-
191 Saturnalia, lib. I. cap. 9, p. 51, G.
192 El nombre que Beroso le da en griego es O-annés (p. 48); pero ésta es la misma
forma que podemos esperar “He-anesh,” “el hombre,” en griego. En griego, He-siri
se convierte en Osiris; y He-sarsiphon, en Osarsiphon; y, de la misma manera, Heanesh,
se convierte naturalmente en Oannés. Barker (Lares y Penates, p. 224) toma
el nombre de Oannés en el sentido de “dios-hombre.” En nuestros vecinos inmediatos,
los irlandeses, encontramos la conversión de la H’ en O;’ y lo que ahora es O’Brien
y O’Connell, fueron originalmente H’Brien y H’Connell.– (Esbozos de la Historia
Irlandesa, p. 72).
193 Ver ante, cap. III. p. 96.
414
Lo Que Usted Debe Saber
naje universal por la posesión de las llaves del cielo, y eso en el
sentido de que le da poder, desafiando así todo principio cristiano,
para abrir y cerrar las puertas de la gloria, según su sola y soberana
voluntad y arbitrio, es una prueba adicional y manifiesta de que él es
esa cabeza de la bestia del mar, cuyo número, al identificarse con
Jano, es número de hombre, y suma exactamente 666.
Pero todavía hay algo más en el nombre de Jano o Eanos, como
para no dejarlo a un lado. Jano, en tanto que fue adorado claramente
como el Mesías o el hombre-dios, también se le glorificó
como “Principium Deorum,”195 como el origen y el manantial de
todos los dioses paganos. Con este carácter, ya hemos seguido
su rastro desde Cus hasta Noé; pero para comprender en toda su
magnitud su pretensión a este elevado carácter, debemos seguir
su rastro más lejos todavía. En la época en que se inventaron los
Misterios, los paganos conocieron, y no podía ser que no la conocieran,
la historia completa de Adán, en los días de Sem y de
sus hermanos quienes, por medio del diluvio, habían pasado del
mundo antiguo al nuevo; y, por tanto, era necesario que su preeminente
dignidad como ser humano “padre de los dioses y de
los hombres,” no fuera desconocida, si iba a tener lugar una deificación
de la humanidad. Ni tampoco lo fue. Los Misterios
estaban llenos de lo que él hizo, y de lo que le aconteció; y el
nombre de E-anush, o Ph´anesh,196 “el hombre,” como apareció
en forma egipcia, fue solamente otro nombre para nuestro gran progenitor.
En el hebreo del Génesis, el nombre de Adán llevaba antepuesto,
casi siempre, el artículo, queriendo decir “el Adán,” o “el
hombre.” Sin embargo, hay esta diferencia: “El Adán” se refiere al
hombre que no ha caído; y E-anush, “el hombre,” al hombre que ha
caído. Entonces, E-anush, como “Principium deorum,” “el origen y
el padre de los dioses,” es el “Adán CAIDO.”197 El principio de la
idolatría pagana exaltaría la humanidad caída y consagraría
sus concupiscencias, dándole licencia a los hombres para que
194 Biblioteca, lib. I. en PARKHURST, sub voce “aaz,” Nº. V; ver también
MACROBIO, Saturnalia, lib. I. cap. 20, con respecto a “Hércules, el hombre.”
195 TERENCIANO MAURO, en BRYANT, vol. III. p. 82.
196 WILKINSON, vol. IV. p. 191.
415
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
vivieran según la carne y, sin embargo, después de una vida
semejante, les daría la seguridad de la felicidad eterna. Eanos,
el hombre caído, fue ensalzado como la Cabeza de este sistema de
corrupción, de este “Misterio de Iniquidad.” Por esto, vamos a ver
el verdadero significado del nombre dado a la divinidad adorada
comúnmente en Frigia junto con Cibeles, y con el mismo carácter del
propio Jano que era, a la vez, el Padre de los dioses, y la divinidad
mediadora. Ese nombre era Atys, Attis, o Attes,198 y el significado
se derivará de la bien conocida palabra griega Até, que significa “error
de pecado,” y derivada obviamente de la caldea Hata, “pecar.” Atys
o Attes, derivadas de manera similar del mismo verbo, significan “el
pecador.” El lector recordará que Rea, o Cibeles, era adorada en
Frigia con el nombre de Idaia Mater, “La madre del conocimiento,”
y que llevaba en la mano, como su símbolo, una granada, siendo
razonable concluir, por lo que hemos visto, que el fruto del “árbol
prohibido”199 gozaba del aprecio de los paganos. ¿Qué divinidad
más idónea, entonces, para ser la divinidad contemplativa de esa
“Madre del conocimiento” que Ates, “El pecador,” su propio esposo,
a quien indujo a compartir con ella su pecado y a participar de su
fatal conocimiento, y quien llegó a ser por esto, en sentido recto y
verdadero, “El hombre de pecado”? “El pecado entró en el mundo
por un hombre, y por el pecado la muerte, y la muerte así pasó a
197 Anesh significa propiamente sólo la debilidad o fragilidad de la humanidad caída;
pero cualquiera que consulte a OVIDIO, Fastos, “Kal. Jun.,” ll. 100, etc., vol. III.
p. 346, en cuanto al carácter de Jano, verá que cuando E-anush fue deificado, no lo
fue simplemente como un hombre Caído por su debilidad, sino como un hombre
Caído por su corrupción.
198 SMITH, Diccionario Clásico, “Atys,” p. 107. La identificación de Ates con Baco
o Adonis, que era, a la vez, el Padre de los dioses, y el Mediador, se demuestra por
diversas consideraciones.– 1. Mientras es cierto que el dios favorito de la frigia Cibeles
era Ates, por lo cual se le llamó “Cibeles Ates;” por Estrabón, lib. X. p. 452, sabemos
que la divinidad adorada junto con Cibeles en Frigia, tenía el mismo nombre de
Dionisos o Baco. 2. A Ates se le representaba en la misma forma que a Baco. En
Bryant hay una inscripción para él junto con la diosa idaena, es decir, Cibeles, con el
nombre de “Attis el Minotauro” (Mitología, vol II. p. 109, Nota). Baco era el cornudo;
es bien sabido que el Minotauro, de igual manera, era mitad hombre, y mitad toro.
3. En la historia esotérica se le representaba pereciendo de la misma manera que
Adonis por un jabalí salvaje (PAUSANIAS, lib. VII., Achaica, cap. 17). 4. En los
ritos de la Magna Mater o Cibeles, los sacerdotes lo invocaban como el “dios propicio,
el dios santo,” “el dios misericordioso, el dios bendito” (ARNOBIO, lib. I. en
Maxima Biblioth. Patrum, en Ed. Adv. Lib., tom. III. p. 435, Lugd., 1677), el mismo
carácter que Baco o Adonis presentaba como el dios mediador.
416
Lo Que Usted Debe Saber
todos los hombres en aquel en quien todos pecaron.”200 A Ates, este
“Hombre de pecado,” se le atribuyeron las características distintivas
y las glorias del Mesías, después de haber pasado por las tristezas y
los sufrimientos que sus adoradores conmemoraban anualmente. Se
le identificó con el sol,201 el solo y único dios; se le identificó con
Adonis; y para él, identificado de este modo, el lenguaje del Salmo
16, al profetizar el triunfo de nuestro Salvador, el Cristo, sobre la
muerte y la tumba, se le aplicó en toda su grandeza: “Porque no
dejaréis mi alma en el Seol, ni permitirás que tu santo vea corrupción.”
Se sabe muy bien que la primera parte de esta aseveración se
aplicó a Adonis, pues el duelo anual de las mujeres por Tamuz, se
tornó rápidamente en regocijo por su fabulado regreso del Hades, o
regiones infernales. Pero no es tan bien sabido que el paganismo
aplicó a su dios mediador la antedicha incorrupción del cuerpo del
Mesías. Sin embargo, que así fue, lo sabemos por el claro testimonio
de Pausanias. “Agdistis,” es decir, Cibeles, dice él, “consiguió
de Júpiter que ninguna parte del cuerpo de Ates se corrompiera o
se destruyera.”202 Así, el paganismo aplicó a Ates, “el pecador” el
intransferible honor de Cristo, que vino para redimir “a Israel de
todos sus pecados,” como se dice en el lenguaje divino empleado
por el “dulce salmista de Israel,” mil años antes de la era cristiana.
Por tanto, si el Papa ocupa, como lo hemos visto, el mismo lugar de
Jano, “el hombre,” ¿cuán evidente es que ocupa igualmente el lugar
de Ates, “el pecador,” y cómo llama, entonces, la atención a este
respecto el nombre de “hombre de pecado,” como se dice en el
lenguaje divino de la profecía (2 Tesalonicenses 2:3), dado al que iba a
199 Ver ante, p. 111.
200 Toda la historia de Ates puede probarse detalladamente por ser la historia de la
Caída. Aquí es suficiente sólo con decir que, aun cuando superficialmente, se decía
que su pecado estaba relacionado con el amor indebido por “una ninfa, cuyo destino
dependía de un árbol” (OVIDIO, Fastos, lib. IV., Ludi Megalenses). El amor de
Ates por esta ninfa era en un aspecto una ofensa para Cibeles pero, por otro, era el
amor de Cibeles misma; porque Cibeles tenía dos caracteres fundamentales distintos:
el del Espíritu Santo, y también el de nuestra madre Eva (ver Apéndice, Nota G). “La
ninfa cuyo hado dependía de un árbol” era evidentemente Rea, la madre de la humanidad.
201 BRYANT, vol. I. p. 387, Nota. El fundamento para la identificación de Atis con el
sol era evidentemente debido a que Hata que significa pecar, y Hatah, que significa
quemar, se pronuncian casi de la misma manera. Como ilustración del nombre Ates,
o Atis, como “El Pecador,” ver Apéndice, Nota R.
417
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
ser la cabeza de la apostasía cristiana, al que iba a concentrar en esa
apostasía toda la corrupción del paganismo babilónico?
Así se demuestra en todos los terrenos que el Papa es la cabeza
visible de la bestia. Pero la bestia no tiene solamente una cabeza
visible, sino que tiene una cabeza invisible que la gobierna. Esa
cabeza invisible no es ninguna otra que Satanás, la cabeza de la
primera gran apostasía que empezó en el mismo cielo. Está fuera
de duda que el lenguaje de Apocalipsis 13:4, “y adoraron al
dragón que había dado la potestad a la bestia, y adoraron a la
bestia, diciendo: ¿Quién es semejante a la bestia, y quién podrá
lidiar con ella.” Este lenguaje muestra que el culto del dragón es
proporcional al culto de la bestia. Que el dragón es, en primer
lugar, Satanás, el mismo demonio, se ve claramente por lo dicho
en el capítulo anterior (Apocalipsis 12:9): “Y fue lanzado fuera aquel
gran dragón, que es la serpiente antigua, que es llamada diablo y
Satanás, el cual engaña al mundo entero.” Entonces, si el Papa
es, como hemos visto, la cabeza visible de la bestia, los seguidores
de Roma, al adorar al Papa, necesariamente adoran también
al diablo. Con la aseveración divina ante nosotros, no hay posibilidad
de escapar de esto. Y esto es exactamente lo que podemos
esperar en otros terrenos. Recordemos que el Papa, como
la cabeza del Misterio de Iniquidad, es “el hijo de perdición,” el
Iscariote, el falso apóstol, el traidor. Se ha dicho expresamente
que antes de que Judas cometiera su traición, “Satanás,” el príncipe
de los demonios, “entró en él,” y tomó completa y plena
posesión de él. El Misterio de Iniquidad iba a practicarse y a
prosperar “por operación,” a saber, literalmente, “de Satanás,
con grande potencia” (2 Tesalonicenses 2 :9).203 Por tanto, el mismo
Satanás, y no ningún espíritu subalterno del infierno, debe
presidir sobre todo el inmenso sistema de la iniquidad consagrada;
él debe tomar posesión personalmente de aquel que es su
cabeza visible, para que el sistema pueda ser guiado por su diabólica
astucia, y “fortalecido” por su poder sobrehumano. Teniendo
presente esto, vemos enseguida cómo es que, cuando los
seguidores del Papa adoran “la bestia,” adoran también al “dra-
202 PAUSANIAS, lib. VII., Achaica, cap. 17.
418
Lo Que Usted Debe Saber
gón que había dado la potestad a la bestia.”
Así, completamente al margen de la evidencia histórica en este
punto, llegamos a la irresistible conclusión de que el culto de
Roma es un inmenso sistema de culto al demonio. Si se acepta
de una sola vez que el Papa es la cabeza de la bestia del mar, nos
limitamos al mero testimonio de Dios, sin ninguna otra evidencia,
sea ella la que fuere, para aceptar como un hecho que, los
que consciente o inconscientemente veneran al Papa, están adorando
realmente al diablo. Pero, ciertamente, tenemos la evidencia
histórica, y de muy notable calidad, de que el Papa, como
cabeza de los Misterios caldeos, es tanto el representante directo
de Satanás, como el representante del falso Mesías de Babilonia.
Esto fue observado hace mucho tiempo por Ireneo, más o menos
a fines del siglo segundo, en el sentido de que el nombre de
Titán contenía el número místico 666, y lo dijo como opinión
suya al afirmar que Titán era “con mucho el nombre más probable”
de la bestia del mar.204 Los fundamentos de su opinión, como la
manifestó él mismo, no tenían mucho peso, pero la había sacado de
otros que tenían mejores y más válidas razones para lo que creían
sobre este asunto. Averiguando esto, se encontrará realmente que
mientras Saturno era el nombre de la cabeza visible, Titán era el
nombre de la cabeza invisible de la bestia. Teitan es solamente la
forma caldea de Sheitan,205 el mismo nombre por el que Satanás ha
sido llamado, desde tiempo inmemorial, por los adoradores del diablo
en Kurdistán;206 y desde Armenia o Kurdistán, este culto al diablo,
incorporado en los Misterios caldeos, pasó al occidente, a Asia
Menor, y de allí a Etruria y a Roma. De que Titán era conocido
realmente por las naciones clásicas de la antigüedad como Satán, o
el espíritu del mal, y el que dio origen a la perversión moral, tenemos
203 El mismo término “potencia” aquí empleado, es el término usado continuamente
en los libros caldeos para describir la inspiración que proviene de los dioses y de los
demonios para sus adoradores.—(TAYLOR, Yámblico, p. 163, y siguientes).
204 IRENEO, lib. V. cap. 30, p. 802. Aunque el nombre de Titán se derivó originalmente
del caldeo, llegó a ser, sin embargo, completamente naturalizado en el idioma
griego. Por tanto, para dar evidencia más abundante sobre este importante asunto,
parece que el Espíritu de Dios ha ordenado que el número de Titán se encontrara
según la computación griega, en tanto que el de Saturno se encontrara por medio de la
caldea.
419
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
las siguientes pruebas: La historia de Titán y sus hermanos, dada por
Homero y Hesíodo, los dos escritores más antiguos entre los escritores
antiguos de Grecia, aunque con ella se hayan mezclado, obviamente,
leyendas posteriores, es evidentemente el duplicado exacto
del relato bíblico sobre Satanás y sus ángeles. Homero dice que
“todos los dioses del Tártaro,” o infierno, “se llamaban Titanes.”207
Hesido relata como estos Titanes, o “dioses del infierno” vinieron
para tener su morada allí. El jefe de ellos cometió cierto acto de
maldad contra su padre, el dios supremo del cielo, con el beneplácito
de muchos otros de los “hijos del cielo;” el padre pronunció sobre
ellos una maldición, “llamándolos con el oprobioso nombre de
Titanes;”208 y, entonces, como consecuencia de esa maldición, fueron
“arrojados al infierno,” y “atados con cadenas de obscuridad”
en los abismos.209 Mientras que este es el relato primitivo de Titán y
de sus seguidores entre los griegos, encontramos que, en el sistema
caldeo, Titán era sólo un sinónimo para Tifón, la serpiente maligna o
dragón, que era considerada universalmente como el diablo, o el
autor de toda maldad. Fue Tifón, según la versión pagana de la
historia, el que mató y despedazó a Tamuz; pero Lactancio, que
estaba completamente familiarizado con el asunto, reconviene a
sus compatriotas por “adorar a un niño despedazado por los
Titanes.”210 Entonces, es innegable que Titán era el mismo dragón,
o Satanás,211 en la creencia pagana.
En los Misterios, como se indicó anteriormente, tuvo lugar un
cambio importante tan pronto como se allanó el camino para
ello. Primero, Tamuz fue adorado como el aplastador de la ca-
205 El lector culto no tiene necesidad de ejemplos como prueba de esta frecuente
transformación caldea de la Sh en S o en T; pero para el lector común puede aducirse
lo siguiente: el hebreo Shekel, pesar, se convierte en Tekel en caldeo; el hebreo Shabar,
romper, en el caldeo Tabar; el hebreo Seraphim, en el caldeo Teraphim, el duplicado
babilónico del querubín o serafín divino; el hebreo Asar, ser rico, en el caldeo Atar; el
hebreo Shani, segundo, en el caldeo Tanin, etc.
206 WALPOLE, Ansayri, vol. I. p. 397. LAYARD, Nínive, vol. I. pp. 287, 288. Ver
también REDHOUSE, Diccionario Turco, sub voce “Satán,” p. 303. Los turcos eran
procedentes del Eufrates.
207 HOMERO, La Ilíada, lib. XVI. l. 279, p. 549.
208 HESIODO, Teogonía, l. 207, pp. 18, 19.
420
Lo Que Usted Debe Saber
beza de la serpiente, significando, por tanto, que él era el destructor
señalado del reino de Satanás. Entonces el dragón mismo,
o Satanás, vino a recibir culto en cierta medida para “consolarlo,”
como decían los paganos, “por la pérdida de su poder,” y
para evitar que él les hiciera daño;212 y, por último, el dragón, o
Titán, o Satán, llegó a ser el objeto supremo de culto. La Titania,
o los ritos de Titán, ocuparon un lugar prominente en los Misterios
egipcios,213 y también en los de Grecia.214 Qué tan vital e
importante fue el lugar que ocuparon estos ritos de Titán o Satán,
puede juzgarse por el hecho de que Plutón, el dios del Infierno
(que en su última caracterización fue solamente el gran Adversario),
era mirado con temor reverencial y pavor como el gran
dios de quien dependían principalmente los destinos de la humanidad
en el mundo eterno, pues se decía que a Plutón le correspondía
“purificar las almas después de la muerte.”215 Al ser el purgatorio
tanto en el paganismo como en el papado, el punto capital de la
superchería eclesiástica y de la superstición, ¡qué poder el que se le
atribuye al “dios del Infierno! No sorprende que la serpiente, el gran
instrumento del diablo para seducir a la humanidad, fuera adorada
en toda la tierra con tan extraordinaria reverencia, como para que se
diga en el Octateuco de Ostanes que “las serpientes fueron los dioses
supremos de todos los dioses y los príncipes del Universo.”216
No sorprende que se llegue al extremo de creer firmemente que el
Mesías, de quien dependían las esperanzas del mundo, ¡fuera El
Mismo la “simiente de la serpiente”! Esto fue claramente lo que
209 Ibid. ll. 717, 729, pp. 56-59. Creo que el lector verá que Urano, o el Cielo, contra
quien se rebelaron los titanes, era justamente Dios.
210 LACTANCIO, La Religión Falsa, p. 221; también CLEMENTE ALEJANDRINO
vol. I. p. 30.
211 Hemos visto que Sem fue quien verdaderamente mató a Tamuz. Como el gran
adversario del Mesías pagano, aquellos que odiaban a Tamuz por sus hazañas lo llamaron
por esas mismas hazañas por el nombre del Gran Adversario de todos, Tifón,
o el Diablo. “Si llamaron al Amo de la casa, Belzebú,” no sorprende que sus siervos
sean llamados con un nombre similar.
212 PLUTARCO, De Iside, vol. II. p. 362.
213 Ibid. vol. II. p. 364.
214 POTTER, Antigüedades, vol. I., sub voce “Titania,” p. 400.
421
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
ocurrió en Grecia, pues la historia corriente llegó a ser la de que el
primer Baco nació como consecuencia de una relación de parte de
su madre con el padre de los dioses, convertido en una “serpiente
manchada.”217 Ese “padre de los dioses” era claramente el “dios del
infierno,” porque Proserpina, la madre de Baco, que concibió y dio
a luz milagrosamente al niño maravilloso, y cuya violación por parte
de Plutón ocupa lugar tan destacado en los Misterios, era adorada
como la esposa del dios del Infierno, como lo hemos visto, con el
nombre de la “Santa Virgen.”218 En esta leyenda se importó claramente
la historia de la seducción de Eva,219 como Julio Firmico y los
primeros apologistas cristianos les echaban en cara a los paganos de
sus días; pero el colorido que se le da en la leyenda pagana, es muy
diferente del que tiene en la Palabra divina. Así el gran Timbleriger, al
transportar hábilmente los guisantes por medio de los hombres, que
empezaron por dar muestras de gran aversión por su carácter, consiguió
que se le reconociera ciertamente, casi en todas partes, como
“el dios de este mundo.” Tan profunda y tan fuerte fue la influencia
que Satanás se dio maña para conseguir en el mundo antiguo con tal
carácter que, incluso cuando el cristianismo ya había sido proclamado
para el hombre, y había brillado con luz verdadera desde el cielo,
la misma doctrina que hemos estado considerando levantó su cabeza
entre los discípulos declarados de Cristo. Aquellos que sostenían
tal doctrina fueron llamados ofianos u ofitas, es decir, adoradores de
la serpiente. “Estos herejes,” dice Tertuliano, “magnificaban la serpiente
hasta el grado de preferirla, incluso, a Cristo Mismo; porque
ella, decían, nos dio el primer conocimiento del bien y del mal. Fue
215 TAYLOR, Pausanias, vol. III. p. 321, Nota.
216 EUSEBIO, Praeparatio Evang., lib. I. p. 50.
217 OVIDIO, Metam., lib. VI. l. 114. Así de profunda era la idea de “la simiente de la
serpiente” convirtiéndose en el gran rey del mundo impreso en la mente pagana, para
que cuando un hombre fuera a ser un dios sobre la tierra, era esencial que él estableciera
su título con ese carácter, para que se probara a sí mismo que era la “simiente de
la serpiente.” Así, cuando Alejandro el Grande reclamó honores divinos, es bien
sabido que su madre Olimpia, declaró que él no había sido engendrado por el rey
Filipo, su esposo, sino por Júpiter, en forma de serpiente. De igual manera, dice la
autora de Roma en el Siglo Diecinueve, vol. I. p. 388, que el emperador romano
“Augusto pretendía que él era hijo de Apolo, y que el dios había tomado la forma de
una serpiente con el propósito de engendrarlo.” – Vid. SUET. AUGUSTUS.
218 Ver ante, p. 126.
422
Lo Que Usted Debe Saber
por la percepción de su poder y majestad por la que Moisés fue
inducido para que erigiera la serpiente de bronce, con el fin de que
cualquiera que la mirara, se sanase. Cristo Mismo, afirmaban, imita
en el Evangelio el poder sagrado de la serpiente cuando dice que
‘como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario
que el Hijo del hombre sea levantado.’220 Ellos la presentan cuando
bendicen la Eucaristía.” Estos malvados herejes adoraban abiertamente
la serpiente antigua, o Satanás, como la gran benefactora de
la humanidad, porque les reveló el conocimiento del bien y del mal.
Pero esta doctrina la habían tomado del mundo pagano, del cual
habían venido, o de los Misterios cuando éstos vinieron para ser
recibidos y para ser celebrados en Roma. Aunque Titán, en los días
de Hesíodo y de la Grecia primitiva, era un “nombre de oprobio;” sin
embargo, en Roma, en los días del Imperio y antes de él, había llegado
a ser todo lo contrario. “El espléndido o glorioso Titán” era la
forma en que se hablaba de Titán en Roma. Este era el título dado
comúnmente al Sol, tanto al astro del día, como cuando era considerado
como una deidad. El lector ya ha visto que, en Roma, otra
forma de la divinidad del sol o Titán era la serpiente epidauriana,
adorada con el nombre de “Esculapio,” es decir, “la serpiente que
instruye al hombre.”221 Entonces, allí, en Roma, estaba Titán, o Satán,
identificado como la “serpiente que enseñó a la humanidad,” que
le abrió los ojos (cuando, por supuesto, estaba ciega), y le dio “el
conocimiento del bien y del mal.” En Pérgamo y en toda el Asia
Menor, de las cuales Roma tomó directamente su conocimiento de
los Misterios, ocurrió lo mismo. En Pérgamo, especialmente, donde
se encontraba, como es bien sabido, la predominante “sede de Satán,”
la divinidad del sol, se le adoraba bajo la forma de una serpiente
y con el nombre de Esculapio, “la serpiente que instruye al hombre.”
Según la doctrina fundamental de los Misterios, tal como se
trajo de Pérgamo a Roma, el sol era el solo y único dios.222 Entonces,
Titán, o Satanás, fue reconocido así como el solo y único dios; y
de ese único dios, Tamuz o Jano era sólo una encarnación en su
219 Encontramos que Semele, la madre del gran Baco griego, había sido identificada
con Eva, pues se le había dado el nombre de Eva, como nos dice Focio: “Ferécides
llamó Semele a Hué.” – (FOCIO, Lex., part. II. p. 616). Hué es justamente el nombre
hebreo para Eva, sin los puntos.
220 TERTULIANO, De Praescript. Adv. Haereticos, cap. 47, vol. II. pp. 63, 64.
423
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
carácter de Hijo, o de simiente de la mujer. Aquí está, entonces,
sacado a la luz, el gran secreto del Imperio romano, a saber, el verdadero
nombre de la deidad tutelar de Roma. Ese secreto fue el
secreto más celosamente guardado, hasta el punto de que cuando
Valerio Sorano, un hombre de altísima posición social y, como dice
Cicerón, “el más erudito de los romanos,” lo divulgó incautamente,
fue condenado sin piedad a muerte por la revelación que había hecho.
Ahora, sin embargo, está claramente revelado. Una representación
simbólica del culto del pueblo romano, proveniente de
Pompeya, confirma pasmosamente esta deducción por la evidencia
que muestra a los sentidos. Que el lector eche una ojeada al grabado
adjunto (Fig. 59).223 Ya hemos visto que el autor de Pompeya
admite, con respecto a la representación anterior, que las serpientes
de la parte inferior son sólo otra manera de mostrar las enigmáticas
divinidades representadas en la parte superior. Aceptando el mismo
principio, resulta que las golondrinas que persiguen las moscas, representan
lo mismo que las serpientes de la parte inferior. Pero la
serpiente, de la cual hay una doble representación es,
incuestionablemente, la serpiente de Esculapio. Por tanto, la golondrina
que mata moscas debe representar la misma divinidad. Todo
el mundo sabe cuál era el nombre por el que era llamado “el Señor
de la mosca,” o el dios destructor de las moscas del mundo oriental.
Era Beel-zebub.224 Este nombre, que significa “el Señor de la mosca,”
para el profano significaba solamente el poder que destruía los
enjambres de moscas cuando estos llegaban, como lo hacían con
frecuencia en los países de clima caliente, convirtiéndose en una especie
de tormento para el pueblo que invadían. Pero este nombre, al
identificarse con la serpiente, se revela claramente como uno de los
221 Aish-shkul-apé, de Aish, “hombre;” shkul, “instruir;” y Aphé o Apé, “una serpiente.”
La forma griega de este nombre, Asklepios, significa simplemente “la serpiente
que instruye,” y viene de A, “la,” skl, “enseñar,” y hefi, “una serpiente,” las palabras
caldeas modificadas de este modo en Egipto. El nombre Asclepios tiene, sin embargo,
otro sentido como derivado de Aaz, “potencia,” y Khlep, “renovar;” y, por tanto,
en la doctrina esotérica, a Asclepios se le conoció simplemente como “el restaurador
de la potencia,” o el dios que sana. Pero, identificado con la serpiente, parece que el
verdadero significado del nombre sea el que se dijo primero. Macrobio, al hacer una
descripción de la doctrina mística de los antiguos, dice que Esculapio era esa benéfica
influencia del sol que impregna las almas de los hombres.– (Saturnalia, lib. I. cap.
23). La serpiente era el símbolo del sol iluminador.
222 MACROBIO, Saturnalia, lib. I. cap. 17, 23, pp. 65, C, y 72, 1, 2.
424
Lo Que Usted Debe Saber
nombres distintivos de Satanás. Y, ¡qué apropiado es este nombre
cuando se comprende su significado místico o esotérico! ¿Cuál es el
significado real de este nombre tan familiar? Beel-zebub significa
exactamente “el Señor inquieto,”225 y también ese desgraciado que
“va de un lado para otro de la tierra, y la recorre de arriba abajo,”
que “va por los lugares áridos en busca de reposo, pero no lo encuentra.”
Por todo esto, es inevitable la deducción de que Satanás,
en su propio nombre, debe haber sido el gran dios del secreto y
misterioso culto de las serpientes, y esto explica el extraordinario
misterio que se observa en el asunto.226 Por tanto, cuando Graciano
abolió la disposición legal para el mantenimiento del culto al fuego y
del culto a la serpiente en Roma, vemos cómo se cumplió la profecía
divina en un sentido parcial y limitado (Apocalipsis 12 :9): “Y fue lanzado
fuera aquel gran dragón, que es la serpiente antigua, que es llamada
DIABLO y SATANAS, el cual engaña a todo el mundo; y fue
arrojado en tierra, y sus ángeles fueron derribados con él.”227 Así
como el Pontífice pagano, de cuyos poderes y prerrogativas se ha
servido el Papa como heredero, era de esta manera el sumo sacerdote
de Satanás, así también cuando el Papa entró en asociación y
alianza con ese sistema de culto al diablo, y consintió en ocupar el
mismo lugar de ese Pontífice, trayendo a la Iglesia todas sus abominaciones,
como él lo ha hecho, necesariamente llegó a ser el Primer
Ministro del demonio y, por supuesto, cayó tan completamente bajo
su poder, como lo había estado siempre al anterior Pontífice.228 Qué
exacto es el cumplimiento de la aseveración divina de que la venida
del Hombre de pecado iba a ser “obra de Satanás, con gran poder.”
Fig. 59
223 De Pompeya, vol. II. p. 141.
224 KITTO, Comentario Ilustrado, vol. II. p. 317.
La Serpiente de Esculapio, y las Golondrinas que persiguen Moscas,
el Símbolo de Beel-zebub, de Pompeya
425
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
Aquí, entonces, está la gran conclusión a la cual nos vimos obligados
a llegar, tanto en los terrenos históricos como en los bíblicos: Así
como el misterio de la santidad es la manifestación de Dios en la
carne, así también el misterio de iniquidad es – hasta donde tal cosa
es posible – la encarnación del diablo.