El Remanente De Israel
YAHSHUA
SUBSECCION II — EL HIJO EN EGIPTO
Al volver a Egipto, encontramos allí también una notable y semejante
evidencia. Justino, como ya hemos visto, dice que “Nino
sometió a todas las naciones hasta Libia,” y, en consecuencia, a
Egipto. La aseveración de Diodoro Sículo es del mismo tenor,
en el sentido de que Egipto fue uno de los países que Nino sometió,
según él.113 En total acuerdo con estas aseveraciones históricas
encontramos que el nombre de la tercera persona en la
triada egipcia fue Khons. Pero Khons en egipcio viene de una
palabra que significa “cazar.”114 Por tanto, el nombre de Khons,
el hijo de Maut, la diosa madre, cuyas cualidades la identificaban
con Rea, la gran diosa madre de los caldeos,115 significaba
propiamente “el Cazador,” o el dios de la caza. Como la rela-
111 APOLODORO, Fragmento 68, en MÜLLER, vol. I. p. 440.
112 DIODORO, lib. II. p. 69.
113 Ver BRYANT, vol. II. p. 377.
114 BUNSEN, vol. I. p. 392, y Vocabulario, p. 488. El cóptico para “cazar” es Kwvc,
pronunciándose la c como s.
115 El ornamento distintivo de Maut era el tocado de buitre. El nombre de Rea, en
uno de sus significados es buitre. Para el significado místico de este nombre, ver
Apéndice, Nota C.
67
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
ción de Khons con la egipcia Maut es la misma que existe entre
Nino y Rea, ¿de qué manera identifica este título de “el Cazador”
al dios egipcio con Nimrod? Este mismo nombre de Khons
puesto en contacto con la mitología romana, no sólo explica el
significado del nombre de un dios del Panteón romano que, hasta
ahora se ha mantenido reacio a la necesidad de una explicación,
sino que hace que, cuando ese nombre se explica, se arroje
nueva luz sobre esta divinidad egipcia, y se refuerce la conclusión
a que se ha llegado. El nombre al cual me refiero es el
nombre del dios latino Conso que, en algún aspecto, fue identificado
con Neptuno,116 pero que también era considerado como
“el dios de las cosas ocultas” o como “el encubridor de los secretos,”
y era tenido como el protector de la equitación, pues se
decía que él había creado al caballo.117 ¿Quién podía ser “el dios
de las cosas ocultas,” o “el encubridor de los secretos,” sino
Saturno, el dios de los “misterios,” y cuyo nombre tal como era
usado en Roma, significaba “el Oculto”?118 El padre de Khons o
Khonso (como también se le llamaba), es decir Amón, fue conocido,
como nos dice Plutarco, como “el dios oculto,”119 y ya que
el padre y el hijo tienen, por lo general, una correspondencia de
carácter en la misma triada, esto demuestra que Khons también
debió de haber sido conocido con el mismo carácter de Saturno,
es decir, como “el Oculto.” Entonces, si el latino Conso concuerda
tan exactamente con el egipcio Khons como el dios de
“los misterios” o el dios de “los secretos,” ¿puede haber duda de
que Khons, “el Cazador,” también concuerda con la misma divinidad
romana de quien se supone que creó el caballo? ¿Quién
que sea tan idóneo para tener el crédito de haber creado al caballo
como el gran cazador de Babel, que lo reclutó, sin duda, para
116 Cómo Nimrod fue considerado como el dios del mar, aparecería después. Ver
Capítulo Cuarto, Sección I.
117 FUSS, Antigüedades Romanas, cap. IV. p. 347.
118 El significado que los romanos le asignaban al nombre Saturno se deriva evidentemente
de la explicación que ellos daban del origen del nombre del Lacio, nombre éste
que le fue dado, decían ellos, porque “Saturno había permanecido oculto seguramente
en sus costas.” VIRGILIO, La Eneida, lib. VIII. Ver también OVIDIO, Fastos,
lib. I.
119 PLUTARCO, De Iside et Osiride, vol. II. p. 354.
68
Lo Que Usted Debe Saber
las faenas de la caza, siendo de esta manera ayudado grandemente
en su lucha contra las bestias salvajes? A propósito de
esto, es bueno que el lector traiga a la memoria esa fabulosa
criatura, el centauro, que era mitad hombre y mitad caballo y
que tanto figura en la mitología de Grecia. Esa creación imaginaria
tenía el propósito, como se admite generalmente, de recordar
al hombre que primero enseñó el arte de la equitación.120 Pero
esa creación no fue producto de la fantasía griega, pues en esto,
como en muchas otras cosas, los griegos se limitaron a tomarla
de una fuente anterior. El centauro se encuentra en monedas
acuñadas en Babilonia (Fig. 15),121 demostrándose así que tal
120 Como ilustración del principio que llevó a la creación de la imagen del centauro,
se puede dar el siguiente pasaje de PRESCOTT, México, vol. I. p. 259, como demostración
de los sentimientos de los mejicanos cuando vieron al primer hombre a caballo:
“El (Cortés) ordenó a sus hombres [los que iban a caballo] que apuntaran sus
lanzas al rostro de sus oponentes quienes, aterrorizados ante la monstruosa aparición
– pues ellos suponían que el jinete y el caballo, al que nunca habían visto antes, eran
la misma cosa – fueron sobrecogidos por el pánico.”
121 Ver Nínive y Babilonia, p. 250, y BRYANT, vol. III., lámina, p. 245.
122 Nínive y sus Ruinas, vol. II. p. 440, Nota. El nombre que allí se le da es Sagitario.
Ver nota más abajo.
Fig. 15 Fig. 16
El Centauro
De Babilonia De la India
69
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
idea debe de haber salido originalmente de esa moneda. El centauro
se encuentra en el zodíaco (Fig. 16),122 y su antigüedad se
remonta a un período remoto, teniendo su origen en Babilonia.
El centauro estaba representado, como nos lo dice el historiador
babilónico Beroso, en el templo de Babilonia,123 y el lenguaje
que él usa parece demostrar también que así había sido en los
tiempos primigenios. Ciertamente que los griegos mismos admitieron
la antigüedad y el origen foráneo del centauro porque,
aunque comúnmente se representaba a Ixión como el padre del
centauro, reconocían, sin embargo, que el centauro era tan primitivo
como Cronos o Saturno, el padre de los dioses.124 Pero
hemos visto que Cronos o Nimrod fue el primer rey de Babilonia;
y, en consecuencia, también lo fue el primer centauro. Visto así,
es muy sorprendente la manera como se representa al centauro
en las monedas de Babilonia y en el zodíaco. El centauro era el
mismo signo de Sagitario o “el Arquero.”125 Si el fundador de la
gloria de Babilonia fue “el Cazador poderoso,” cuyo nombre
aun en los días de Moisés era proverbial (Génesis 10:9, “Este
fue [Nimrod] poderoso cazador delante del SEÑOR), y cuando
encontramos al “Arquero” con su arco y sus flechas en el símbolo
de la suprema divinidad babilónica,126 y el “Arquero” entre
los signos del zodíaco que tuvieron su origen en Babilonia, creo
que podemos concluir con seguridad que este Arquero hombrecaballo,
o caballo-hombre se refería originalmente a él, y tenía
el propósito de perpetuar el recuerdo, al mismo tiempo que su
fama como cazador y su habilidad como domador de caballos.
123 BEROSO, apud BUNSEN, p. 708.
124 El escoliasta en Licofrón, v. 1200, apud BRYANT, vol. III. p. 315. El escoliasta
dice que Quirón era el hijo de “Centauros, es decir, Cronos.” Si alguien objeta que
como se dice que Quirón vivió en tiempos de la guerra de Troya, esto demuestra que
su padre Cronos no puede ser el padre de los dioses y de los hombres, Xenofón
responde, diciendo “que Cronos era hermano de Júpiter.” – De Venatione, p. 973.
125 Ver las monedas ya mencionadas, y también la figura en el Zodíaco. Ver también
Manilio, I. 270, donde él describe a Sagitario como “mixtus equo.” De aquí que
Smith diga en su Diccionario Clásico que Sagitario es “llamado frecuentemente centauro.”
126 LAYARD, Nínive y sus Ruinas, vol. II. p. 448. Para el significado del nombre
centauro, ver Apéndice, Nota E.
70
Lo Que Usted Debe Saber
Cuando comparamos de este modo al egipcio Khons, “el Cazador,”
con el latino Conso, el dios de las carreras de caballos, el
que “creó el caballo,” y con el centauro de Babilonia, al que se
atribuye el honor de ser el padre de la equitación, y mientras
vemos cómo todas las líneas convergen en Babilonia, será muy
claro, pienso yo, saber de dónde proviene el primitivo dios egipcio
Khons.
Khons, el hijo de la gran madre-diosa parece haber sido representado
generalmente como un dios en pleno crecimiento.127 La
divinidad babilónica también era representada muy frecuentemente
de la misma manera en Egipto que en la tierra de su origen,
es decir, como un niño en los brazos de la madre.128 Esta es
la forma en que Osiris, “el hijo y el esposo de su madre,” fue
representado con frecuencia, y lo que sabemos de este dios, lo
mismo que en el caso de Conso, demuestra que, en su origen, no
fue otro que Nimrod. Se admite que el sistema secreto de la
francmasonería se fundamenta originalmente en los Misterios
de la Isis egipcia, la diosa madre, o la esposa de Osiris. Pero lo
que pudo haber llevado a la unión del cuerpo masónico con estos
Misterios, ¿no habría tenido relación particular con la arquitectura,
y el dios que se adoraba en ellos no habría sido celebrado
por su éxito en perfeccionar las artes de la fortificación y de
la construcción? Si ese era el caso, y teniendo en cuenta la relación
en la cual, como hemos visto, Egipto se mantuvo al lado de
Babilonia, ¿quién se consideraría allí naturalmente como el gran
protector del arte masónico? La presunción firme es que Nimrod
debe haber sido ese hombre. El fue el primero que se hizo famoso
de ese modo. Como el hijo de la diosa madre babilónica, él
fue adorado, como hemos visto, con el carácter de Alá Mahozín,
“el dios de las fortificaciones.” De igual manera Osiris, el hijo
de la Madona egipcia, fue celebrado también como “el poderoso
jefe de las edificaciones.”129 Este fuerte jefe de los edificios fue
127 Ver WILKINSON, vol. VI. lámina 20.
128 Uno de los símbolos con los que era representado Conso muestra que incluso a él
se le identificaba con el dios-niño; “porque,” dice Wilkinson, “al lado de su cabeza
cae la guedeja trenzada de Harpócrates, o la niñez.” Vol. V. p. 19.
129 BUNSEN, vol. I. p. 425.
71
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
adorado originalmente en Egipto con todas las características
físicas de Nimrod. Ya he observado el hecho de que Nimrod,
como hijo de Cus, era negro. Y en Egipto había una tradición
recordada por Plutarco en el sentido de que “Osiris era negro,”130
lo cual, en una tierra donde predominaba el color moreno de la
piel, su color obscuro debe haber significado algo más de lo ordinario.
Plutarco también dice que Horus, el hijo de Osiris, “era
de hermoso semblante,”131 y que, por lo general, Osiris era representado
de esta manera. Sin embargo, tenemos una evidencia
inequívoca de que Osiris, el hijo y el esposo de la gran reinadiosa
de Egipto, también se representaba como un verdadero
negro. En Wilkinson puede encontrarse una representación de
él (Fig. 17)132 con las características inconfundibles del cusita
genuino o sea del negro. Bunsen considera esto como un mero
aporte casual de alguna de las tribus bárbaras, pero el vestido
con el que está ataviado este dios negro dice algo diferente. Ese
vestido lo relaciona directamente con Nimrod. Este Osiris negro
está vestido de pies a cabeza con un traje moteado, llevando
en la parte superior una piel de leopardo, y la parte inferior igualmente
moteada para hacer juego con ella. Ahora, como el nombre
de Nimrod133 significa “el domador del leopardo,” esto parece
indicar que como Nimrod se había hecho famoso amansando
caballos para emplearlos en la caza, de igual modo su fama como
130 PLUTARCO, De Isid. Et Os., vol. II. p. 359.
131 Ibid.
132 WILKINSON, vol. VI. lámina 33.
133 Nimr-rod: de Nimr “leopardo,” y rada o rad “domar.” Según una costumbre
invariable en hebreo, cuando concurren dos consonantes como las dos eres en Nimrrod,
una de ellas se suprime. Así, Nín-nive, “la habitación de Nino,” se convierte en
Nínive. El nombre de Nimrod se deriva comúnmente de Mered, “rebelarse;” pero
siempre se ha encontrado una dificultad con respecto a esta derivación como la de
que haría el nombre de Nimrod propiamente pasivo, no “el rebelde,” sino “el que se
rebeló contra.” No hay duda de que Nimrod era un rebelde, y que su rebelión fue
celebrada en los mitos antiguos; pero su nombre con tal carácter no fue Nimrod, sino
Merodac o, entre los romanos, Marte, “el rebelde;” o Mamerte, “el promotor de la
rebelión” entre los oscos de Italia (SMITH, sub voce). Que el Marte romano fue real
y originalmente el dios babilónico, es evidente por el nombre dado a la diosa que fue
reconocida unas veces como su “hermana,” y otras como su “esposa,” es decir, Belona
(ver Ibid., sub voce), que en caldeo significa “la Lamentadora de Bel” (de Bel y onah,
lamentar). La egipcia Isis, la hermana y esposa de Osiris se representaba de la misma
manera, como hemos visto, “lamentándose por su hermano Osiris.” – BUNSEN, vol.
I. p. 419, Nota.
72
Lo Que Usted Debe Saber
Fig. 17
cazador descansaba principalmente en que encontrara el recurso
para hacer que el leopardo le ayudara en la cacería de las otras
bestias salvajes. Una clase especial de doma del leopardo se
emplea hoy día en la India, siendo de recordarse que Bagaget I,
el emperador mongol de la India, utilizaba en la organización de
sus cacerías no solamente sabuesos de varias razas, sino también
leopardos, cuyos “collares estaban adornados con joyas.”134
Sobre las palabras del profeta Habacuc 1:8, “más ligeros que
leopardos,” Kitto hace las siguientes observaciones: “La ligereza
del leopardo es proverbial en todos los países donde se le
encuentra. Esto, asociado con sus otras cualidades, sugirieron
134 WILKINSON, vol. III. p. 17.
El Osiris de Egipto
73
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
la idea en el Oriente de entrenarlo parcialmente para que pudiera
ser empleado en la cacería... . A los leopardos raramente se les
tiene ahora para la cacería en Asia occidental, a no ser por reyes
y gobernantes; pero es más usual en las regiones orientales de
Asia. Orosio relata que el rey de Portugal le envió un leopardo
al Papa, lo que produjo gran asombro por la manera como daba
alcance a los ciervos, y por la facilidad con que mataba ciervos
y jabalíes. Le Bruyn hace mención de un leopardo que tenía el
bajá que gobernaba en Gaza y en los demás territorios de la antigua
Palestina, y que él empleaba frecuentemente en la caza de
chacales. Pero es en la India donde se emplea con mayor frecuencia
el chita o leopardo de caza, y donde se le ve en la perfección
de poder.”135 Esta costumbre de domar leopardos, obligándolos
de esta manera para que sirvan al hombre, se la encuentra
hasta en los más remotos tiempos de la antigüedad primitiva.
En las palabras de Sir William Jones encontramos que
él afirma, basándose en las leyes persas, que Hosang, el padre
de Tamurs, que edificó a Babilonia, fue “el primero que crió
perros y leopardos para la cacería.”136 Como el Tamurs que edificó
a Babilonia no puede ser otro que Nimrod, esta leyenda
sólo se le atribuye a su padre que, como su nombre lo indica, se
hizo famoso por haberse hecho a sí mismo. Como al dios clásico
que lleva una piel de león, se le reconoce por esta señal como
Hércules, quien mató al león de Nemea, de la misma manera el
dios que se vestía con la piel de leopardo, podía ser señalado
naturalmente como Nimrod, el “domador del leopardo.” De que
esta piel de leopardo como perteneciente al dios egipcio, no fue
algo casual, tenemos la más clara evidencia. Wilkinson nos dice
que, en todas las grandes ocasiones en que el sumo sacerdote
egipcio era llamado para que oficiara, era indispensable que usara
la piel de leopardo como su túnica de ceremonia (Fig. 18).137
Como según principio universal en todas las idolatrías, el mismo
sacerdote llevaba la insignia del dios al cual servía, esto indica
la importancia que la piel manchada debe haber tenido como
135 KITTO, Comentario Ilustrado, vol. IV. pp. 271,272.
136 Obras, vol. XII. p. 400.
137 WILKINSON, vol. IV. pp. 341,353.
74
Lo Que Usted Debe Saber
símbolo del propio dios. La manera usual en que la divinidad
favorita de los egipcios era representada místicamente era bajo
la forma de un toro joven o becerro – el becerro Apis – del cual
fue copiado el becerro de oro de los israelitas. Había una razón
por la cual ese becerro no podía aparecer de ordinario con los
138 El nombre de Apis en egipcio es Hepi o Hapi, que viene evidentemente del caldeo
“Hap,” “cubrir.” En egipcio, Hap significa “ocultar.” – BUNSEN, vol. I. Vocabulario,
p. 462.
139 WILKINSON, vol. IV. p. 387, y vol. VI. lámina 36.
Fig. 18
símbolos apropiados del dios que él representaba, y era porque
ese becerro representaba la divinidad con el carácter de Saturno,
“el Oculto,” siendo “Apis” solamente otro nombre para
Saturno.
138 Sin embargo, la vaca de Ator, la divinidad femenina
correspondiente a Apis, es bien conocida como la “vaca manchada,”
139 y es notable que los druidas de Gran Bretaña también
El Sumo Sacerdote Egipcio
75
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
;
adoraran una “vaca manchada.”140 Sin embargo, aunque parezca
raro encontrar un ejemplo del becerro o del novillo deificado
representado con manchas, existe todavía la evidencia de que
algunas veces también fuera representado así. La figura acompañante
(Fig. 19) representa esa divinidad tal como fue copiada
por la Colección Hamilton Smith “de la colección original hecha
por los artistas del Instituto Francés del Cairo.”141 Cuando
encontramos a Osiris, el gran dios de Egipto, bajo diferentes
formas, ataviado con la piel de leopardo o vestido manchado,
siendo el vestido de piel de leopardo parte tan indispensable de
las vestiduras sagradas de su sumo sacerdote, podemos estar seguros
de que había un profundo significado en esa costumbre.
Y, ¿cuál podía ser esa significación sino únicamente identificar
a Osiris con el dios babilónico que era adorado como el “Domador
de leopardos,” y que fue adorado incluso cuando lo fue como
Nino, el hijo en los brazos de su madre?
Fig. 19
140 DAVIES, Los Druidas, p. 121.
141 Enciclopedia Bíblica, vol. I. p. 368. El flagelo o látigo – el emblema del gran dios
egipcio – suspendido del yugo que rodea el cuello del becerro, demuestra que este
becerro representaba al dios en una de sus diferentes formas.
Idolo Egipto en Forma de Becerro.
76
Lo Que Usted Debe Saber
SUBSECCION III — EL HIJO EN GRECIA
Baste con esto para Egipto. Al entrar en Grecia, no sólo encontramos
allí la evidencia sobre lo mismo, sino el incremento de
esa evidencia. El dios adorado como un niño en los brazos de la
gran Madre en Grecia, bajo los nombres de Dionisio, o Baco, o
Iaco está expresamente identificado con el Osiris egipcio por los
investigadores antiguos. Tal es el caso de Heródoto que continuó
sus investigaciones en el propio Egipto, y que siempre habla
de Osiris como Baco.142 Este mismo propósito tiene el testimonio
de Diodoro Sículo. “Orfeo,” dice él, “introdujo de Egipto
la mayor parte de las ceremonias místicas, las orgías que celebraban
los extravíos de Ceres, y toda la fábula del averno. Los
ritos de Osiris y de Baco son los mismos; los de Isis y Ceres se
parecen exactamente los unos a los otros, excepto por el nombre.”
143 Para identificar a Baco con Nimrod, “el domador de
leopardos,” éstos fueron empleados para tirar de su carro, y a él
mismo se le representaba vistiendo una piel de leopardo, así como
sus sacerdotes, ataviados de la misma manera; cuando se omitía
la piel de leopardo, en su lugar se usaba, como vestidura sacerdotal,
la piel manchada de un cervatillo. La misma costumbre
de usar la piel manchada de un cervatillo parece haber sido importada
a Grecia originalmente de Asiria, donde el cervatillo
manchado era un símbolo sagrado, como lo sabemos por las esculturas
de Nínive, pues allí encontramos una divinidad que lleva
un cervatillo manchado, o un ciervo leonado en el brazo (Fig.
20), como símbolo de alguna misteriosa significación.144 El origen
de la importancia atribuida al cervatillo manchado y a su
piel, ocurrió evidentemente de esta manera: Cuando Nimrod,
como “el domador de leopardos,” empezó a vestirse con la piel
de ellos como trofeo, su vestido manchado y su apariencia deben
haber impresionado la imaginación de aquellos que lo veían;
142 HERODOTO, lib. I. cap. 42.
143 Biblioteca, lib. I. p. 9.
144 VAUX, Nínive y Persépolis, cap. VIII. p. 233.
77
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
y así llegó a ser llamado no sólo “el Domador del manchado”
(pues éste es el significado preciso de Nimr – el nombre del
leopardo), sino a ser llamado él mismo como “el Manchado.”
Al respecto tenemos clara evidencia sostenida por Damascio,
que nos dice que los babilonios llamaban “Momis o Moumis”145
al “único hijo” de la gran madre-diosa. Momis o Moumis significa
en caldeo “el Manchado,” igual que Nimr. Así, entonces,
llegó a ser fácil representar a Nimrod por el nombre del “cervatillo
manchado,” especialmente en Grecia y dondequiera que
prevaleciera una pronunciación semejante a la de Grecia. El
1
Fig. 20
145 DAMASCIO, en Fragmentos de CORY, p. 318.
Divinidad Asiriacon el Gamo Manchado
78
Lo Que Usted Debe Saber
nombre de Nimrod, conocido por los griegos, era Nebrod,146 y el
nombre del cervatillo “manchado” era Nebros;147 de este modo,
nada podía ser más natural que ese Nebros, “el cervatillo manchado,”
se convirtiera en sinónimo del mismo Nimrod. Por tanto,
cuando el Baco de Grecia fue simbolizado por el Nebros, o
“cervatillo manchado,” tal como hemos encontrado que lo fue,
¿cuál pudo ser el propósito sino solamente el de identificarlo
secretamente con Nimrod?
Tenemos evidencia de que este dios, cuyo emblema era el Nebros,
fue conocido como descendiente del mismo linaje que Nimrod.
En Anacreonte encontramos que un título de Baco era
Aithiopais,148 es decir, “hijo de Ethiops.” Pero, ¿quién era
Ethiops? Como los etíopes eran los cusitas, entonces Ethiops
era Cus. “Cus,” dice Eusebio, “era el que descendía de etíopes.”
149 El testimonio de Josefo es del mismo tenor. Así, Cus, el
padre de los etíopes, era Ethiops a modo de distinción. Por tanto,
Epifanio, refiriéndose al origen de Nimrod, dice: “Nimrod, el
hijo de Cus, el etíope.”150 Como Baco era hijo de Ethiops o Cus,
exteriormente se le representaba con este carácter. Como Nin,
“el Hijo,” se le describía como un joven o un niño, y ese joven o
niño era representado generalmente con una copa en la mano.
Esa copa, para el público, lo mostraba como el dios de la borrachera;
y no hay duda de que había abundancia de tal borrachera
en sus orgías; sin embargo, después de todo, la copa era principalmente
un jeroglífico, el del nombre del dios. En el lenguaje
sagrado el nombre de copa era khus; y así, la copa en la mano
del joven Baco, el hijo de Ethiops, mostraba que él era el joven
Cus, o el hijo de Cus. En el grabado adjunto (Fig. 21),151 la copa
146 En la versión griega de los Setenta, traducida en Egipto, el nombre de Nimrod es
“Nebrod” (p. 17).
147 Nebros, el nombre del cervatillo, significa “el manchado.” En Egipto, Nmr, se
convertiría en Nbr; pues Bunsen demuestra que la m y la b eran convertibles con
frecuencia en esa tierra. Ver vol. I. p. 449.
148 ANACREONTE, p. 296. Las palabras de Anacreonte eran Dionison Aitiopaida.
149 EUSEBIO, Crónica, vol. I. p. 109.
150 EPIFANIO, lib. I. vol. I. p. 7.
151 De Diccionario Clásico de SMITH, p. 208.
79
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
en la mano derecha de Baco está sostenida de una manera tan
significativa que sugiere naturalmente que ella debe ser un símbolo
y, en cuanto a la rama de la otra mano, tenemos testimonio
expreso que se trata también de un símbolo. Pero, es digno de
observar que la rama no tiene hojas para determinar la clase precisa
de rama que es. Por tanto, debe ser un emblema genérico
para una rama, o un símbolo de una rama en general y, en consecuencia,
necesita de la copa como su complemento para determinar
específicamente de qué clase de rama se trata. Entonces,
los dos símbolos deben interpretarse en conjunto y, al interpretarlos
así, solamente equivalen a la “rama de Cus,” es decir, al
“vástago de Cus.”152
Fig. 21
Baco, con la Copa y la Rama
80
Lo Que Usted Debe Saber
Hay otro jeroglífico relacionado con Baco que sirve no poco
para confirmar esto: la rama de hiedra. Ningún emblema era
más característico del culto de Baco que éste. Dondequiera que
se realizaban los ritos de Baco, dondequiera que se celebraban
sus orgías, aparecía con seguridad la rama de hiedra. De una
manera o de otra, la hiedra era esencial en estas celebraciones.
Los adoradores la llevaban en la mano,153 amarrada en torno a
sus cabezas154 o, incluso, llevando la hoja de hiedra tatuada
indeleblemente en sus personas.155 ¿Cuál podía ser el uso, cuál
podía ser el significado de esto? Unas pocas palabras serán suficientes
para demostrarlo. En primer lugar, tenemos la evidencia
de que kissos, el nombre griego para la hiedra, era uno de los
nombres de Baco;156 además, aunque en los Misterios el nombre
de Cus era conocido por su propio nombre por los sacerdotes;
sin embargo, la forma establecida en la que el nombre de sus
descendientes, los cusitas, era pronunciado comúnmente en Grecia,
no lo era al modo oriental, sino como “kissaioi” o “kissioi.”157
Así, Estrabón, hablando de los habitantes de Susa, que era el
152 Todos saben que el odzoz Areos de Homero, o “Rama de Marte,” es lo mismo que
“Hijo de Marte.” El jeroglífico mencionado se formó evidentemente sobre el mismo
principio. Por esa copa única en la mano del joven Baco podemos concluir claramente,
por una aseveración de Pausanias, en la cual hace ver “al muchacho Kuathos,”
representando el papel de copero al ofrecerle la copa a Hércules, que ella pretendía
señalarlo “como el joven Cus,” o “el muchacho Cus.” – PAUSANIAS, lib. II;
Corintíaca, cap. 13, p. 142. Kuathos es la palabra griega para “copa,” y se deriva
evidentemente del hebreo Khus, “una copa,” que en una de las formas caldeas se
convierte en Khuth o Khuath. Es bien sabido que el nombre de Cus se encuentra a
menudo en la forma Cuth, y ese nombre, en ciertos dialectos, sería Cuath. Entonces,
“el muchacho Kuathos” es solamente la forma griega del “muchacho Cus,” o del
“joven Cus.”
[Las bayas o capullos de flor sin abrir al final de las ramas, pueden significar la
hiedra. Esto, sin embargo, no invalida sino que, por el contrario, refuerza el argumento
general].
153 SMITH, Diccionario Clásico, “Dionisos,” p. 227.
154 EURIPIDES, en ESTRABO, lib. X. p. 452.
155 KITTO, Comentario Ilustrado, vol. IV. p. 144. POTTER, vol. I. p. 75. Edic.
1808.
156 PAUSANIAS, Atica, cap. 31, p. 78.
157 ESTRABON, lib. XV. p. 691. En Hesiquio, el nombre es Kissaioi, p. 531. El
epíteto aplicado a la tierra de Cus en Esquilo es Kissinos – ESQUILO, Los Persas, v.
16. Lo anterior aclara uno de los títulos inexplicables de Apolo. “Kisseus Apollon”
es claramente “Apolo el cusita.”
81
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
pueblo de Cusistán, o la antigua tierra de Cus, dice: “Los susos
se llamaban kissioi,” que son, incuestionablemente, los cusitas.
Si kissioi es cusita, entonces Kissos es Cus. Por consiguiente, la
rama de hiedra que ocupaba lugar tan destacado en todas las
bacanales, era un símbolo expreso del mismo Baco, pues
Hesiquio nos asegura que Baco, representado por su sacerdote,
era conocido en los Misterios como “la Rama.”158 Entonces,
según esto, kissos, el nombre griego de la hiedra, parece que se
convierte en el nombre de Baco. Como hijo de Cus, e identificado
con él, algunas veces se le llamaba por el nombre de su padre:
Kissos.159 Sin embargo, su verdadera relación con su padre
se derivaba específicamente de la rama de hiedra, por “la rama
de Kissos” que, para los profanos comunes y corrientes, era solamente
“la rama de hiedra” pero, para el iniciado, era “la rama
de Cus.”160
Este dios, reconocido como “el vástago de Cus,” era adorado
bajo un nombre que, al mismo tiempo que era apropiado para él
en su carácter popular de dios de la vendimia, también lo describía
ciertamente como el gran Fortificador. Ese nombre era
158 HESIQUIO, p. 179.
159 Ver ante, por lo que se dice de Jano, Nota, p. 28.
160 La guirnalda o cintillo de hiedra tenía evidentemente un significado jeroglífico
similar al anterior, porque el griego “Zeira Kissou” es también una “cinta o banda
circular de hiedra,” o “la simiente de Cus,” La formación del griego “Zeira,” cinta o
banda circular, del caldeo Zer, “circundar,” demuestra que Zero “la simiente,” que
también se pronunciaba Zeraa, de igual manera, se convertiría en Zeira en algunos
dialectos griegos. Kissos, “hiedra” en griego, retiene el sentido radical del caldeo
Khesha o Khesa, “cubrir u ocultar,” del cual hay razón para creer que se deriva el
nombre de Cus, porque la hiedra es característicamente “el encubridor u ocultador.”
En relación con esto, puede decirse que la segunda persona de la trinidad fenicia era
Cusoros (WILKINSON, vol. IV. p. 191), que evidentemente es Cus-zoro, “La simiente
de Cus.” Ya hemos visto que los fenicios tomaron su mitología de Asiria.
161 Bassareus viene evidentemente del caldeo Batzar, para el cual tanto Gesenio, pp.
150,151, como Parkhurst, p. 77, dan el doble significado de “recoger uvas” y “fortificar.”
Batzar se suaviza en Bazzar de la misma manera en que Nebuchadnetzar se
pronunciaba Nebuchadnezzar. En el sentido de “significar una defensa inexpugnable,”
Gesenio cita a Jeremías 51:53: “Si subiese Babilonia al cielo, y si fortaleciere
(tabatzar) en lo alto su fuerza, de mí vendrán a ella destruidores, dijo el SEÑOR.”
Aquí hay una referencia evidente a los dos grandes elementos del poderío de Babilonia,
primero la torre; después sus numerosas fortificaciones, o murallas circundantes.
Tomando el significado de Batzar como “hacer inexpugnable,” Gesenio parece haber
mezclado el significado genérico propio del término. Batzar es un verbo compuesto
de Ba, “en,” y Tzar, “circundar.”
82
Lo Que Usted Debe Saber
Bassareus que, en su doble significación quiere decir al tiempo
“el que guarda las uvas, o el recolector de la vendimia,” y “el
que encierra con una muralla,”161 significando esto último que el
dios griego se identificaba con el egipcio Osiris, “el fuerte jefe
de los edificios,” y con el asirio Belo, “que encerró a Babilonia
con una muralla.”
Así, tenemos evidencia acumulada y abrumadora de Asiria, Egipto
y Grecia, concurriendo toda ella para demostrar que el niño
adorado en los brazos de la madre-diosa en todos estos países,
con el mismo carácter de Nino o Nin, “el Hijo,” era Nimrod, el
hijo de Cus. Puede que se haya tomado prestado de algún héroe
exitoso una característica por acá, un incidente por allá, pero
parece imposible dudar de que ese Nimrod niño fue el prototipo,
el gran original.
La asombrosa propagación del culto de este hombre indica algo
muy extraordinario en su carácter; y hay rasgos suficientes para
creer que, en sus propios días, él fue objeto de muchísima popularidad.
Exaltado como rey, Nimrod invadió el sistema patriarcal
y abolió las libertades de la humanidad; sin embargo, fue
ensalzado por muchos por haberles conferido beneficios que los
indemnizaron ampliamente por la pérdida de sus libertades, y lo
cubrieron de gloria y de fama. En la época en que, al parecer, las
bestias salvajes del bosque se multiplicaban más rápidamente
que la raza humana, deben de haber hecho grandes depredaciones
en las poblaciones apartadas y dispersas de la tierra, por lo
que deben haber inspirado temor en la mente de los hombres. El
peligro que provenía de una fuente como ésta para la vida de los
hombres, cuando la población era escasa, está implícito en la
razón dada por Dios Mismo para no desalojar delante de Israel a
los sentenciados cananeos, aunque la medida de su iniquidad se
había llenado (Exodo 23:29,30): “No los echaré de delante de ti en
un año, para que no quede la tierra desierta, y se aumenten contra
ti las fieras del campo. Poco a poco los echaré de delante de
ti, hasta que te multipliques...” Por tanto, las proezas de Nimrod
al cazar las fieras del campo, y librar al mundo de monstruos,
debe haberlo hecho famoso como benefactor de su raza. Por
estos medios, no menos que por las cuadrillas que contrataba,
83
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
consiguió su poder cuando empezó a ser el primero nacido para
ser poderoso sobre la tierra; y, del mismo modo sin duda, se
consolidó ese poder. Luego, como el primer gran constructor de
la ciudad, después del diluvio, agrupando a los hombres y rodeándolos
con murallas, hizo más todavía para capacitarlos, con
el fin que pasaran sus días en seguridad, libres de las alarmas a
las cuales habían estado expuestos en su vida dispersa, cuando
nadie podía decirles siquiera que, en cualquier momento, podían
ser llamados para entrar en lucha mortal con las fieras
merodeadoras, en defensa de su propia vida y de la de aquellos a
quienes ellos amaban. Dentro de las murallas almenadas de una
ciudad fortificada no iría a tenerse tal peligro proveniente de las
fieras; y, por la seguridad proporcionada de esta manera, los
hombres se considerarían, sin duda, grandemente obligados con
Nimrod. Por tanto, no causa sorpresa que el nombre del “cazador
poderoso,” que era al mismo tiempo el prototipo del “dios
de las fortalezas,” llegara a ser un nombre afamado. Conque
Nimrod hubiese ganado fama solamente de esta manera, habría
estado bien. Pero no contento con librar a los hombres del temor
de las bestias salvajes, también se empeñó en la obra de
emanciparlos del temor al Señor, temor este que es el principio
de la sabiduría, y sólo en el cual puede encontrarse la verdadera
felicidad. Parece que por esto mismo se ganó uno de los títulos
con el que los hombres se deleitaban honrándolo, el título de
“Emancipador” o “Libertador.” El lector puede recordar un nombre
del que ya tuvo conocimiento. Ese nombre es el de Foroneo.
La era de Foroneo es exactamente la era de Nimrod. El vivió en
la época en que los hombres empleaban una lengua, cuando comenzó
la confusión de las lenguas, y cuando la humanidad se
dispersó.162 Se dice que él fue el primero que congregó la humanidad
en comunidades;163 el primero de los mortales que reinó,
164 y el primero que ofreció sacrificios idólatras.165 Este carácter
no puede convenir con nadie menos que con Nimrod. El
162 Ver ante, p. 25, y Nota.
163 PAUSANIAS, lib. II; Corintíaca, cap. 15, p. 145.
164 HIGINIO, Fab. 143, p. 114.
84
Lo Que Usted Debe Saber
nombre que le fue dado con respecto a su “congregación de los
hombres,” y el ofrecimiento de sacrificios idólatras, es muy significativo.
Foroneo, en uno de sus significados más naturales,
quiere decir “el Apóstata.”166 Muy probablemente, ese nombre
le hubiera sido dado por la porción incontaminada de los hijos
de Noé. Pero ese nombre también tenía otro significado, esto
es, “liberar;” por tanto, sus propios adeptos lo adoptaron, y glorificaron
al gran “Apóstata” de la fe primigenia, ¡aunque él fue
el primero que abolió las libertades de la humanidad como el
gran “Emancipador”!167 Y de aquí que este título, en una forma
o en otra, fuera transmitido a sus deificados sucesores como título
de honor.168 Toda la tradición de los tiempos primitivos da
testimonio de la apostasía de Nimrod y de su éxito en apartar a
los hombres de la fe patriarcal, además de liberar sus mentes del
temor reverente de Dios, y del temor a los juicios del cielo, que
deben haber permanecido en ellos en tanto que todavía era re-
165 LUTACIO PLACIDO, en Stat. Theb., lib. IV. v. 589, apud BRYANT, vol. III. p.
65, Nota. Las palabras son “Primus Junoni sacrificasse dicitur.” El significado de
esto es, probablemente, que él estableció primero la paloma (Iunè) como símbolo
visible y material del Espíritu Santo. Ver la Sección siguiente.
166 De Pharo, pronunciando también Pharang, o Pharong, “abandonar, desnudar, apostatar,
liberar.” Estos significados no se daban comúnmente en este orden, pero como
el sentido de “abandono” explica los demás significados, esto avala la conclusión de
que “abandonar” es el significado genérico de la palabra. “Apostasía” se asemeja
mucho a este sentido y, por tanto, es uno de los más naturales.
167 La diosa sabina Feronia tiene, evidentemente, un parentesco con Foroneo como
“el Emancipador.” Se creía que ella era la “diosa de la libertad,” porque en Terracina
(o Anxur) los esclavos fueron emancipados en su templo (Servio, en La Eneida, VIII.
v. 564, vol. I. p. 490), y porque se cuenta que, en una ocasión, los hombres libres de
Roma hicieron una colecta con el propósito de ofrecerla en su templo. – SMITH,
Diccionario Clásico (el extenso), sub voce “Feronia.”
El significado caldeo del nombre Feronia, confirma sorprendentemente esta conclusión.
Su divinidad contemplativa, adorada junto con ella en una arboleda, era una
divinidad juvenil, como Nino. El era considerado como un “Júpiter joven.” – SMITH,
Diccionario Clásico, sub voce “Anxurus,” p. 60.
168 Así leemos de “Zeus Aphesio” (PAUSANIAS, lib. I. Atica, cap. 44), que es “Júpiter
Libertador” (ver también ARRIANO, que habla de “Jovi Aphesio Liberatori scilicet,”
apud BRYANT, vol. V. p. 25), y de “Dionysus Eleuthereus” (PAUSANIAS, Atica,
cap. 20, p. 46), o “Baco el Emancipador.” El nombre de Teseo parece haber tenido el
mismo origen, de nthes “desatar,” y así libertar (omitiendo la n). “El templo de Teseo”
(en Atenas) dice POTTER (vol. I. p. 36)....“tenía el privilegio de ser un santuario para
esclavos, y aquellos de condición humilde que huyeran de la persecución de hombres
poderosos, como recuerdo de que Teseo, mientras vivió, fue un socorredor y protector
de los desgraciados.”
85
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
ciente el recuerdo del diluvio. Y según todos los principios de la
depravada naturaleza humana, esto fue también, sin duda, un
gran elemento de su fama, porque los hombres se congregan de
buena gana en torno a cualquiera que pueda dar la menor apariencia
de credibilidad de cualquier doctrina que enseñe que ellos
pueden estar seguros al final de la felicidad y del cielo, aunque
su corazón y su naturaleza sigan sin cambio, y aunque vivan sin
Dios en el mundo.
En opinión de los hombres impíos, grande fue la dicha que
Nimrod le proporcionó a la raza humana al emanciparlos de la
marca de la verdadera religión y por alejar de ellos la autoridad
del cielo, descritos vívidamente en una tradición polinesia que
lleva consigo su propia evidencia. John Williams, el bien conocido
misionero, nos cuenta que, según una de las tradiciones
antiguas de los isleños de los Mares del Sur, “los cielos estaban
originalmente tan cerca de la tierra que los hombres no podían
andar, sino que se veían obligados a arrastrarse” por debajo de
ellos. “Esto era considerado como un mal muy grave; pero al
fin, un individuo concibió la sublime idea de elevar los cielos a
una altura conveniente. Con este propósito, él empleó toda su
fuerza y, en el primer impulso, los elevó hasta la altura de una
tierna planta llamada teve, a unos 120 centímetros de altura. Allí
los depositó hasta refrescarse, y haciendo un segundo esfuerzo,
los levantó hasta la altura de un árbol llamado kauriki, el cual es
tan alto como un sicómoro. En el tercer intento los llevó hasta la
cumbre de los montes; después de un largo intervalo de reposo,
y haciendo el más prodigioso esfuerzo, los elevó hasta su actual
posición.” Por esto, como poderoso benefactor de la humanidad,
“este individuo fue deificado; y, hasta el momento en que
abrazaron el cristianismo, los engañados habitantes lo adoraron
como ‘el Elevador de los cielos.’”169 ¿Qué podía describir más
gráficamente la posición de la humanidad poco después del diluvio
y los procedimientos de Nimrod como Foroneo, “el Eman-
169 WILLIAMS, Actividades Narrativas Misioneras, cap. XXXI. p. 142.
170 El sentido del nombre Foroneo, “el Emancipador,” se verá en el Capítulo Tercero,
Sección I., “Navidad...,” donde se demuestra que los esclavos tenían una emancipación
temporal al nacer.
86
Lo Que Usted Debe Saber
cipador,”170 que esta fábula polinesia? Mientras en la mente de
los hombres todavía estaba fresca la terrible catástrofe por medio
de la cual Dios había mostrado Su justicia vengadora sobre
los pecadores del mundo antiguo; Noé y sus descendientes buscaban
encarecidamente inculcar, en todos los que estaban bajo
su control, las lecciones de ese grave acontecimiento, que resultaba
tan a propósito para enseñar que el “cielo,” es decir, Dios,
debió haber estado, al parecer, muy cerca de la tierra. Mantener
la unión entre el cielo y la tierra, y mantenerlos tan cerca como
fuera posible, debió haber sido el gran propósito de todo aquel
que amara a Dios y a los mejores intereses de la raza humana.
Pero esto implicaba la prohibición y la desaprobación de todo
vicio y todos aquellos “placeres del pecado,” por los cuales suspira
continuamente la mente material, no renovada ni santificada.
Esto debe haber sido sentido secretamente por toda mente
impía como un estado de insufrible esclavitud. “Los designios
de la carne son enemistad contra Dios,” porque “no se sujetan a
la ley de Dios;” y, a la verdad, “tampoco pueden” hacerlo así.
Ellos dicen al Todopoderoso: “Apártate de nosotros, porque no
deseamos el conocimiento de Tus caminos.” En tanto que la
influencia del gran padre del nuevo mundo iba en aumento, mientras
que sus máximas eran observadas, y una atmósfera de santidad
rodeaba al mundo, no sorprende que aquellos que estaban
alejados de Dios y de la santidad, sintieran que el cielo y su
influencia y su autoridad estaban intolerablemente cerca y que,
en tales circunstancias, ellos no podían andar de pie, sino solamente
“arrastrándose,” es decir, que no tenían libertad para “ir
tras la visión de sus propios ojos y de las imaginaciones de su
propio corazón.” De esta esclavitud los liberó Nimrod. Por la
apostasía que introdujo, por la vida libre que fomentó entre aquellos
que se congregaban a su alrededor, y por haberlos apartado
de las influencias sagradas que los habían mantenido, poco más
o menos, bajo control, ayudándolos a mantenerse alejados de
Dios y de la espiritualidad estricta de Su ley, llegando él, de ese
modo, a ser el “Elevador de los cielos,” haciendo que los hombres
sintieran y actuaran como si el cielo estuviera lejos de la
tierra, y como si el Dios del cielo tampoco “pudiera ver a través
de la nube obscura,” o no viera con disgusto el quebrantamiento
87
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
de Sus leyes. Entonces, todos los que sintieran eso, podrían ahora
respirar y andar libremente. Para esto, tales hombres sólo tendrían
que mirar a Nimrod como un sublime benefactor.
¿Quién podía imaginarse que una tradición de Tahití hubiera
esclarecido la historia de Atlas? Pero con todo, cuando Atlas
lleva los cielos sobre sus espaldas se le presenta en yuxtaposición
con el héroe deificado de los Mares del Sur, que bendijo al
mundo levantando los cielos superyacentes que tanto pesaban
sobre el mundo, y ¿quién es el que no ve que una historia tenga
relación con la otra?171 Así entonces, parece que Atlas, con los
cielos descansando sobre sus anchas espaldas, no se refiera a
ninguna mera distinción astronómica, por muy grande que ella
sea, como algunos han supuesto, sino a algo bastante diferente,
incluso a esa gran apostasía por la cual los Gigantes se rebelaron
171 En el relato polinesio se dice que los cielos y la tierra habían sido “atados con
cuerdas,” y también que el “rompimiento” de esas cuerdas lo hicieron millares de
“dragones-moscas” que con sus “alas” realizaron parte importante de la gran obra
(WILLIAMS, p. 142). ¿No hay aquí una referencia a los “poderosos” o “alados” de
Nimrod? A los “poderosos” deificados se les representaba a menudo como serpientes
con alas. Ver WILKINSON, vol. IV. p. 232, donde el dios Agatodemón está
representado como un “áspid con alas.” Entre un pueblo inculto, la mayoría de tales
representaciones pueden ser conservadas muy naturalmente a propósito del “dragónmosca;”
y al igual que todos los poderosos o alados de la época de Nimrod, la verdadera
edad de oro del paganismo, cuando “los muertos se convertían en demonios”
(HESIODO, Los Trabajos y los Días, v. 120, 121), pues todos ellos podían, por supuesto,
ser simbolizados de la misma manera. Si alguno duda en que tal relación
exista entre la mitología de Tahití y la de Babilonia, puede permitirse observar que el
nombre del dios tahitiano de la guerra era Oro (WILLIAMS, ibid.), en tanto que
“Horus (u Orus),” como Wilkinson llamó al hijo de Osiris, apareció con el mismo
carácter en Egipto, país éste que tomó incuestionablemente su sistema de Babilonia
(WILKINSON, vol. IV. p. 402). Entonces, ¿qué otra cosa podía ser la ruptura de las
“cuerdas” que ataban al cielo con la tierra, sino sólo el rompimiento de las ataduras
del pacto por el cual Dios había atado la tierra a Sí Mismo, al percibir el olor grato del
sacrificio de Noé, cuando El renovó Su pacto con quien era la cabeza de la raza
humana? El pacto no fue solamente con respecto a la seguridad de la tierra contra
otro diluvio universal, sino que, en el fondo, contenía la promesa de todas las bendiciones
espirituales para aquellos que adhirieran a él. El olor grato del sacrificio de
Noé estaba relacionado con su fe en Cristo. Por tanto, cuando a consecuencia de ese
olor grato “Dios bendijo a Noé y a sus hijos” (Génesis 9:1), eso tenía que ver no sólo
con las bendiciones temporales, sino también con las eternas. Por consiguiente, todos
los hijos de Noé que tuvieran su fe y que anduvieran como él anduvo, tendrían
asegurada divinamente una participación en el “pacto perpetuo y seguro establecido
en todas las cosas.” Benditas fueron aquellas ataduras por las cuales Dios ató a Sí
Mismo a los hijos creyentes de los hombres, y por las cuales el cielo y la tierra estuvieron
tan fuertemente unidos. Por otro lado, aquellos que se unieron a la apostasía
de Nimrod, rompieron el pacto y, al desechar la autoridad de Dios, dijeron en efecto:
“Rompamos sus ligaduras, y echemos de nosotros sus cuerdas.” Sobre este mismo
88
Lo Que Usted Debe Saber
contra el Cielo,172 y por la que Nimrod, “el Poderoso,”173 ocupa
un lugar de preeminencia como reconocido cabecilla.174
Según el sistema del cual Nimrod fue el gran instrumento de
iniciación, se les indujo a creer a los hombres que un cambio
real del corazón era innecesario, y que hasta donde ese cambio
fuese necesario, ellos podían ser regenerados por medios meramente
externos. Considerando el asunto a la luz de las bacanales
que, como ha visto el lector, conmemoraban la historia de
Nimrod, es evidente que él llevó a la humanidad a que buscara
su bien principal en el disfrute sensual, y les mostró cómo podían
disfrutar de los placeres del pecado sin ningún temor a la
ira de un Dios santo. En sus diversas expediciones, él estuvo
acompañado siempre por cuadrillas de mujeres; y por música y
canciones, y juegos y orgías, y en todo lo que pudiera agradar al
corazón material, él se encomendaba a la bienquerencia de la
humanidad.
acto del rompimiento del pacto de unión entra la tierra y el cielo, hay una alusión muy
clara, aunque velada, en la historia babilónica de Beroso. En ella se dice que Belo, o
sea Nimrod, después de haber disipado las tinieblas primigenias, separó el cielo de la
tierra y la tierra del cielo, y arregló ordenadamente el mundo (BEROSO, en BUNSEN,
vol. I. p. 709). Estas palabras tenían el propósito de representar a Belo como el
“Ordenador del mundo.” Pero era un mundo nuevo el que él ordenó, pues había
criaturas existentes antes de que él ejerciera su poder demiúrgico. Este nuevo mundo
que formó Belo o Nimrod fue sólo un nuevo orden de cosas que él inició cuando, al
abolir completamente los decretos divinos, se rebeló contra el Cielo. La rebelión de
los gigantes se representa particularmente como una rebelión contra el Cielo. Sobre
esta antigua contienda entre los potentados babilonios y el Cielo, hay una alusión
clara en las palabras de Daniel para Nabucodonosor cuando le anuncia su humillación
y la subsiguiente restauración, diciendo (Daniel 4:26): “Tu reino te quedará firme,
luego que reconozcas que el CIELO gobierna.”
172 SMITH, Pequeño Diccionario, “Gigantes,” pp. 282,283.
173 En la versión griega de los Setenta, traducida en Egipto, el término “poderoso,”
aplicado en el Génesis 10:8 a Nimrod, se traduce gigas, el nombre corriente para
“gigante.”
174 IVAN y KALLERY, en su relato sobre el Japón, dicen que allí se conocía una
historia similar a la de Atlas, porque una vez al día el Emperador “se sienta en su
trono sosteniendo el mundo y el imperio.” Algo como esto llegó a ser añadido a la
historia de Atlas, pues PAUSANIAS manifiesta (lib. V. cap. 18, p. 423) que a Atlas
también se le representaba sosteniendo tanto a la tierra como al cielo.
89
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
SUBSECCION IV — LA MUERTE DEL HIJO
Las Escrituras guardan absoluto silencio sobre cómo murió
Nimrod. Según una tradición antigua, él tuvo un final violento.
Sin embargo, las circunstancias de ese final como las presenta la
antigüedad están deformadas por la fábula. Se dice que los vientos
impetuosos enviados por Dios contra la Torre de Babel la
derribaron, y que Nimrod pereció entre sus ruinas.175 Esto podría
no ser cierto, porque tenemos suficiente evidencia de que la
Torre de Babel permaneció en pie mucho tiempo después de los
días de Nimrod. Luego, con respecto a la muerte de Nino, la
historia profana habla obscura y misteriosamente, aunque está
de acuerdo en relatar que él encontró una muerte violenta, similar
a la de Penteo,176 Licurgo,177 y Orfeo,178 de los que se dice
fueron despedazados.179 Sin embargo, habiendo sido establecida
la identidad entre Nimrod y el egipcio Osiris, tenemos claridad
sobre la muerte de Nimrod. Osiris encontró una muerte
violenta, y esa muerte violenta de Osiris fue el tema central de
toda la idolatría de Egipto. Si Osiris fue Nimrod, como hemos
visto, esa muerte violenta que los egipcios deploraban tan patéticamente
en sus festividades anuales, era precisamente la muerte
de Nimrod. Todos los relatos relacionados con la muerte del
175 BRYANT, vol. IV. pp. 61,62.
176 HIGINIO, Fab. 184, p. 138.
177 Ibid. Fab. 132, p. 109. Licurgo, que comúnmente es considerado como enemigo
de Baco, era identificado por los tracios y por los frigios con Baco, que fue despedazado,
como es bien sabido. Ver ESTRABON, lib. X. p. 453.
178 APOLODORO, Biblioteca, lib. I. cap. 3 y 7, p. 17.
179 LUDOVICO VIVES, Comentario sobre Agustina, lib. VI. cap. IX. Nota, p. 239.
El Nino al que alude Vives se le llama “Rey de la India.” La palabra “India” en los
escritores clásicos significa por lo general, aunque no siempre, Etiopía, o tierra de
Cus. Así al Choaspes en la tierra de los cusitas orientales se le llama “Río de la India”
(DIONISIO AFER. Periergesis, v. 1073 - 4, p. 32); y Virgilio dice que el Nilo viene
de las “Indias de color” (Las Geórgicas, lib. IV. v. 293, p. 230), es decir, de los cusitas
o etíopes del Africa. Diodoro Sículo también llama a Osiris “un indio por origen”
(Biblioteca, lib. I. p. 16). No puede haber duda entonces de que el “Nino, rey de la
India,” es el cusita o etíope Nino.
90
Lo Que Usted Debe Saber
dios adorado en los diversos misterios de los diferentes países
tienen el mismo efecto. Una aseveración de Platón parece demostrar
que, en su tiempo, el egipcio Osiris era considerado como
idéntico a Tamuz;180 y es bien sabido que Tamuz es el mismo
Adonis,181 el famoso CAZADOR, por cuya muerte, según dice la
fábula, Venus se lamentó amargamente. Como las mujeres de
Egipto lloraban por Osiris, al igual que las mujeres fenicias y
asirias lloraban por Tamuz, del mismo modo lloraban en Grecia
y en Roma por Baco, cuyo nombre, como hemos visto, significaba
“el Deplorado” o “el Lamentado.” Con respecto a las lamentaciones
de las bacanales, se verá la importancia de la relación
establecida entre nebros, “el cervatillo manchado,” y Nebrod,
“el Cazador poderoso.” El nebros, o “cervatillo manchado,” era
el símbolo de Baco, como representación del mismo Nebrod o
Nimrod. En ciertas ocasiones, en las celebraciones místicas, los
nebros o “cervatillos manchados” eran despedazados expresamente,
como lo sabemos por Focio, como conmemoración de lo
ocurrido a Baco,182 a quien ese cervatillo representaba. El despedazamiento
del nebros, “el manchado,” confirma la conclusión
de que tanto la muerte de Baco, como la de Osiris, representaban
la muerte de Nebrod, quien con el mismo nombre de
“el Manchado” era adorado por los babilonios. Aunque no encontramos
ningún relato de los Misterios que tenían lugar en
Grecia en memoria de Orión, el gigantesco y poderoso cazador
celebrado por Homero con ese nombre, se le representaba, sin
embargo, simbólicamente, como si hubiera muerto de manera
similar a la forma en que murió Osiris, siendo llevado luego al
cielo.183 Por los relatos persas, estamos completamente seguros
de que así fue la muerte de Nimrod, que fue deificado después
180 Ver WILKINSON, Los Egipcios, vol. V. p. 3. Lo que dice Platón equivale a que
el famoso Tot fue consejero de Tamuz, rey de Egipto. Por su parte, Tamuz es conocido
universalmente como el “consejero” de Osiris (WLKINSON, vol. V. cap. XIII. p.
10). Por tanto, puede concluirse que Tamuz y Osiris son lo mismo.
181 KITTO, Comentario Ilustrado, vol. IV. p. 141.
182 Focio, bajo el título de “Nebridzion” cita a Demóstenes, quien dice que “los cervatillos
manchados (o nebros) eran despedazados por cierta razón mística o misteriosa,”
y él mismo nos dice que “el despedazamiento de los nebros (o cervatillos manchados)
era a imitación del sufrimiento en el caso de Dionisos” o Baco. - FOCIO,
Léxico, part. I. p. 291.
91
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
de su muerte con el nombre de Orión y colocado entre las estrellas.
184 Aquí, entonces, tenemos amplia y consistente evidencia
que nos lleva a la conclusión de que la muerte de Nimrod, el
niño adorado en los brazos de la madre-diosa de Babilonia, fue
una muerte violenta.
Cuando este héroe poderoso fue cortado repentinamente por una
muerte violenta en medio de su carrera de gloria, parece haber
sido grande el choque que esta catástrofe ocasionó. Cuando se
propagó la noticia, los fogosos partidarios del placer sintieron
como si se hubiera ido el mayor benefactor de la humanidad, y
el júbilo de las naciones se hubiera eclipsado. Alto fue el lamento
que de todas partes ascendió hasta el cielo entre los
apóstatas de la fe primigenia por tan lamentable catástrofe. Luego
empezaron aquellos llantos por Tamuz, en cuya culpa se dejaron
implicar las hijas de Israel, y cuya existencia puede ser rastreada
no solamente en los anales de la antigüedad clásica, sino en la
literatura mundial desde la Ultima Tule hasta el Japón.
De la preponderancia de tales lamentos en China, se expresa así
el reverendo W. Gillespie: “La fiesta del bote-dragón tiene lugar
a mediados del verano, y es un tiempo de gran agitación. Hace
cerca de 2000 años vivió allí un joven mandarín chino, Watyune,
muy respetado y amado por el pueblo. Para aflicción de
todos, él se ahogó en el río. Inmediatamente salieron muchos
botes en su búsqueda, pero su cuerpo nunca se encontró. Desde
entonces en esa época y en el mismo día del mes, el bote-dragón
sale a buscarlo.” “Es algo así,” dice el autor, “como la lamenta-
183 Ver OVIDIO, Fastos, lib. V. v. lin. 540-544. Ovidio muestra a Orión tan poseído
por el orgullo a causa de su gran fortaleza, que se vanagloriaba ostentosamente de
que ninguna criatura de la tierra podía contender con él; entonces apareció un escorpión,
“y,” dice el poeta, “él fue agregado a las estrellas.” El nombre del escorpión en
caldeo es Akrab; pero Ak-rab, separado, significa “EL GRAN OPRESOR,” y éste es
el significado oculto del escorpión representado en el Zodíaco. Ese signo simboliza
al que destruyó al dios babilónico, y acabó con el sistema que él había establecido.
Fue mientras el sol estaba en Escorpión cuando Osiris “desapareció” en Egipto
(WILKINSON, vol. IV. p. 331), y se hizo gran lamentación por su desaparición. Con
la muerte del dios egipcio estuvo mezclado otro asunto; pero obsérvese especialmente
que fue a consecuencia de la lucha con un escorpión que Orión fue “agregado a las
estrellas,” y fue mientras el escorpión estaba en ascenso cuando Osiris “desapareció.”
184 Ver Crónica Pascal, tom. I. p. 64.
92
Lo Que Usted Debe Saber
ción de Adonis, o el llanto por Tamuz, mencionado en las Escrituras.”
185 Como al gran dios Buda se le representa generalmente
en China como negro, esto puede servir para identificar al
bienamado mandarín, cuya pérdida es lamentada anualmente.
El sistema religioso del Japón coincide en gran manera con el de
China. En Islandia y en toda Escandinavia, existen lamentaciones
similares por la pérdida del dios Balder. Por la perfidia del
dios Loki, el espíritu del mal, según está escrito en el libro del
destino, Balder “fue muerto, aunque todo el imperio del cielo
dependía de su vida.” Su padre Odín había “sabido el terrible
secreto por el libro del destino, al conjurar a uno de los Volar
para que apareciera desde su morada infernal. Todos los dioses
temblaron cuando supieron esto. Entonces Friga [la esposa de
Odín] llamó a todas las cosas animadas e inanimadas para tomarles
el juramento de que no destruirían a Balder, ni alzarían
sus manos contra él. El fuego, las aguas, las rocas y los vegetales
quedaron atados por esta solemne obligación. Sólo una planta,
el muérdago, no fue tenida en cuenta. Loki descubrió la omisión,
y convirtió a ese despreciable arbusto en el arma fatal. Entre
los pasatiempos bélicos del Valhala [la asamblea de los dioses]
estaba el de lanzar dardos a la deidad invulnerable, que sentía
placer en exponer su pecho encantado a las armas de los demás.
En un torneo de esta clase, el genio del mal puso una ballesta de
muérdago en las manos del ciego Hoder, y dirigiendo su puntería,
se cumplió la terrible predicción por medio de un fratricida
involuntario.186 Los espectadores fueron sacudidos por ese prodigio
inexplicable, y su desgracia fue la más grande, sin duda
alguna, dada la santidad del lugar, pues ninguno de ellos se atrevió
a vengarlo. Con lágrimas de dolor llevaron el cuerpo sin
vida a la playa y lo pusieron en una nave, con una pira funeraria,
junto con la de Nana, su amada prometida, que había muerto de
dolor. Su caballo y sus armas fueron quemados al mismo tiempo,
como era costumbre en los funerales de los antiguos héroes
del norte.” Friga, su madre, quedó abrumada por la pena. “In-
185 GILLESPIE, Sinim, p. 71.
186 También en TEOCRITO, se representa al jabalí que mató a Adonis haciendo esto
accidentalmente. Ver la sección siguiente.
93
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
consolable por la pérdida de su hermoso hijo,” dice el Dr.
Crichton, “envió a Hermod (el vencejo) a la morada de Hela [la
diosa del Hell, o las regiones infernales] para ofrecer un rescate
por su liberación. La diosa de las tinieblas prometió que él sería
restituido con tal de que todos en la tierra estuvieran llorando
por él. Luego se enviaron mensajeros por todo el mundo para
cuidar de que la orden fuera obedecida, y el efecto del duelo
general fue ‘como cuando hay un deshielo universal.’”187 Existe
gran número de variaciones de la historia original de estas dos
leyendas; pero, en el fondo, no varía lo esencial de ellas, lo que
indica que deben haber surgido de la misma fuente.
SUBSECCION V — LA DEIFICACION DEL HIJO
Si hubo alguien a quien le hubiera afectado más profundamente
la trágica muerte de Nimrod, fue a su esposa Semíramis, quien
desde una posición originalmente humilde, había sido elevada
para compartir con él el trono de Babilonia. ¿Qué hizo ella en
tal emergencia? ¿Renunció tranquilamente a la pompa y al boato
a los cuales había sido exaltada? No. Aunque la muerte de su
esposo había sido un rudo golpe para su poder, sin embargo, su
determinación y su incontenible ambición no se vieron reprimidas
en forma alguna. Por el contrario, su ambición voló todavía
más alto. En vida, su esposo había sido honrado como héroe; en
la muerte, haría que lo adoraran ciertamente como dios, como la
simiente prometida a la mujer, “Zero-ashta,”188 que estaba destinada
a herir la cabeza de la serpiente y que, al hacerlo así, también
la simiente iba a ser herida en el calcañal. Los patriarcas y,
en general, los ancianos del mundo, tenían pleno conocimiento
de la gran promesa primigenia del Edén, y sabían muy bien que
la herida en el calcañal de la simiente prometida significaba su
muerte, y que la maldición podía ser levantada del mundo por la
muerte del gran Libertador. Si la promesa de herir la cabeza de
la serpiente, narrada en el Génesis, hecha a nuestros primeros
187 Escandinavia, vol. I. pp. 93,94.
94
Lo Que Usted Debe Saber
188 En caldeo, zero es “la simiente,” aunque hemos creído conveniente concluir que
en griego aparece algunas veces como Zeira, de donde también pasó naturalmente a
Zoro, como puede verse por el cambio de Zerubbabel en Zoro-babel en la Versión
griega de los Setenta; y, por consiguiente, Zuro-ashta, “la simiente de la mujer” se
convirtió Zoroastro, el bien conocido jefe de los adoradores del fuego. El nombre de
Zoroastro también se encuentra como Zeroastes (JOHANES CLERICO, tom. II., De
Chaldoeis, sec. I. cap. 2, p. 194). El lector que consulte la competente y erudita obra
del Dr. Wilson de Bombay sobre la religión parsi, encontrará que hubo un Zoroastro
mucho antes del Zoroastro que vivió en el reinado de Darío Histaspes (Ver nota a La
Religión Parsi de WILSON, p. 398). En la historia general se hace referencia más
frecuentemente al Zoroastro de Bactria; pero la voz de la antigüedad es clara y precisa
en el sentido de que el primero y gran Zoroastro fue asirio o caldeo (SUIDAS, tom.
I. p. 1133), y que él fue el fundador del sistema idólatra de Babilonia, por lo cual era
el mismo Nimrod. También es igualmente clara cuando dice que él pereció de manera
violenta, tal como le ocurrió a Nimrod, a Tamuz y a Baco. La identidad de Baco y
Zoroastro se prueba aún más por el epíteto Pirisporo dado a Baco en los Himnos
Orficos (Himno XLIV. 1). Cuando empezó a olvidarse la promesa primigenia del
Edén, el significado del nombre de Zero-ashta se perdió para todos los que sólo conocían
la doctrina esotérica del paganismo; y como en caldeo “ashta” significaba “fuego,”
Zero-ashta llegó a significar “la simiente del fuego,” así como “la mujer” y los
ritos de Baco tuvieron mucho que ver con el culto del fuego, resultando de esto el
epíteto de Pirisporo o El Ignígena, es decir, “nacido del fuego,” aplicado a Baco. Del
malentendido del significado del nombre de Zero-ashta, o más bien de su corrupción
intencionada por los sacerdotes que deseaban establecer una doctrina para el iniciado
y otra para el profano, resultó toda la historia sobre Baco, el niño nonato rescatado de
las llamas que consumieron a su madre Semele cuando Júpiter, en toda su gloria, vino
a visitarla. – (Nota a Matem. de OVIDIO, lib. III. v. 254, tom. II. p. 139).
Hubo otro nombre por el cual fue conocido Zoroastro y que no es poco instructivo.
Tal nombre fue Zar-adas, “la única simiente” (JOHANES CLERICO, tom. II. De
Chaldeois, sec. I. cap. 2. p. 191). En La Religión Parsi de WILSON, se le da tanto el
nombre de Zoroades, como el de Zoroastro (p. 400). Los antiguos paganos en tanto
que reconocieron un sólo y supremo Dios, supieron también que había una sola simiente,
en la cual estaban puestas las esperanzas del mundo. En casi todas las naciones,
no solamente hubo un gran dios conocido por el nombre de Zero o Zer, “la
simiente,” y una gran diosa con el nombre de Ashta o Isha, “la mujer,” sino que el
gran dios Zero se caracterizaba frecuentemente por algún epíteto que diera a entender
que él era “El Unico.” ¿Qué pueden explicar tales nombres o epítetos? Sólo Génesis
3:15 puede explicarlos, nada más puede hacerlo. El nombre de Zar-ades, o Zoroadus,
también ilustran sorprendentemente lo dicho por Pablo: “No dice: Y a las simientes,
como de muchos, sino como de uno; y a tu simiente, la cual es Cristo.”
Es digno de observar que el sistema moderno del parsismo, que data desde la reforma
del viejo culto al fuego en tiempos de Darío Histaspes, al rechazar el culto a la diosa
madre, se libró por igual del nombre de Zoroastro y del de la “mujer;” y, por tanto, en
el Zend, el lenguaje sagrado de los parsis, el nombre de su gran reformador es Zaratustra
(ver WILSON, p. 201, y passim), es decir, “la simiente libertadora,” cuyo último
elemento viene de Thusht (de la raíz caldea nthsh, que pierde la n inicial), “desatado,
o desatar,” esto es, libertar. Thusht es el infinitivo, y con ra, en sánscrito, anexado a
él, idioma con el cual el Zend tiene mucha afinidad, resulta el bien conocido signo del
que hace una acción, tal como ocurre con el sufijo er en inglés. Entonces, Zaratustra,
en Zend, parece ser el justo equivalente de Foroneo, “El Emancipador.”
95
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
padres, fue hecha realmente, y si toda la humanidad descendió
de ellos, entonces podía esperarse que alguna huella de esa promesa
se encontrara en todas las naciones. Y así es. Difícilmente
hay un pueblo o una tribu en la tierra en cuya mitología no se la
simbolice. Los griegos representaron a su gran Dios Apolo dando
muerte a la serpiente Pitón, y a Hércules estrangulando una
serpiente estando todavía en la cuna. En Egipto, en la India, en
Escandinavia, en México, encontramos claras alusiones a la misma
gran verdad. “Al genio del mal,” dice Wilkinson, “de los
adversarios del dios egipcio Horus se le representa bajo la forma
de una serpiente, cuya cabeza atraviesa él con una lanza.” La
misma fábula aparece en la religión de la India, donde Visnú, en
su avatar de Crisna (Fig. 22), da muerte a la serpiente maligna
Calyia; y de la divinidad escandinava Thor se decía que había
herido la cabeza de la gran serpiente con su maza. “El origen de
esto,” añade Wilkinson, “puede ser seguido fácilmente en la Biblia.”
189 Con relación a una creencia similar entre los mejicanos,
encontramos a Humboldt que dice que “la serpiente aplastada
por el gran espíritu Teotl, cuando éste toma la forma de una
de las divinidades subalternas, es el genio del mal – un verdadero
Kakodaemon.”190 En casi todos los casos, cuando se llega
hasta el fondo del asunto, resulta que al dios que destruye la
serpiente se le representa soportando penalidades y sufrimientos
que terminan con su muerte. De este modo, el dios Thor, al
tiempo que tiene éxito al fin en la destrucción de la gran serpiente,
es representado, en el momento mismo de su victoria, pereciendo
a consecuencia de los efluvios venenosos de ella.191 Parece
que es la misma forma en que los babilonios representaban,
entre las figuras de su antiguo radio de acción, a su gran destructor
de la serpiente. Su misterioso sufrimiento es descrito por el
poeta griego Aratos, cuyo lenguaje muestra que cuando él escribió
sobre esto, el significado de la representación se había perdido
generalmente aunque, al ser considerado el asunto a la luz de
las Escrituras, resulta por cierto sumamente significativo:
189 WILKINSON, vol. IV. p. 395.
190 HUMBOLDT, Investigaciones Mexicanas, vol. I. p. 228.
191 MALLET, Antigüedades Nórdicas, Fab. LI. p. 453.
96
Lo Que Usted Debe Saber
“Una figura humana aparece abrumada por la fatiga;
Pero todavía con nombre incierto permanece;
Sin conocer el trabajo que él así soporta;
Pues desde entonces parece que sobre sus rodillas cae,
Los mortales ignorantes lo llaman Engonasis,
Y mientras sus manos sublimes se extienden majestuosas
Debajo de él rueda la horrible cabeza del dragón,
Y su pie derecho que parece descansar inmóvil, se asienta
Sobre la contorsionada y bruñida cresta del monstruo.”192
192 LANDSEER, Investigaciones Sabeas, pp. 132-134.
Fig. 22
Una Diosa Egipcia, y el Crisna Hindú,
aplastando la Cabeza de la Serpiente
97
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
La constelación representada de este modo se conoce comúnmente
con el nombre de “El Arrodillado,” tomado de esta misma
descripción del poeta griego; pero está claro que como
“Engonasis” viene de los babilonios, debe ser interpretado no en
sentido griego, sino en sentido caldeo, e interpretado así, como
la acción de la figura misma quiere decir, el título del sufridor
misterioso es justamente “el aplastador de serpientes.”193 Algunas
veces, sin embargo, el verdadero aplastamiento de la serpiente
se representaba como un proceso mucho más fácil; con
todo, aun entonces, la muerte era el resultado final; y esa muerte
del destructor de la serpiente se describe de tal modo que no deja
duda de dónde se tomó la fábula. Esto es lo que ocurre particularmente
con el dios hindú Crisna, al que alude Wilkinson en el
fragmento ya visto. En la leyenda que se refiere a él, la totalidad
de la promesa primigenia está notablemente sintetizada. Primero,
en los cuadros y en las imágenes se le representa con el pie
sobre la cabeza de la gran serpiente,194 y luego, después de destruirla,
la fábula dice que él murió a consecuencia de haber sido
herido en el pie por una flecha; y, como en el caso de Tamuz, se
hacen grandes lamentaciones anuales por su muerte.195 También
en Grecia, en la historia clásica de Paris y Aquiles, tenemos
una clarísima alusión a esa parte de la promesa primigenia, en lo
que se refiere a la herida en el calcañal del “vencedor.” Aquiles,
el hijo único de una diosa, era invulnerable, con excepción del
talón, donde una herida era mortal. Allí apuntó su adversario, y
el resultado fue la muerte.
Si hay una evidencia de tal magnitud que aun los paganos sabían
que era muriendo como el Mesías iba a destruir la muerte y al
que tenía el poder de la muerte, es decir, el diablo, cuánto más
intensa debe haber sido la impresión de la humanidad en general
con respecto a esta verdad vital en los remotos días de Semíramis,
cuando se estaba mucho más cerca del origen de toda tradición
193 De E, “el,” nko, “aplastar,” y nahash, “una serpiente,” – “E´nko-nahash.” El
nombre árabe de la constelación “El Arrodillado” es “Al-Gethi,” que también significa
“El Aplastador.”
194 COLEMAN, La Mitología India, lámina XII. p. 34. Ver ante, p. 60.
195 POCOCKE, La India en Grecia, p. 300.
98
Lo Que Usted Debe Saber
divina. Por tanto, cuando el nombre de Zoroastes, “la simiente
de la mujer,” le fue dado a aquel que había perecido en medio de
próspera carrera de falsa adoración y de apostasía, no puede haber
duda del significado que ese nombre tenía el propósito de
comunicar. Y el hecho de la muerte violenta del héroe que, en
opinión de sus partidarios, había hecho tanto por bendecir a la
humanidad, por hacer que la vida fuera feliz, y por librarlos del
temor y de la ira por venir, en lugar de ser fatal para el otorgamiento
de tal título para él, antes que impedirlo, contribuyó al
osado proyecto. Era necesario proclamar todo esto para favorecer
el designio por parte de los que deseaban una excusa para el
mantenimiento de la apostasía con respecto al verdadero Dios,
pues aunque el gran protector de la apostasía había sido presa de
la perfidia de los hombres, él se había ofrecido sin reservas para
el bien de la humanidad. Esto fue lo que sucedió realmente. La
versión caldea de la historia del gran Zoroastro es que él oró al
Dios supremo del cielo para que le quitara la vida; que su oración
fue oída y que él expiró, asegurando a sus seguidores que si
ellos hubieran fomentado el respeto debido a su memoria, el
imperio nunca se hubiera ido de los babilonios.196 Lo que dice
Beroso, el historiador babilónico, sobre cortarle la cabeza al gran
dios Belo, tiene claramente el mismo efecto. Belo, dice Beroso,
le ordenó a uno de los dioses que le cortara la cabeza para que la
sangre así derramada por su propio mandato y con su propio
consentimiento, pudiera formar nuevas criaturas cuando se mezclara
con la tierra, representando así la primera creación como
una especie de fracaso.197 De este modo, la muerte de Belo, que
era Nimrod, así como la atribuida a Zoroastro, se representaba
como algo completamente voluntario y propuesto para el beneficio
del mundo.
Parece que sólo hubiera sido en el momento en que la muerte del
héroe iba a ser deificada, cuando se instituyeron los Misterios
secretos. Parece que la forma anterior de la apostasía durante la
vida de Nimrod era libre y pública, pero ahora se consideraba
evidentemente que la publicidad estaba descartada. La muerte
196 SUIDAS, tom. I. pp. 1133,1134.
197 BEROSO, apud BUNSEN, vol. I. p. 709.
99
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
del gran instigador de la apostasía no fue el fallecimiento de un
guerrero muerto en combate, sino un acto de severidad judicial,
impuesto con todas las formalidades. Esto queda bien demostrado
por los relatos de la muerte de Tamuz y de Osiris. El siguiente
es el relato sobre Tamuz, hecho por el célebre
Maimónides, muy conocido en la enseñanza de los caldeos:
“Cuando el falso profeta llamado Tamuz predicaba a cierto rey
que él debía adorar las siete estrellas y los doce signos del zodíaco,
ese rey ordenó que se le diera una muerte terrible. En la noche
de su muerte, todas las imágenes de los confines de la tierra se
unieron en el templo de Babilonia a la imagen de oro del Sol,
que estaba suspendida entre el cielo y la tierra. Esa imagen se
postró en medio del templo, y así lo hicieron todas las demás
imágenes a su alrededor, mientras se les narraba todo lo que había
sucedido a Tamuz. Las imágenes lloraron y se lamentaron
toda la noche, y luego, por la mañana, se marcharon de nuevo
cada cual a su templo en los confines de la tierra. De ahí se
originó la costumbre de lamentarse y de llorar por Tamuz todos
los años en el primer día del mes de Tamuz.”198 Por supuesto,
aquí hay toda la extravagancia de la idolatría, como se encuentra
en los libros sagrados de los caldeos, que Maimónides había
consultado; pero no hay razón para dudar del hecho mencionado,
o en cuanto a la forma o a la causa de la muerte de Tamuz.
En esta leyenda caldea se dice que fue por la orden de “cierto
rey” como fue ejecutado este instigador de la gran apostasía.
¿Quién pudo ser ese rey tan decididamente opuesto al culto del
anfitrión del cielo? De lo que se dice del Hércules egipcio, logramos
valiosísima luz sobre este asunto. Wilkinson admite que
el Hércules más antiguo y verdaderamente primitivo, fue el conocido
en Egipto como el que luchó “por el poder de los dioses”
199 (es decir por el ESPIRITU), contra los gigantes y los venció.
Sin duda, el título y el carácter de Hércules le fueron dados
después por los paganos, a quien ellos adoraban como el gran
libertador o Mesías, al tiempo que los adversarios de las
198 MORE NEVOCHIM, p. 426.
199 El nombre del verdadero Dios (Elohim) es plural. Por tanto, “el poder de los
dioses,” y “de Dios,” se expresaba con el mismo término.
100
Lo Que Usted Debe Saber
divinidades paganas llegaron a ser estigmatizados como los “gigantes”
que se rebelaron contra el Cielo. Pero dejemos que sea
el lector el que reflexione sobre los gigantes que se rebelaron
contra el Cielo. Ellos fueron Nimrod y su cuadrilla, porque los
“gigantes” sólo fueron los “poderosos” de los cuales Nimrod
fue el líder. ¿Quién, entonces, fue el más apto para encabezar la
oposición a la apostasía proveniente del culto primitivo? Si Sem
vivía en ese tiempo, como está fuera de toda duda, ¿quién era
más apto que él? En exacta conformidad con esta deducción,
encontramos que uno de los nombres del Hércules primitivo en
Egipto fue el de “Sem.”200
Entonces, si Sem fue el Hércules primitivo que venció a los gigantes,
y no por mera fuerza física, sino por “el poder de Dios,”
o por la influencia del Espíritu Santo, esto concuerda perfectamente
con su carácter; y más que eso, concuerda notablemente
con el relato egipcio de la muerte de Osiris. Los egipcios dicen
que el gran enemigo de su dios lo venció no por violencia manifiesta,
sino que habiendo formado parte de una conspiración con
setenta y dos de los líderes de Egipto, él cayó en poder de ellos,
siendo ejecutado y, después, cortado en pedazos su cuerpo muerto
y enviadas las partes a muchas y diferentes ciudades en todo el
país.201 El verdadero significado de lo dicho aparecerá si echamos
un vistazo a las instituciones judiciales de Egipto. Setenta
y dos era justamente el número de los jueces, tanto civiles como
sagrados que, según la ley egipcia, se requerían para determinar
cuál iba a ser el castigo del culpable de un delito tan notable
como el de Osiris, en el supuesto de que ello hubiera llegado a
ser motivo de investigación judicial. Para dar por terminado un
caso semejante se necesitaban dos tribunales para conocer el caso.
Primero, estaban los jueces ordinarios que tenían poder de vida
o muerte, y de los cuales había treinta;202 luego estaba un tribunal
integrado por cuarenta y dos jueces para determinar si el
cuerpo de Osiris, en el caso de que fuera condenado a muerte,
200 WILKINSON, vol. V. p. 17.
201 Ibid. vol. IV. pp. 330-332.
202 DIODORO, lib. I. p. 48.
101
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
sería quemado, o no, porque después de muertos y antes de ser
enterrados, todos tenían que pasar por la ordalía de este tribunal.
203 Como le fue negado el entierro, el asunto le correspondía
a ambos tribunales; y así, había exactamente setenta y dos personas
a órdenes de Tifo, el presidente, para condenar a muerte a
Osiris y para despedazarlo después. ¿Qué valor tiene entonces
lo dicho con relación a la conspiración, sino solamente que el
gran opositor del sistema idólatra que Osiris representaba, había
convencido a estos jueces de la enormidad del delito que él había
cometido, por lo que ellos entregaron al delincuente a una
muerte horrible y a la ignominia después de ella, como ejemplo
atemorizador para cualquiera que siguiera sus pasos? Cortar el
cadáver en pedazos y distribuir las partes desmembradas en las
ciudades distantes, corre parejas y explica su propósito con lo
que leemos en la Biblia sobre el descuartizamiento del cadáver
de la concubina del levita (Jueces 19:29), y el envío de una de las
doce partes a cada una de las doce tribus de Israel; y en el comportamiento
similar de Saúl cuando despedazó la yunta de bueyes
y envío los pedazos por todo el territorio de su reino (1 Samuel
11:7). Los exégetas admiten que tanto el levita como Saúl actuaron
según una costumbre patriarcal de acuerdo con la cual se
tomaría pronta venganza contra aquellos que no concurrieran a
203 DIODORO, lib. I. p. 58. Las palabras de Diodoro, impresas en las ediciones
ordinarias, dan simplemente el número de los jueces como “más de cuarenta,” sin
especificar cuántos más. En el Codex Coislianus, se dice que son “dos más que
cuarenta.” Los jueces terrenales que tenían que ver con la cuestión del entierro,
debían corresponder en número a los jueces de las regiones infernales, según lo admiten
tanto WILKINSON (vol. V. p. 75) como BUNSEN (vol. I. p. 27). Por los monumentos,
se ha determinado que estos jueces eran apenas cuarenta y dos, además de su
presidente. Por tanto, los jueces terrenales de los funerales deberían haber sido igualmente
cuarenta y dos. En relación con este número de igual correspondencia entre
los jueces de este mundo y los jueces del mundo espiritual, Bunsen, hablando del
juicio de una persona fallecida en el mundo invisible, emplea estas palabras en el
pasaje antes mencionado: “Cuarenta y dos dioses (el número de integrantes del tribunal
terrenal de los muertos) ocupan el tribunal del juicio.” Diodoro mismo, aunque
escribió realmente “dos más que cuarenta,” o simplemente “más que cuarenta,” da
razón para creer que el número que tenía presente en su mente era cuarenta y dos,
porque dice que “toda la fábula de las sombras de abajo,” traída por Orfeo de Egipto,
fue “copiada de las ceremonias de los funerales egipcios,” de los cuales había sido
del juicio antes del entierro de los muertos.- (DIODORO, lib. I. p. 58). Por tanto, si
había cuarenta y dos jueces en “las sombras de abajo,” se demuestra que el número de
los jueces en el juicio terrenal tenía que haber sido el mismo, incluso aceptando lo
manifestado por Diodoro.
102
Lo Que Usted Debe Saber
la asamblea para la que habían sido citados de modo solemne.
Esto fue dicho por Saúl en abundantes palabras cuando las partes
de los bueyes muertos fueron enviadas a las tribus: “Así se
hará con los bueyes del que no saliere en pos de Saúl y en pos de
Samuel.” De igual manera, cuando las desmembradas partes de
Osiris fueron enviadas en medio de las ciudades por los setenta
y dos “conspiradores” – en otras palabras, por los setenta y dos
jueces de Egipto – esto equivalía a una solemne declaración hecha
a nombre de ellos en el sentido de que, “a cualquiera que
hiciera lo que Osiris había hecho, le ocurriría lo mismo, siendo
también cortado en pedazos.”
Cuando surgieron de nuevo la irreligión y la apostasía entre los
antepasados, este acto en el que se vieron involucradas las autoridades
constituidas que tenían que ver con el instigador de los
apóstatas por el sofocamiento del sistema combinado de irreligión
y despotismo preconizado por Osiris o por Nimrod, fue
naturalmente objeto de extremado aborrecimiento de parte de
todos sus seguidores; y por su participación en ella, el actor principal
fue estigmatizado como Tifo, o “el diablo.”204 La influencia
que este odiado Tifo ejerció sobre la mente de los así llamados
“conspiradores,” teniendo en cuenta la fuerza física de que
estaba dotado Nimrod, debe haber sido maravillosa, y sirve para
demostrar que, aunque sus hazañas con respecto a Osiris están
encubiertas y él mismo infamado por un nombre aborrecible,
fue ciertamente, nada menos que el primitivo Hércules que venció
a los gigantes por “el poder de Dios,” por el poder persuasivo
de Su Espíritu Santo.
204 Wilkinson acepta que diferentes individuos en diversas épocas llevaron este odiado
nombre en Egipto. Set fue uno de los más notables entre los que llevaron el
nombre de Tifo, o el diablo (EPIFANIO, Adv. Hoeres., lib. III). Set o Sem son sinónimos,
y ambos significan “el elegido.” Como Sem era el primogénito de Noé, y “el
hermano mayor de Jafet” (Génesis 10:21), y como la preeminencia le fue predestinada
en forma divina, el nombre de Sem, “el elegido” le había sido dado indudablemente
por inspiración divina, bien al nacer o después, para elegirlo como antes había sido
elegido Set como “el hijo prometido.” Sem, sin embargo, parece haber sido conocido
en Egipto como Tifo, no solamente con el nombre de Set, sino por su propio nombre,
pues Wilkinson nos dice que Tifo se caracterizaba por un nombre que significaba
“destruir y desolar.” – (Los Egipcios, vol. IV. p. 434). El nombre de Sem en uno de
sus significados quiere decir también “desolar” o destruir. Así Sem, el elegido, fue
convertido por sus enemigos en Sem, el Desolador o el Destructor, es decir, el diablo.
103
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
A propósito de este carácter de Sem, el mito que hace que Adonis,
quien se identifica con Osiris, perezca por los colmillos de
un jabalí, se aclara fácilmente.205 El colmillo de jabalí era un
símbolo. En las Escrituras, al colmillo se le llama “cuerno;”206 y
entre muchos de los clásicos griegos se le considera del mismo
modo.207 Cuando se sabe que el colmillo se considera como
cuerno, según el simbolismo de la idolatría, el significado de los
colmillos de jabalí por los cuales pereció Adonis, no hay que
buscarlo muy lejos. Los cuernos de toro que usaba Nimrod eran
el símbolo de su poder físico. Los colmillos de jabalí eran el
símbolo del poder espiritual. Así como el “cuerno” significa
poder, así también el colmillo, que es un cuerno en la boca, significa
“poder en la boca;” en otras palabras, el poder de la persuasión;
el mismo poder con el cual “Sem,” el Hércules primitivo,
estaba dotado tan singularmente. Aun desde las tradiciones
antiguas del gaélico, tenemos un punto de evidencia que, al mismo
tiempo, ilustra esta idea de poder en la boca, y lo relaciona
con ese gran hijo de Noé, a quien la bendición del Altísimo,
como se relata en las Escrituras, le hizo descansar especialmente.
Al céltico Hércules se le llamó Hércules Ogmius que, en
caldeo es “Hércules el lamentador.”208 Ningún otro nombre sería
más apropiado ni más descriptivo que éste de la historia de
Sem. Con excepción de nuestro primer padre, Adán, no hubo
un solo hombre que viera, quizás, tanta aflicción como él. No
solamente presenció una apostasía generalizada que debe haberle
dolido profundamente por sus justos sentimientos y por haber
sido testigo, como lo fue, de la terrible catástrofe del diluvio;
205 En la India, se decía que un demonio con “cara de jabalí” había logrado tal poder
por la devoción que se le tributaba, que obligó a esconderse a los “devotos” o adoradores
de los dioses.– (MOOR, Panteón, p. 19). Parece que aun en el Japón hay un
mito similar. Para el jabalí japonés, ver Noticias Ilustradas del 15 de diciembre de
1860.
206 Ezequiel 27:15, “... cuernos de marfil y pavos te dieron en presente.”
207 Pausanias admite que, en sus días, algunos consideraban los colmillos como dientes;
pero él redarguye fuertemente, y yo creo concluyente el que se les considere
como “cuernos.” – Ver PAUSANIAS, lib. V., Elíaca, cap. 12. P. 404; también VARRO,
De Lingua Latina, lib. VI. apud PARKHURST, sub voce “Krn.”
208 Los eruditos celtas derivan el nombre Ogmius de la palabra celta Ogum, que se
dice que significa “escritura secreta;” pero es mucho más probable que la palabra
Ogum se derive del nombre del dios, que el nombre del dios se derive de ella.
104
Lo Que Usted Debe Saber
pues vivió para enterrar SIETE GENERACIONES de sus descendientes.
Vivió 502 años después del diluvio, y como después de
ese acontecimiento, la vida de los hombres era de corta duración,
no menos de SIETE generaciones de descendientes directos
murieron antes que él (Génesis 11:10-32). Ogmius, “el
lamentador o el doliente,” ¡qué nombre tan apropiado para alguien
que tenía una historia semejante! ¿Cómo se representa a
este Hércules “doliente” para reprimir las atrocidades y para
enmendar los errores? No por medio del garrote, como el Hércules
de los griegos, sino por la fuerza de la persuasión. Se
representa a la multitud siguiéndolo tiradas por finas cadenas de
oro y ámbar enganchadas en sus orejas, cadenas éstas que salen
de la boca de él.209 Hay una gran diferencia entre los dos símbolos:
los colmillos de jabalí y las cadenas de oro que salen de la
boca y arrastran grandes multitudes voluntarias por las orejas;
pero ambos ilustran bellamente la misma idea – la fuerza de ese
poder persuasivo que le permitió a Sem resistir por un tiempo la
acometida del mal que se precipitó sobre el mundo.
Al influir Sem tan poderosamente sobre la mente de los hombres
como para inducirlos a hacer un terrible escarmiento en el
gran Apóstata, y cuando los miembros cortados del cuerpo de
ese Apóstata fueron enviados a las principales ciudades donde,
sin duda, se había establecido su sistema, y descubriéndose prontamente
que, en tales circunstancias, si la idolatría iba a continuar
y si, sobre todo, iba a progresar, era indispensable que lo
hiciera en secreto. El temor a una ejecución impuesta a alguien
tan poderoso como Nimrod, hacía necesario que, por algún tiem-
209 Sir W. BETHAM, Gaélico y Cimbrio, pp. 90-93. En relación con este Ogmius, es
digno de observarse uno de los nombres de “Sem,” el gran Hércules egipcio que
venció a los gigantes. Este nombre era Chon. En el Etymologicum Magnum, apud
BRYANT, vol. II. p. 33, leemos: “Se dice que en el dialecto egipcio a Hércules se le
llama Chon.” Compárese esto con WILKINSON, vol. V. p. 17, donde a Chon se le
llama “Sem.” En caldeo, Khon significa “lamentar,” y como Sem era Khon, es decir,
“sacerdote” del Dios Altísimo, su carácter y sus circunstancias peculiares como Khon,
“el lamentador,” suministrarían una razón adicional por la que él se distinguiría por
ese nombre por el que fue conocido el Hércules egipcio. Y no es menospreciable la
elocuencia impresionante que hay en las lágrimas de los que buscan apartar a los
pecadores de sus caminos equivocados. Las lágrimas de Whitefield constituyeron
una gran parte de su poder; y, de igual manera, las lágrimas de Khon, el Hércules
“lamentador,” le ayudarían poderosamente para vencer a los gigantes.
105
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
po, se tuviera – por lo menos – precaución extrema al valerse de
ella. En estas circunstancias, entonces, sin que quepa duda alguna,
el sistema de los “Misterios,” que tenía como centro a
Babilonia, se difundió por el mundo. En estos Misterios, bajo
el sello del secreto y la sanción de un juramento, y mediante
todos los fecundos recursos de la magia, los hombres fueron
llevados de nuevo a toda la idolatría, que había sido públicamente
suprimida, agregándosele al mismo tiempo nuevos rasgos
distintivos que la hicieron todavía más blasfema que antes.
De que la magia y la idolatría eran hermanas gemelas, y que
entraron juntas al mundo, tenemos abundante evidencia. “De él
(de Zoroastro),” afirma el historiador Justino, “se dijo que fue el
primero que inventó las artes mágicas, y el que estudió más diligentemente
los movimientos de los cuerpos celestes.”210 El
Zoroastro de que habla Justino es el Zoroastro bactriano; pero se
admite generalmente que esto es un error. Stanley, en su “Historia
de la Filosofía Oriental,” concluye que este error ha resultado
de la similitud del nombre y que, por tal razón, se le ha atribuido
al Zoroastro bactriano lo que propiamente corresponde al
caldeo, “puesto que no puede pensarse que el bactriano fuese el
inventor de aquellas artes en las cuales el caldeo, que fue contemporáneo
suyo, era mucho más experto.”211 Antes que Stanley,
Epifanio había llegado evidentemente a la misma conclusión
substancial. Epifanio sostiene, según la evidencia que le fue
revelada en sus días, que fue “Nimrod el que estableció las ciencias
de la magia y de la astronomía, invención que fue atribuida
posteriormente a Zoroastro (el bactriano).”212 Como hemos visto
que Nimrod y el caldeo Zoroastro son uno mismo, las conclusiones
de los investigadores antiguos y modernos de la antigüedad
caldea armonizan completamente. El sistema secreto de los
Misterios proporcionaba grandísimas facilidades para imponerse
sobre los sentidos de los iniciados por medio de las diversas
tretas y artificios de la magia. A pesar de todos los cuidados y
precauciones de los que dirigían estas iniciaciones, se filtraba
210 JUSTINO, Historia, lib. I. cap. 1, vol. II. p. 615.
211 STANLEY, p. 1031, col. 1.
212 EPIFANIO, Adv. Hoeres., lib. I., vol. I. p. 7.
106
Lo Que Usted Debe Saber
bastante para darnos una comprensión muy clara de su verdadero
carácter. Todo era tan sumamente ingenioso para estimular la
mente de los novicios hasta el más alto grado de excitación que,
después de haberlos sometido sin reserva a los sacerdotes, podían
estar preparados para aceptarlo todo. Después de que los
candidatos a la iniciación habían pasado por el confesionario, y
hecho los juramentos requeridos, “se les presentaban,” dice
Wilkinson, “extraños y maravillosos objetos. Algunas veces, el
lugar donde se encontraban parecía temblar en torno de ellos;
otras veces, aparecía brillante y resplandeciente con luz y fuego
ardiente, para cubrirse de nuevo con obscuras tinieblas; unas
veces tronaba y relampagueaba; otras veces, se oían ruidos espantosos
y bramidos; a veces, surgían terribles apariciones que
asombraban a los temblorosos espectadores.”213 Luego, al final,
de la manera más a propósito para ablandar sus sentimientos y
ganar sus afectos, se les revelaba el gran dios, el objeto central
de su culto: Osiris, Tamuz, Nimrod, o Adonis. Un relato de tal
manifestación fue dado, con cautela ciertamente, por un pagano
viejo, pero en una forma tal que muestra la naturaleza del secreto
mágico por medio del cual se realizó un aparente milagro:
“En una manifestación que uno no debe revelar... se ve en la
pared del templo un haz de luz que, al principio, aparece a una
distancia muy grande. Al mismo tiempo que el haz de luz se
despliega, se transforma en una figura evidentemente divina o
sobrenatural, de aspecto severo, pero con un toque de dulzura.
Siguiendo las enseñanzas de una religión misteriosa, los
alejandrinos lo honran como a Osiris o Adonis.”214 Según lo
que aquí se dice, difícilmente puede quedar duda de que el arte
mágico empleado en este caso no fue otro que el que ahora se
emplea en la fantasmagoría moderna. Tales o parecidos medios
213 WILKINSON, Modales y Costumbres de los Egipcios, vol. V. p. 326.
214 Uno de los relatos a que me refiero está contenido en las siguientes palabras de
Moisés de Corene en su Historia Armenia, refiriéndose a la respuesta que dio
Semíramis a los amigos de Areo, a quien ella había matado en la batalla: “Dios inquit
[Semíramis] meis mendata dedi, tu Araei vulnera lamberunt , et ab inferis excitarent....
Dii, inquit, Areaum lamberunt, et ad vitam revocarunt ;” “He dado órdenes, dice
Semíramis, a mis dioses de lamer las heridas de Areo y hacerlo volver de los muertos.
Los dioses, dice ella, han lamido a Areo, y lo han llamado de nuevo a la vida.” –
(MOISES CORENENSE, lib. I. cap. 14, p. 42). Si Semíramis hubiera hecho realmente
lo que dijo que había hecho, habría sido un milagro. Los efectos de los magos
107
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
se emplearon en períodos muy primitivos en los Misterios secretos
para presentar ante los ojos del viviente a los que estaban
muertos. En la historia antigua encontramos relatos que se refieren
a la misma época de Semíramis, que dan a entender que
los ritos mágicos se practicaban con tal propósito; y como se
empleó ostensiblemente más tarde la linterna mágica, o algo que
se le pareciera, para el mismo fin, es razonable concluir que los
mismos medios, u otros similares, se emplearon en tiempos muy
antiguos, cuando se producían los mismos efectos. En manos de
hombres astutos e ingeniosos éste fue un medio poderoso para
imponerse sobre aquellos que estaban dispuestos a ser
embaucados, pues eran renuentes a la santa religión espiritual
del Dios viviente, y que todavía ansiaban el sistema que había
sido reprimido. Era fácil para los que controlaban los Misterios,
habiendo descubierto sus secretos, que entonces eran desconocidos
para la humanidad en conjunto, y que ellos preservaron
cuidadosamente bajo su propia y exclusiva custodia, darles lo
que podía parecer demostración visual de que Tamuz, que había
sido ejecutado, y por quien se habían hecho tales lamentaciones,
estaba vivo todavía y circundado de gloria divina y celestial. De
los labios de alguien revelado gloriosamente de esta manera, o
lo que era prácticamente lo mismo, de los labios de algún sacerdote
invisible, hablando en su nombre desde atrás del escenario,
¿qué podía ser demasiado maravilloso o increíble para ser creído?
Así, la totalidad del sistema de los Milagros secretos de
Babilonia, tenía por objeto glorificar a un hombre muerto, y una
vez establecido el culto de un muerto, se aseguraba la continuación
de ese culto para muchos otros. Esto arroja luz sobre el
eran milagros fingidos; y Justino y Epifanio demuestran que los milagros fingidos
aparecieron desde el nacimiento de la idolatría. A menos que el milagro fingido de la
resurrección de los muertos por artes mágicas ya hubiera sido conocido y practicado
en los días de Semíramis, no es probable que ella hubiera dado tal respuesta a aquellos
a quienes ella deseaba predisponer en su favor; pues, por una parte, ¿cómo podía
esperar que tuviera el efecto deseado, si no era corriente creer en las prácticas de la
nigromancia? Encontramos que en Egipto, más o menos por la misma época, tales
artes mágicas debieron haber sido practicadas, si se da crédito a Maneto. “Maneto
dice,” según Josefo, “que él [hablando evidentemente del viejo Horus como de un rey
humano y mortal] fue admitido a la visión de los dioses, y que Amenofis deseaba el
mismo privilegio.” – (JOSEFO, contra APION, lib. I. p. 932). Este pretendido acceso
a la visión de los dioses, significa evidentemente el uso del arte mágico aludido en
el texto.
108
Lo Que Usted Debe Saber
lenguaje del Salmo 106, donde el Señor, reconviniendo a Israel
por su apostasía, dice: “Se unieron asimismo a Baal-peor, y comieron
los sacrificios de los muertos.” De este modo se preparó
también el camino para la introducción de todas las abominaciones
y de los crímenes de los cuales los Misterios llegaron a ser el
escenario; porque para aquellos a quienes no les gustaba conservar
a Dios en su conocimiento y que preferían algún objeto
visible de culto, que se acomodara a los sentimientos sensuales
de su mente carnal, nada podía parecer una razón más
conveniente para la fe o para la práctica, que oír con sus propios
oídos un mandamiento publicado en medio de una manifestación,
aparentemente tan gloriosa, por la misma divinidad que
ellos adoraban.
El plan, hábilmente diseñado de tal modo, surtió efecto.
Semíramis recibió la gloria de su esposo muerto y deificado; y,
con el transcurso del tiempo, los dos, bajo los nombres de Rea y
Nin, o de “la madre-diosa y el Hijo,” fueron adorados con un
entusiasmo increíble, y sus imágenes fueron erigidas y adoradas
en todas partes.215 Dondequiera que el aspecto negro de Nimrod
resultaba un obstáculo para su culto, esto se obviaba fácilmente.
Según la doctrina caldea de la transmigración de las almas, todo
lo que se necesitó fue enseñar solamente que Nino había reaparecido
en la persona de un hijo póstumo, de tez blanca, dado a
luz sobrenaturalmente por su esposa después de que el padre se
había ido a la gloria. Como la licenciosa y disoluta vida de
Semíramis le dio muchos hijos para los cuales ningún pretendido
padre terrenal era reconocido, un argumento como éste santificaría
al mismo tiempo el pecado y permitiría satisfacer los sentimientos
de los que eran hostiles al verdadero culto del SEÑOR,
y que, sin embargo, no sentían agrado en inclinarse delante de
una divinidad negra. A causa de la luz reflejada por Egipto sobre
Babilonia, así como por la forma de las imágenes existentes
del niño de Babilonia en los brazos de la madre-diosa, tenemos
toda la razón para creer que esto sucedió realmente. En Egipto,
215 Parece que ninguna idolatría se habría arriesgado a aparecer públicamente hasta
el reinado de Arioc o Ario, el nieto de Semíramis.– Cedreni Compendium, vol. I. pp.
29,30.
109
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
del hermoso Horus, el hijo del negro Osiris, que era el objeto
favorito de adoración en los brazos de la madre-diosa Isis, se
decía que había nacido milagrosamente como consecuencia de
una relación sexual de esta diosa con Osiris, después de la muerte
de éste;216 y, en cuanto al hecho de haber sido una nueva encarnación
de ese dios para vengar su muerte en sus asesinos,
sorprende encontrar hoy día que se adorara un dios negro entre
tantos países tan distantes y entre tantos millones de seres humanos
que nunca habían visto un negro. Sin embargo, como lo
veremos después, entre las naciones civilizadas de la antigüedad,
Nimrod cayó en descrédito en casi todas partes, y fue degradado
de su preeminencia original expresamente ob
deformitatem,217 “a causa de su fealdad.” Incluso en la misma
Babilonia, el hijo póstumo, a pesar de identificársele con su padre
y de heredar toda la gloria de éste, llegó a ser, sin embargo,
el símbolo favorito del hijo divino de la Madona por tener más
del color de la piel de la madre.
A este hijo adorado de este modo en los brazos de la madre, se le
consideraba como investido de todos los atributos del Mesías
prometido y se le llamaba por casi todos Sus nombres. Tal como
a Cristo se le llama Adonai, EL SEÑOR, en el hebreo del Antiguo
Testamento, así a Tamuz se le llamó Adón o Adonis. Bajo
el nombre de Mithras, fue adorado como “el Mediador.”218 Como
mediador y cabeza del pacto de la gracia, se le llamó Baal-berit,
el Señor del Pacto (Jueces 8:33) – (Fig. 23). Con este carácter se le
representó en los monumentos persas sentado sobre el arco iris,
el bien conocido símbolo del pacto.219 En la India, bajo el nombre
de Visnú – el Preservador y el Salvador de los hombres –
aun siendo dios, fue adorado como el gran “Hombre-Víctima,”
que antes de que existieran los mundos, se ofreció a sí mismo
216 PLUTARCO, Obras, vol. II. p. 366.
217 Estas son las palabras del Gradus ad Parnassum, con respecto a la causa de la
caída de Vulcano, cuya identidad con Nimrod se demuestra en el Capítulo Séptimo,
Sección I.
218 PLUTARCO, De Iside, vol. II. p. 369.
219 THEVENOT, Viajes, part. II., cap. VII. p. 514.
110
Lo Que Usted Debe Saber
como sacrificio,220 porque no había nada que ofrendar. Los escritores
sagrados hindúes enseñan que esta misteriosa ofrenda
antes de toda la creación, es el fundamento de todos los sacrificios
que se han ofrecido desde entonces.221 ¿Sorprende acaso
que tal aseveración haya tenido su fundamento en los libros sagrados
de la mitología pagana? ¿Por qué se hizo esto? Puesto
que el pecado entró al mundo, sólo había una forma de salvación,
y era por medio de la sangre del pacto eterno – una forma
que toda la humanidad conoció en otro tiempo, desde los días de
la ofrenda del justo Abel. Cuando Abel, “por la fe,” ofreció a
Dios un sacrificio superior al de Caín, lo que dio toda la “superioridad”
a su ofrenda, fue su fe “en la sangre del Cordero inmolado,”
según el propósito de Dios “desde la fundación del mundo,”
ofrecida a su debido tiempo en el Calvario. Si Abel conocía
“la sangre del Cordero,” ¿por qué no habrían de conocerla
los hindúes? Una palabra deja ver que aun por los griegos ya
había sido conocida la virtud de “la sangre de Dios,” aunque esa
220 Coronel KENNEDY, La Mitología Hindú, pp. 221 y 247, con Nota.
221 Ibid. pp. 200, 204, 205. En el ejercicio de su oficio como dios Reparador, se dice
que Visnú “quitó los espinos de los tres mundos.” – MOOR, Panteón, p. 12. Los
“espinos” eran un símbolo de la maldición.– (Génesis 3:18).
Fig. 23
Baal-Berith,
el Señor del Pacto
111
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
virtud, al ser expuesta por sus poetas fue completamente opacada
y degradada. Esa palabra es Icor. Todo lector de los bardos de
la Grecia clásica sabe que Icor es el término especialmente apropiado
para nombrar la sangre de una divinidad. Homero se refiere
a ella de esta manera:
“Desde la abierta vena fluye el inmortal Icor
Como fuente que mana de un dios herido,
Emanación pura, sangre incorrupta,
Diferente a nuestra espesa y mórbida sangre terrenal.”222
¿Cuál es el verdadero significado del término Icor? En griego
no tiene ningún significado etimológico; pero en caldeo, Icor
significa “cosa preciosa.” Tal nombre, aplicado a la sangre de
una divinidad, sólo podía tener un origen. Su evidencia la tiene
en su misma procedencia, pues proviene de esa gran tradición
patriarcal que llevó a Abel a prever la “preciosa sangre” de Cristo,
el don más “precioso” que el amor divino podía dar a un
mundo culpable, aun cuando la sangre del único y verdadero
“Hombre-Víctima” es, al mismo tiempo, de hecho y verdaderamente
“la sangre de Dios” (Hechos 20:28). Incluso en la misma
Grecia, aun cuando la doctrina fue completamente pervertida,
no se había perdido del todo. Estaba mezclada con falsedad y
con fábula y se mantuvo oculta del vulgo; pero ocupaba un lugar
importante en el sistema místico secreto. Como nos dice Servio,
el propósito principal de las orgías báquicas “era la purificación
de las almas,”223 y como en estas orgías había, por lo regular, el
despedazamiento de un animal y el derramamiento de su sangre,
en memoria del derramamiento de la sangre de la vida de la gran
divinidad conmemorada en ellas, ¿el derramamiento simbólico
de la sangre de esa divinidad no podría tener relación con la
222 POPE, Homero, corregido por PARKHURST. Ver el original en La Ilíada, lib. V.
ll. 339,340, pp. 198,199.
223 Ver ante, p. 22.
112
Lo Que Usted Debe Saber
“purificación” del pecado, que estos mismos ritos tenían el propósito
de lograr? Hemos visto que los sufrimientos del Zoroastro
babilónico y de Belo fueron expresamente representados como
voluntarios y como propuestos para beneficio del mundo, y esto
con respecto al aplastamiento de la cabeza de la gran serpiente,
lo que implicaba la remoción del pecado y de la maldición. Si el
Baco griego fue solamente otra forma de la divinidad babilónica,
entonces sus sufrimientos y el derramamiento de su sangre deben
haber sido representados como padecidos con el mismo propósito,
a saber, la “purificación de las almas.” Permítase que se
considere en Grecia, desde este punto de vista, el bien conocido
nombre de Baco. Su nombre era Dionisos o Diniosio, ¿cuál es
el significado de este nombre? Hasta ahora ha desafiado toda
interpretación. Pero entendiéndolo como procedente del lenguaje
de la tierra de donde el dios vino originalmente, el significado
es muy claro. D’ion-niso-s significa “EL QUE CARGA CON
EL PECADO,”224 un nombre muy apropiado al carácter de aquel
cuyos sufrimientos eran representados como tan misteriosos, y
que era considerado como el gran “purificador de las almas.”
Este dios babilónico, conocido en Grecia como “el que Carga
con el Pecado,” y en la India como el “Hombre-Víctima,” considerado
usualmente como el “Salvador del mundo” entre los
budistas orientales, los elementos de cuyo sistema eran claramente
babilónicos.225 Siempre se ha conocido suficientemente
224 La expresión usada en Exodo 28:38 para “llevar las faltas (la iniquidad)” o el
pecado de manera substitutiva es “nsha eon” (siendo ayn la primera letra eon). Un
sinónimo para eon, “falta o iniquidad,” es aon (siendo alef la primera letra). – (Ver
PARKHURST sub voce “An,” Nº IV.). En caldeo, la primera letra a se convierte en i,
y por tanto aon, “iniquidad,” es ion. Entonces nsha “llevar,” es “nusha” en el participio
activo. Como los griegos no tenían sh, nusha se convierte en nusa. De, o Da, es
el pronombre demostrativo y significa “ese” o “el gran.” Así, “D‘ion-nusa” es
exactamente “El gran portador del pecado.” Que los paganos de la época clásica
tenían la misma idea de la imputación del pecado y del sufrimiento substitutivo, se
demuestra por lo que dice Ovidio con respecto a Olenos. Se decía que Olenos había
llevado voluntariamente sobre sí el vituperio de la culpa de que él era inocente: “Quique
in se crimen traxit, voluitque videri, Olenos esse nocens.”(OVIDO, Metamorfosis.,
vol. II p. 486). Bajo el peso de esta culpa imputada, tomada voluntariamente sobre sí,
a Olenos se le representa sufriendo tal horror como para perecer, o ser convertido en
piedra. Como la piedra en que se convirtió Olenos fue erigida en el monte santo de
Ida, esto demuestra que Olenos debe haber sido considerado como una persona sagrada.
El verdadero carácter de Olenos como el “portador del pecado” puede establecerse
fácilmente. Ver Apéndice, Nota F.
113
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
que los griegos adoraban, a veces, al dios supremo bajo en título
de “Zeus, el Salvador,” pero se enseñaba que este título se refería
solamente a la salvación en el combate, o algo parecido a una
salvación temporal. Pero cuando se sabe que “Zeus, el Salvador”
fue solamente un título de Dionisio,226 el “Baco que cargaba
con el pecado,” su carácter como “el Salvador” aparece con
una luz bastante diferente. En Egipto, al dios caldeo se le ensalzaba
como el gran objeto de amor y adoración, como el dios por
medio del cual “la bondad y la verdad fueron reveladas a la
humanidad.”227 Era considerado como el heredero predestinado
de todas las cosas; y se creía que el día de su nacimiento se oyó
una voz que proclamaba: “Ha nacido el Señor de toda la tierra.”
228 Con este carácter se le llamó “Rey de reyes, y Señor de
señores,” siendo una especie de reconocida representación de
este dios-héroe, lo que hizo que el célebre Sesostris hiciera que
este mismo título se agregara a su nombre en los monumentos
que él erigió para perpetuar la fama de sus victorias.229 No solamente
fue honrado como el gran “Rey del Mundo,” y considerado
como el “Señor del mundo visible,” sino que también lo fue
como “Juez de los muertos;” y se enseñó que, en el mundo de
los espíritus, todos debían presentarse ante su terrible tribunal
225 MAHAWANSO, XXXI. apud POCOCKE, La India y Grecia, p. 185.
226 ATENEO, lib. XV. p. 675.
227 WILKINSON, Los Egipcios, vol. IV. p. 189.
228 Ibid. p. 310.
229 RUSSELL, Egipto, p. 79.
230 WILKINSON, vol. IV. pp. 310,314.
231 Este es el significado esotérico de la “Rama Dorada” de Virgilio, y de la rama de
muérdago de los druidas. La prueba de esto debe reservarse para el Apocalipsis del
Pasado. Sin embargo, puedo hacer una observación, al paso, sobre la amplia difusión
del culto de la rama sagrada. No solamente hacen uso de la rama sagrada, en
ciertas ocasiones, los negros del Africa en el culto del Fetiche (HURD, Ritos y Ceremonias,
p. 375), sino que aun en la India hay huellas de la misma práctica. Mi hermano
S. Hislop, de la Iglesia Misionera Libre, en Nagpore, me informa que el último
Rajá de Nagpore acostumbraba cada año, en determinado día, ir con gran pompa a
adorar la rama de una clase especial de árbol, llamado apta, que había sido plantado
para la ocasión y el cual, después de recibir honores divinos, era arrancado y sus
hojas distribuidas por el Príncipe nativo entre sus nobles. En las calles de la ciudad se
vendían cantidad de ramas de la misma clase de árbol, y las hojas, con el nombre de
sona, “oro,” eran regaladas a los amigos.
114
Lo Que Usted Debe Saber
para señalarles su destino.230 Así como se profetizó del verdadero
Mesías con el título de “el varón cuyo nombre es Renuevo,”
él fue célebre no solamente como el “Renuevo de Cus,” sino
como “el Renuevo de Dios,” dado graciosamente a la tierra para
la sanidad de todas las enfermedades de que es heredera la carne.
231 En Babilonia se le adoró con el nombre de El-Bar, o “Dios
Hijo.” Con este mismo nombre lo presenta Beroso, el historiador
caldeo, como el segundo en la lista de los soberanos
babilónicos.232 Con este nombre lo ha encontrado Layard en las
esculturas de Nínive, teniendo el nombre de Bar, “el Hijo” como
prefijo del mismo nombre que significa El, o “Dios.”233 Sir H.
Rawlinson lo ha encontrado con el mismo nombre, estando yuxtapuestos
inmediatamente los nombres de “Beltis” y el de “Bar
el Resplandeciente”.234 Con el nombre de Bar fue adorado en
Egipto en los tiempos primitivos, aunque posteriormente el dios
Bar fue degradado en el panteón popular para dar paso a otra
divinidad más popular.235 En la misma Roma pagana, como lo
testifica Ovidio, fue adorado con el nombre del “Hijo Eterno.”236
Así, un simple mortal fue osada y abiertamente ensalzado en
Babilonia, en oposición al “Hijo del Bendito.”
232 BEROSO, en Egipto de BUNSEN, vol. I. p. 710, Nota 5. El nombre “El-Bar” está
en forma hebrea por ser la más familiar para el lector común y corriente de la Biblia
en inglés. La forma caldea del nombre es Ala-Bar, que en el griego de Beroso es Ala-
Par, con la terminación afija griega os. En griego, el cambio de Bar en Par se basa
exactamente en el mismo principio por el que Ab “padre” se convierte en Appa en
griego, y Bard, el “manchado,” se convierte en Pardos, etc. Este nombre, Ala-Bar,
fue dado por Beroso, probablemente, a Ninyas como sucesor e hijo legítimo de Nimrod.
Ese Ala-Par-os tenía realmente el propósito de designar al soberano en mención como
“Dios el Hijo,” o “el Hijo de Dios,” lo que está confirmado por otra lectura del mismo
nombre dada en griego (en p. 712 de BUNSEN, Nota). Allí, el nombre es Alasparos.
Ahora, Pyrisporos, aplicado a Baco, significa Ignígena, o la “Simiente del Fuego;” y
Ala-sporos, la “Simiente de Dios,” es apenas una expresión similar formada a la
manera griega. Es bien sabido que el griego speiro viene del hebreo Zero, y que
ambos verbos significan “sembrar.” La formación de speiro es así: El participio
activo de Zero es Zuro, el cual, empleado como verbo, se convierte en Zwero, Zvero,
y Zpero. Entonces, “Ala-sparos,” significa naturalmente “La Simiente de Dios” –
una mera variación de Ala-Par-os, “Dios el Hijo,” o “el Hijo de Dios.”
233 Nínive y Babilonia, p. 629.
234 VAUX, Nínive, p. 457.
235 BUNSEN, vol. I. p. 426. Aunque Bunsen no menciona la degradación del dios
Bar; sin embargo, al convertirlo en Tifón, lo degrada implícitamente. Ver EPIFANIO,
Adv. Hoereses, lib. III. tom. II., vol. I. p. 1093.
115
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
SECCION III — LA MADRE Y EL HIJO
No obstante que la madre debía su gloria en primera instancia al
carácter divino atribuido al hijo que llevaba en los brazos, a la
larga eclipsó prácticamente al hijo. Al principio, con toda probabilidad,
ni siquiera se habría pensado en atribuirle carácter
divino a la madre. Existía una clara promesa que llevaría necesariamente
a la humanidad a esperar que, de un momento a otro,
el Hijo de Dios aparecería en este mundo con sorprendente condescendencia
como el Hijo del hombre. Pero no existía promesa
alguna, ni siquiera el indicio de una promesa que llevara a
cualquiera a prever que una mujer sería alguna vez investida con
atributos que la elevarían al nivel de la Divinidad. Por tanto, es
improbable en último término, que cuando la madre se mostró
por primera vez con el hijo en los brazos, se pretendiera darle
honores divinos. A ella se le usó indudable y principalmente
como pedestal para que sostuviera al Hijo divino, y para presentarlo
a la adoración de la humanidad, considerándose como gloria
suficiente para ella ser la única, entre todas las hijas de Eva,
que diera a luz a la simiente prometida, a la única esperanza del
mundo. Pero entre tanto que, sin duda, éste fue el propósito, hay
un principio evidente en todas las idolatrías, el de que aquello
que más excita los sentimientos, debe producir la impresión más
poderosa. El Hijo, aun en su nueva encarnación, cuando se cre-
236 Para comprender el significado de esta expresión, debe hacerse referencia a la
forma notable del juramento entre los romanos. En Roma, la forma más sagrada del
juramento, como lo sabemos por AULO GELIO, I. 21, p. 192, era: “Per Jovem
LAPIDEM,” “Por Júpiter la PIEDRA.” Esto, tal como está, no tiene sentido. Pero si
para la traducción de lapidem se regresa al caldeo, la lengua sagrada, el juramento
quiere decir: “Por Jove, el Hijo,” o “Por el hijo de Jove.” Ben, que en hebreo es Hijo,
en caldeo se convierte en Eben, que también significa piedra, como puede verse en
“Eben-ezer,” “Piedra de ayuda.” Como los más eruditos investigadores, incluyendo
entre ellos, evidentemente, a Sir G. Wilkinson (ver Los Egipcios, vol. IV. p. 186), han
admitido que el Jovis romano, que antiguamente era el nominativo, es sólo una forma
del hebreo Jehová, es evidente que el juramento habría sido originalmente, “Por el
hijo de Jehová.” Esto explica cómo el juramento más solemne y obligatorio se hubiera
tomado en la forma mencionada; y demuestra, también, lo que significaba cuando
a Baco, “el hijo de Jove,” se le llamó “El Hijo Eterno.” – OVIDIO, Metamorfosis, IV.
17,18.
116
Lo Que Usted Debe Saber
yó que Nimrod había reaparecido en una forma más hermosa, lo
hizo solamente como un niño, sin ninguna atracción particular,
en tanto que la madre en cuyos brazos estaba, fue adornada con
todo el arte de la pintura y de la escultura, como investida con
mucha de aquella extraordinaria belleza que le pertenecía en realidad.
Se dice que la belleza de Semíramis reprimió, en cierta
ocasión, con su aparición repentina, una rebelión entre sus súbditos;
y se recuerda que la admiración despertada en la mente de
ellos por su aparición en tal ocasión, fue perpetuada en una estatua
erigida en Babilonia, que la representaba del modo en que
ella los había fascinado.237 Esta reina babilónica coincide no
solamente en su carácter con la Afrodita de Grecia y con la Venus
de Roma, sino que fue, de hecho, el original histórico de esa
diosa que fue considerada en el mundo antiguo como la misma
personificación de todo atractivo en forma femenina, y como la
perfección de la belleza en la mujer; porque, según nos asegura
la Versión de los Setenta, Afrodita o Venus era idéntica a
Astarté,238 entendiéndose que Astarté239 no es otra que “la mujer
que edificó torres o murallas,” es decir, Semíramis. Como bien
se sabe, la Venus romana fue la Venus chipriota, y se comprobó
históricamente que la Venus de Chipre había provenido de
Babilonia. En tales circunstancias, ¿qué podría haberse esperado
que ocurriera realmente? Si el hijo iba a ser adorado, con
mayor razón lo sería la madre. Ella, de hecho, llegó a ser el
objeto favorito del culto.240 Para justificar este culto, la madre
237 VALERIO MAXIMO, lib. IX., cap. 3, hoja 193, p. 2. Valerio Máximo no menciona
nada sobre la representación de Semíramis con el hijo en sus brazos; pero como
Semíramis fue deificada como Rea, cuyo carácter distintivo era el de madre diosa, y
como tenemos evidencia de que el nombre “Simiente de la Mujer,” o Zoroastro, se
remonta a los tiempos primigenios – a saber, a sus propios días (CLERICO, De
Chaldoeis, lib. I. sec. I., cap. 3. tom. II. p. 199), esto implica que si en esos tiempos
hubo algún culto a las imágenes, esa “Simiente de la Mujer” debe haber ocupado un
lugar prominente. Como en todo el mundo la Madre y el hijo aparecen de una forma
o de otra, y se encuentran en los primitivos monumentos egipcios, eso demuestra que
este culto debe haber tenido sus raíces en las edades primigenias del mundo. Por
tanto, si la madre era representada ella sola en forma tan fascinante, podemos estar
seguros de que la misma belleza por la que fue celebrada, se le daría cuando fue
exhibida con el hijo en sus brazos.
238 Versión de los SETENTA, p. 25.
239 De Asht-trt. Ver Apéndice, “Sobre el significado del nombre Astarté.”
117
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
fue elevada a la divinidad al igual que su hijo, y se la consideró
como destinada a terminar el aplastamiento de la cabeza de la
serpiente, siendo fácil, si tal cosa era necesaria, encontrar abundantes
y plausibles razones para alegar que Nino o Nimrod, el
gran Hijo, sólo había comenzado su vida mortal.
La Iglesia romana sostiene que no era tanto la simiente de la
mujer misma, la que iba a quebrantar la cabeza de la serpiente.
Desafiando la gramática, traduce de esta manera la condenación
divina a la serpiente: “Ella golpeará tu cabeza, y tú golpearás su
calcañal.” Lo mismo sostuvieron los antiguos babilonios, y lo
representaron simbólicamente en sus templos. Diodoro Sículo
nos cuenta que, en el piso superior de la torre de Babel, o templo
de Belo, se levantaban tres imágenes de las grandes divinidades
de Babilonia, y una de ellas era la de una mujer que cogía la
cabeza de una serpiente.241 Entre los griegos se simbolizó lo
mismo, pues a Diana, cuyo verdadero carácter fue originalmente
el mismo de la gran diosa babilónica,242 se la representaba
sosteniendo una serpiente sin cabeza en una de sus manos.243 A
medida que pasaba el tiempo y que los hechos de la historia de
Semíramis se fueron opacando, el nacimiento de su hijo fue declarado
osadamente como milagroso y, por tanto, ella fue llama-
240 Ciertamente, cuán extraordinaria y fanática fue la devoción en la mente babilónica
para con esta reina diosa, se comprueba suficientemente tanto por lo dicho por
Heródoto, lib. I. cap. 199, como por la forma en que requería ser propiciada. Que
todo un pueblo se hubiera avenido a una costumbre como la descrita, demuestra el
asombroso dominio que su culto debe haber ejercido sobre ellos. Nono, hablando de
la misma diosa, la llama “La esperanza del mundo entero.” (Dionisíaca, lib. XLI., en
BRYANT, vol. III. p. 226). Como hemos visto, era la misma diosa que fue adorada en
Efeso, a quien Demetrio, el platero, se refería como “aquella a quien venera toda
Asia, y el mundo entero” (Hechos 19:27). Tan grande era la devoción a esta reina
diosa, no sólo de parte de los babilonios, sino del mundo antiguo en general, que la
fama de las hazañas de Semíramis en la historia ha dejado completamente en el olvido
las hazañas de su esposo Nino o Nimrod.
Con respecto a la identificación de Rea o Cibeles y de Venus, ver Apéndice, Nota G.
241 DIODORO, Biblioteca, lib. II. p. 70. Ver Fig. 23, ante, donde una diosa egipcia,
a imitación de Horus, atraviesa la cabeza de una serpiente.
242 Ver ante, pp. 29,30.
243 Ver SMITH, Diccionario Clásico, p. 320.
118
Lo Que Usted Debe Saber
da “Alma Mater,”244 la “Virgen Madre.” Que el nacimiento del
Gran Libertador iba a ser milagroso, se conocía ampliamente
desde mucho antes de la era cristiana. Durante siglos, por decir
algo, miles de años antes de ese evento, los sacerdotes budistas
tenían una tradición sobre una Virgen que daría a luz un hijo
para bendecir al mundo.245 Que tal tradición no proviene de una
fuente papal o cristiana, se evidencia por la sorpresa sentida y
244 Alma es el término preciso usado por Isaías en el hebreo del Antiguo Testamento
cuando anunció, con una anticipación de 700 años, el acontecimiento de que Cristo
nacería de una virgen. Si se preguntara cómo este término hebreo Alma (no en sentido
romano, sino en sentido hebreo) pudo encontrar su camino a Roma, la respuesta es
que fue a través de Etruria, que mantenía una estrecha relación con Asiria (ver
LAYARD, Nínive y Babilonia, p. 190). La palabra “mater,” la misma de donde proviene
nuestra palabra “madre,” es originalmente hebrea; y viene de Msh, “hacer salir,”
en egipcio Ms, “dar a luz” (BUNSEN, vol. I. p. 540), que en la forma caldea se
convierte en Mt, de donde viene el egipcio Maut, “madre.” Erh o Er, como en inglés
(y en forma similar en sánscrito), es “el que hace.” Así que mater o madre significa
“la que produce.”
Aunque puede hacerse una objeción al significado del epíteto Alma, pues este término
se aplicaba frecuentemente a Venus, que ciertamente no era virgen. Sin embargo,
esta objeción es más aparente que real. Por el testimonio de Agustín, testigo ocular él
mismo, sabemos que los ritos de Vesta, que era enfáticamente “la diosa virgen de
Roma,” con el nombre de Terra, eran exactamente los mismos de Venus, la diosa de la
impureza y el libertinaje (Agustín, La Ciudad de Dios, lib. II. cap. 26). Por otra parte,
Agustín dice que Vesta, la diosa virgen, “era llamada Venus por algunos” (Ibid. lib.
IV. cap. 10).
Incluso en la mitología de nuestros antepasados escandinavos tenemos una notable
evidencia de que Alma Mater, o la Virgen Madre, había sido conocida originalmente
por ellos. A uno de sus dioses, llamado Heimdal, descrito en los términos más exaltados
como el que tenía una percepción tan fina que podía oír crecer la hierba en la
tierra, o la lana en el lomo de las ovejas, y que cuando soplaba su trompeta se lo podía
oír en todos los mundos, se le llamaba por el nombre paradójico de “el hijo de las
nueve vírgenes” (MALLET, p. 65). Esto entraña obviamente un enigma. Permítase
que el lenguaje donde tuvo su origen la religión de Odín, a saber, el caldeo, sea traído
como apoyo, y el enigma se resuelva. En caldeo, “el hijo de las nueve vírgenes” es
Ben-Almut-Teshaah. Pero la pronunciación de esto es idéntica a “Ben-Almet-Ishaa,”
“el hijo de la virgen de la salvación.” Ese hijo era conocido en todas partes como “la
simiente salvadora.” “Zera-hosha” (en Zend, “cra-osha”), y su virgen madre proclamada,
en consecuencia, como “la virgen de la salvación.” Aun en los mismos cielos,
el Dios de la Providencia ha obligado a Sus enemigos a dar testimonio de la gran
verdad bíblica proclamada por el profeta hebreo de que “la virgen concebirá y dará a
luz un hijo, y llamará su nombre Emmanuel.” La constelación de Virgo, como lo
admite la mayoría de los astrónomos eruditos, estaba dedicada a Ceres (Dr. JOHN
HILL, en su Urania, y el Sr. A. JAMIESON, en su Atlas Celestial, ver LANDSEER,
Investigaciones Sabeas, p. 201), que es lo mismo que la gran diosa de Babilonia,
porque Ceres fue adorada con el hijo en su pecho (SOFOCLES, Antígona, v. 1133),
así como lo fue la diosa babilónica. Originalmente, Virgo fue la Venus asiria, la
madre de Baco o Tamuz. Virgo, entonces, era la Virgen Madre. La profecía de Isaías
fue llevada por los judíos cautivos a Babilonia, y por consiguiente el nuevo título
dado a la diosa babilónica.
119
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
manifestada por los misioneros jesuitas cuando ellos entraron
por primera vez al Tíbet y a China, y se encontraron no solamente
con una madre y un hijo adorados como en casa, sino que
esa madre adorada tenía un carácter que se correspondía exactamente
con el de su propia Madona, “Virgo Deipara,” la “Virgen
madre de Dios,”246 y eso, además, en lugares donde no pudieron
encontrar el menor vestigio de que alguna vez se hubiera conocido
el nombre o la historia de nuestro Señor Jesucristo.247 De la
promesa primigenia de que la “simiente de la mujer herirá la
cabeza de la serpiente,” surgiría naturalmente la idea de un nacimiento
milagroso. La superchería y el engreimiento humanos
inclinaron perversamente a anticipar el cumplimiento de la promesa;
y la reina babilónica parece haber sido la primera a quien
se tributó ese honor. Por consiguiente, se le dieron los más altos
títulos. Se le llamó la “reina del cielo” (Jeremías 44:17,18,19,25).248
En Egipto fue llamada Athor, es decir, “la habitación de Dios,”249
para dar a entender que en ella moraba toda la “plenitud de la
Deidad.” Para destacar a la gran madre-diosa, en un sentido
panteísta y, a la vez, al Infinito y Todopoderoso y a la Virgen
madre, se grabó esta inscripción en uno de los templos de Egipto:
“Yo soy todo lo que ha sido, o lo que es, o lo que será. Ningún
mortal ha alzado mi velo. El fruto que he dado a luz es el
Sol.”250 En Grecia tenía el nombre de Hestia, y el de Vesta entre
245 Investigaciones Asiáticas, vol. X. p. 27.
246 Ver Sir J.F. DAVIS, China, vol. II. p. 56, y LAFITAN, que dice que los relatos
enviados a casa por los misioneros papistas sostienen que los libros sagrados de la
China hablan no solamente de una Santa Madre, sino de una Virgen Madre (vol. I. p.
235, Nota). Ver también a SALVERTÉ, Las Ciencias Ocultas, Apéndice, Nota A,
sec. 12, p. 490. El lector puede encontrar testimonios adicionales sobre lo mismo en
PRESCOTT, La Conquista de México, vol. I. pp. 53,54, Nota. Para mayor evidencia
sobre este asunto, ver Apéndice, Nota H.
247 PARSON, Jafet, pp. 205,206.
248 Cuando Ashta, o “la mujer,” llegó a ser llamada la “reina del cielo,” el nombre
“mujer” se convirtió en el más alto título de honor aplicado a una hembra. Esto
explica que encontremos tan generalizado entre las naciones del Oriente, el dirigirse
a las reinas y a los personajes más encumbrados por el nombre de “mujer.” “Mujer”
no es un título lisonjero en nuestro idioma ; pero en tiempos pasados fue aplicado por
nuestros antepasados de manera muy similar a la de los orientales, pues nuestra palabra
“Reina” se deriva de Cwino, que en el gótico antiguo significaba justamente mujer.
249 BUNSEN, vol. I. p. 401.
120
Lo Que Usted Debe Saber
los romanos, lo que apenas es una modificación del mismo nombre,
el cual – aunque haya sido entendido usualmente en sentido
diferente, significa en realidad “la Habitación.”251 Como habitación
de la Deidad se les llamó a Hestia y a Vesta en los Himnos
Orficos:
“Hija de Saturno, venerable señora,
Que habitas entre la gran llama del fuego eterno,
Los dioses tienen en ti su LUGAR DE HABITACION,
Fuerte y estable cimiento de los mortales.”252
Aun cuando a Vesta se le identifica con el fuego, sigue apareciendo
claramente su propio carácter como “lugar de habitación.”
Así Filolao al hablar de un fuego en todo el centro del mundo, la
llama “la Vesta del universo, la CASA de Júpiter, la Madre de los
dioses.”253 En Babilonia, el título de la madre-diosa como el
Lugar de Habitación de Dios era Sacca,254 o en la forma enfática,
Sacta, es decir, “el Tabernáculo.” De aquí que hoy la gran
250 Ibid. vol. I. pp. 386,387.
251 En Griego, Hestia significa “una casa” o “habitación.” – (Ver ESCREVELIO y
FOCIO, sub voce). Usualmente se cree que éste es un significado secundario de la
palabra, y que su significado propio es “fuego.” Pero las aseveraciones hechas con
respecto a Hestia, demuestran que el nombre se deriva de Hes o Hesè, “cubrir o
guarecer,” que es la misma idea de casa, que “cubre” o “guarece” de la inclemencia
del tiempo. El verbo Hes también significa “proteger,” “mostrar misericordia,” y de
esto viene evidentemente el carácter de Hestia como “la protectora de los suplicantes.”
– (Ver SMITH). Tomando Hestia como derivada de Hes, “cubrir,” o “guarecer,”
la siguiente aseveración de Smith se explica fácilmente: “Hestia era la diosa de la
vida doméstica, y la dispensadora de toda la felicidad doméstica; como tal, se creía
que ella habitaba en el interior de cada casa, y que había inventado el arte de edificar
casas.” Si se supone que la idea original de Hestia era “fuego,” ¿cómo pudo suponerse
alguna vez que el “fuego” fuera “el edificador de casas”? Pero tomando Hestia en el
sentido de Habitación o Morada, aunque se deriva de Hes, “guarecer,” o “cubrir,” se
puede ver fácilmente cómo llegó a ser identificada con el “fuego”. La diosa considerada
como la “Habitación de Dios,” era conocida con el nombre de Ashta, “La Mujer;”
al mismo tiempo que “Ashta” también significaba “El fuego;” y así, a medida
que el sistema babilónico se fue desarrollando, Hestia o Vesta llegaron a ser consideradas
fácilmente como “el Fuego,” o como “la diosa del fuego.” Para la razón que
sugiere la idea de la madre-diosa como una Habitación, ver Apéndice, Nota I.
252 TAYLOR, Himnos Orficos: Himno a Vesta, p. 175. Aunque aquí se llama a Vesta
hija de Saturno, también se le identifica en todo el Panteón con Cibeles o Rea, la
esposa de Saturno.
121
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
diosa de la India, se llame “Sacti,” o “el Tabernáculo,”255 como
la que ejerce todo el poder del dios a quien ellos representan. Se
creía que en ella residía, como el Tabernáculo o Templo de Dios,
no sólo todo el poder, sino toda la gracia y toda la bondad. Se
consideraba que en ella se centraba toda cualidad de dulzura y
misericordia, y cuando la muerte hubo puesto fin al curso de su
vida, al tiempo que fue fabulada por haber sido deificada y transformada
en paloma,256 para expresar la dulzura celestial de su
naturaleza, se le llamó por el nombre de “D’Iuné,”257 o “la Paloma,”
o, sin el artículo, “Juno,” el nombre de la “reina del cielo”
de los romanos, que tiene el mismo significado; y bajo la forma
de una paloma fue adorada por los babilonios. A la paloma, el
símbolo preferido de esta reina deificada, se la representa usualmente
con una rama de olivo en el pico (Fig. 24), así como a ella
misma, en su forma humana, también se le ve llevando la rama
de olivo en la mano;258 y de esta forma de representarla, es muy
probable que provenga el nombre por el cual se le conoce usualmente
“Z’emir-amit,” que significa “la Portadora de la rama.”259
Cuando se representó a la diosa como la Paloma con la rama de
olivo, no puede haber duda de que el símbolo, en cierto modo,
hacía referencia a la historia del diluvio, pero en el símbolo ha-
253 Nota a los Himnos Orficos de TAYLOR, p. 156.
254 Para el culto de Saca con el carácter de Anaitis, es decir, Venus, ver CHESNEY,
Expedición al Eufrates, vol. I. p. 381.
255 KENNEDY y MOOR, passim. Un sinónimo para Saca, “un tabernáculo,” es
“Ahel,” que se pronunciaba “Ohel.” De la primera forma de la palabra parece derivarse
el nombre de la esposa del dios Buda, la cual es Ahalya en KENNEDY (pp.
246,256), y Ahilya en el Panteón de MOOR (p. 264). De igual manera parece derivarse
de la segunda forma el nombre de la esposa del patriarca de los peruanos, “Mama
Oëllo” (PRESCOTT, El Perú, vol. I. pp. 7,8). Los peruanos empleaban la palabra
Mama en el sentido oriental; Oëllo se emplea, con toda probabilidad, en el mismo
sentido.
256 DIODORO SICULO, lib. II. p. 76. En relación con esto, el lector de los clásicos
recordará el título de una de las fábulas la Metamorfosis de OVIDIO: “Semiramis en
columbam,” “Semíramis en una paloma” (Metam. IV.).
257 Dione, el nombre de la madre de Venus, aplicado frecuentemente a la misma
Venus, es evidentemente el mismo nombre que aparece aquí. Ovidio le aplica claramente
a la diosa de Babilonia el nombre de Dione, con el significado de Venus (Fastos,
lib. II. 461-464, vol. II. p. 113).
258 LAYARD, Nínive y Babilonia, p. 250.
122
Lo Que Usted Debe Saber
bía mucho más que un mero recordatorio de ese gran evento.
Una “rama,” como ya se ha demostrado, fue el símbolo del hijo
deificado, y cuando la madre deificada fue representada como
una Paloma, ¿cuál podía ser el significado de esta representación
sino sólo identificarla con el Espíritu de toda gracia, que
incubó, como paloma, sobre el abismo en la creación? En las
esculturas de Nínive, como lo hemos visto, las alas y la cola de
la paloma representaban al tercer miembro de la trinidad idólatra
de los asirios. Como confirmación de este parecer, debe decirse
que la “Juno” asiria, o la “Virgen Venus,” como se le llamaba,
se identificaba con el aire. Así, Julio Firmico dice: “Los
asirios y parte de los africanos desean que el aire tenga la supremacía
de los elementos, porque ellos han consagrado este mismo
elemento con el nombre de Juno, o la Virgen Venus.”260 ¿Por
Fig. 24
259 De Ze, “la” o “esa,” emir, “rama,” y amit, “portadora,” en femenino. – HESIQUIO,
sub voce, dice que Semíramis es el nombre de una “paloma silvestre.” La anterior
explicación del significado original del nombre de Semíramis como relacionado con
la paloma silvestre de Noé (pues evidentemente era silvestre, ya que una paloma
domesticada no hubiera servido para la prueba), puede explicar la aplicación de este
nombre a cualquier paloma silvestre por parte de los griegos.
260 FIRMICO, De Errore, cap. 4, p. 9.
qué se identificaba el aire de este modo con Juno, cuyo símbolo
era el de la tercera persona de la trinidad asiria? ¿Por qué?, pues
porque en Caldea la misma palabra que significa aire, también
significa “Espíritu Santo.” El conocimiento de esto explica ple-
La Paloma y la Rama de Olivo de la Juno Asiria
123
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
namente la aseveración de Proclo de que “Juno significa la procreación
del alma.”261 De quién sino del Espíritu de Dios podía
suponerse que tiene su origen el alma, el espíritu del hombre.
De acuerdo con este carácter de Juno como encarnación del Espíritu
de Dios, la fuente de la vida, y también como la diosa del
aire, así se le invoca en los Himnos Orficos:
“Oh, Juno real, de semblante majestuoso
Del aire formada, divina, reina bendita de Jove,
Entronizada en el seno del aire cerúleo;
La raza de los mortales es tu cuidado constante;
Los vientos refrescantes, sólo tu poder inspira
Que dan aliento a la vida, lo que desea toda vida;
Madre de las lluvias y los vientos, sólo de ti
Provienen todas las cosas, y la vida mortal es conocida;
Todas las especies muestran tu naturaleza divina,
Y es tuyo solamente el predominio universal,
Con sonoras ráfagas de viento el mar se inquieta
Y las fluctuantes olas rugen cuando tú las agitas.”262
Así, pues, la reina deificada, al tiempo que era considerada en
todos los aspectos como una verdadera mujer, era adorada como
la encarnación del Espíritu Santo, el Espíritu de la paz y del amor.
En el templo de Hierápolis, en Siria, había una estatua famosa
de la diosa Juno, a la que adoraban multitudes procedentes de
todas partes. La diosa estaba ricamente vestida, sobre su cabeza
tenía una paloma de oro, y se le llamaba por un nombre peculiar
del país, “Seméion.”263 ¿Cuál es el significado de Seméion?
261 PROCLO, lib. VI. cap. 22, vol. II. p. 76.
262 TAYLOR, Himnos Orficos, p. 50. Todo lector de los clásicos debe saber de la
identificación de Juno con el aire. Sin embargo, lo siguiente no debe desecharse,
pues es más ilustrativo todavía del tema de Proclo: “La gradación de Juno, nuestra
señora soberana, empezando en lo alto, penetra hasta la última de las cosas, y su parte
en la región sublunar es el aire; porque el aire es un símbolo del alma, según lo cual
también al alma se le llama espíritu, pneuma.” – PROCLO, Ibid. p. 197.
124
Lo Que Usted Debe Saber
Evidentemente es “la Habitación,”264 y la “paloma de oro” en su
cabeza muestra claramente quién era el que se suponía que habitaba
en ella: el Espíritu de Dios precisamente. Cuando se le
confirió tan trascendental dignidad, cuando se le atribuyeron tan
atractivas características, y cuando, además de todo esto, sus
imágenes la presentaban ante los ojos de los hombres como la
Venus Urania, “la Venus del cielo,” la reina de la belleza que le
aseguraba a sus adoradores la salvación, al paso que daba rienda
suelta a toda pasión impía y a todo apetito depravado y sensual,
no sorprende que ella fuera entusiastamente adorada en todas
partes. Con el nombre de “Madre de los dioses,” la diosa reina
de Babilonia llegó a ser un objeto de culto casi universal. “La
Madre de los dioses,” dice Clérico, “era adorada por los persas,
los asirios, y todos los reyes de Europa y de Asia, con la más
profunda veneración religiosa.”265 Tácito proporciona evidencia
en el sentido de que la diosa babilónica era adorada en el
corazón de Alemania,266 y César, cuando invadió a Gran Bretaña,
encontró que los sacerdotes de esta misma diosa, conocidos
por el nombre de druidas, habían estado allí antes que él.267
Heródoto testifica, por medio de su conocimiento personal que,
en Egipto, esta “reina del cielo” era “la más grande y la más
adorada de todas las divinidades.”268 Dondequiera que se introdujo
su culto, es asombroso el poder fascinante que ejerció. En
verdad, podría decirse que las naciones se habían “embriagado”
263 BRYANT, vol. III. p. 145.
264 De Ze, “esa,” o “la gran,” y “Maaon,” o Maïon, “una habitación,” que en dialecto
jónico, en el cual escribió Luciano al describir la diosa, se convertiría naturalmente
en Meïon.
265 JOHANES CLERICO, La Filosofía Oriental, lib. II., Los Persas, cap. 9, vol. II.
p. 340.
266 TACITO, Germania, IX. tom. II. p. 386.
267 CESAR, De Bello Gallico, lib. VI. cap. 13, p. 121. Se cree que el nombre druida
se derivó del griego Drus, roble, o del céltico Deru, que tiene el mismo significado;
pero, obviamente, esto es un error. En Irlanda, druida es Droi, y en Gales, Dryw; y se
encontrará que la relación de los druidas con el roble era debida más a la similitud de
su nombre con el del roble, que porque ellos hubieran derivado su nombre de él. El
sistema druida era evidentemente en su totalidad igual al sistema babilónico. Dionisio
nos informa los ritos de Baco eran celebrados debidamente en las Islas Británicas
(Periergesis, v. 565, p. 29), y Estrabón cita a Artemidoro para demostrar que, en una
125
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
con el vino de sus fornicaciones. En particular, así se embriagaron
intensamente los judíos en tiempos de Jeremías, quienes
bebiendo la copa de su vino se hechizaron de tal modo con su
culto idólatra que, aun después de que Jerusalén fue incendiada
y la tierra desolada por esto mismo, no fue posible convencerlos
de que abandonaran su culto. Mientras vivieron en Egipto como
exiliados abandonados, a pesar de ser advertidos por Dios contra
el paganismo que los rodeaba, se entregaron de tal modo a
esta forma de idolatría al igual que los mismos egipcios. Jeremías
fue enviado por Dios para anunciar Su ira contra ellos si
continuaban adorando a la reina del cielo, pero Sus advertencias
fueron en vano. “Entonces,” dice el profeta, “todos los que sabían
que sus mujeres habían ofrecido sahumerios a dioses ajenos,
y todas las mujeres que estaban presentes, una gran concurrencia,
y todo el pueblo que habitaba en tierra de Egipto, en
Patros, respondieron a Jeremías, diciendo: La palabra que nos
has hablado en nombre del SEÑOR, no oímos de ti; antes pondremos
ciertamente por obra toda palabra que ha salido de nuestra
boca, para ofrecer sahumerios a la reina del cielo, y derramándole
libaciones, como hemos hecho nosotros y nuestros padres,
nuestros reyes y nuestros príncipes, en las ciudades de Judá
y en las plazas de Jerusalén, y fuimos llenos de pan, y estuvimos
alegres, y nunca vimos mal.” (Jeremías 44:15-17). Así lo hicieron
los judíos, el propio pueblo de Dios, emulando con los egipcios
en su devoción a la reina del cielo.
El culto de la madre-diosa con el hijo en sus brazos, siguió siendo
observado en Egipto hasta la llegada del cristianismo. Si el
isla cercana a Gran Bretaña, se veneraba a Ceres y Proserpina con ritos similares a los
de Samotracia.– (lib. IV. p. 190). Se verá por lo dicho sobre la druídica Ceridwen y su
hijo (ver Capítulo Cuarto, Sección III), que había una gran correspondencia entre el
carácter de ella y el de la gran madre diosa de Babilonia. Así era el sistema; y el
nombre Dryw, o Droi, dado a los sacerdotes, concuerda exactamente con ese sistema.
El nombre de Zero dado en hebreo o en caldeo primitivo al hijo de la gran reina diosa,
en el caldeo posterior se convirtió en “Dero.” Como ocurrió en casi todas las religiones,
al sacerdote de Dero se le dio el nombre de su propio dios y, por tanto, se comprueba
así que el muy conocido nombre de “Druida” significa sacerdote de “Dero,”
la “simiente” prometida de la mujer. Evidentemente, las clásicas hamadríadas fueron,
de igual manera, sacerdotisas de “Hamed-dero,” “la simiente deseada,” es decir,
“el deseo de todas las naciones.”
268 HERODOTO, Historia, lib. II. cap. 66, p. 117, D.
126
Lo Que Usted Debe Saber
Evangelio hubiera entrado con fuerza en la masa popular, el culto
de esta madre-diosa se habría extinguido. Al común de la
gente, el Evangelio sólo les llegó de nombre. Por tanto, en lugar
de que la diosa babilónica fuese echada fuera, en muchísimos
casos sólo se le cambió el nombre. Así fue llamada la Virgen
María que, con su Hijo, fue adorada con el mismo sentimiento
idólatra por los cristianos confesos, como lo fue anteriormente
por los paganos declarados y reconocidos. La consecuencia de
esto fue que, cuando en el año 325 D.C., el Concilio de Nicea se
congregó para condenar la herejía de Arrio, que negaba la verdadera
divinidad de Cristo, herejía que fue condenada ciertamente,
pero no sin la ayuda de los hombres, que dieron claras
muestras del deseo de elevar a la criatura al nivel del Creador, al
poner a la madre-Virgen hombro a hombro con su Hijo. En el
Concilio de Nicea, dice el autor de “Nimrod,” “Los de la sección
melchita,” es decir, los representantes del así llamado cristianismo
egipcio, “sostuvieron que había tres personas en la Trinidad:
El Padre, la Virgen María, y el Mesías, el Hijo de ellos.”269
Con respecto a este hecho asombroso, producido por el Concilio
niceo, el padre Newman habla exultantemente de estas decisiones
que propendían a la glorificación de María. “Así,” dice él,
“la controversia dio comienzo a un debate que no estaba previsto.
Se descubrió una nueva esfera, si así podemos decir, en los
reinos de la luz para la cual la Iglesia no había designado todavía
su ocupante.” Así, hubo un prodigio en el Cielo; se vio elevarse
un trono muy por encima de todos los poderes creados,
mediador, intercesorio, un título arquetípico, una corona que
brillaba como la estrella de la mañana, una gloria procedente del
trono eterno que se vestía de pureza como los cielos, y un cetro
que se elevaba por encima de todo. ¿Y quién era el heredero
predestinado de esa mejestad? ¿Quién era ese portento y cuál
era su nombre? La madre del amor perfecto, y la veneración y
la esperanza santa, enaltecida como una palma de Engadi, y como
un rosal de Jericó, creada desde el principio, antes que el mundo,
en los designios de Dios, y en Jerusalén estaba su poder. La
269 Nimrod, III. p. 329, citado en La Revista Trimestral de la Profecía, julio, 1852, p.
244.
127
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
visión tiene su fundamento en el Apocalipis: ‘Una mujer vestida
de sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una
corona de doce estrellas.’”270 “Los seguidores de María,” añade,
“no sobrepasaron la verdadera fe, a menos que los que blasfeman
de su Hijo lleguen hasta eso. La Iglesia de Roma no es
idólatra, salvo que el arrianismo sea la ortodoxia.”271 Esta es la
verdadera poesía de la blasfemia. También conlleva un tema de
discusión; pero, ¿qué valor tiene ese tema de discusión? Simplemente
su valor es éste: que si se acepta que Cristo es verdadera
y propiamente Dios, y es digno de honores divinos, Su madre,
de la cual El solamente obtuvo Su humanidad, debe aceptarse
que sea igual, debe ser elevada muy por encima del nivel de
todas las criaturas, y ser adorada como participante de la Divinidad.
La divinidad de Cristo se sostiene o se cae con la divinidad
de Su madre. Así era el papado en el siglo diecinueve; más aún,
así es el papado en Inglaterra. Ya se sabía que el papado era
atrevido en sus declaraciónes en el exterior; que en Lisboa se
vería una iglesia con estas palabras grabadas en su fachada: “A
la virgen diosa de Loreto, la estirpe italiana devota de su DIVINIDAD,
ha dedicado este templo.”272 Pero, ¿cuándo hasta ahora
se había oído antes tal lenguaje en Gran Bretaña? Esto, sin embargo,
apenas es la reproducción exacta de la doctrina de la antigua
Babilonia con respecto a la gran madre-diosa. Entonces, la
Madona de Roma es solamente la Madona de Babilonia. La
“Reina del Cielo” de uno de los sistemas, es la misma “Reina
del Cielo” del otro. La diosa adorada en Babilonia y en Egipto
como el Tabernáculo o la Habitación de Dios, es idéntica a aquella
que, con el nombre de María, es llamada por Roma “la CASA
consagrada a Dios,” “la Morada majestuosa,”273 “la Mansión de
Dios,”274 “el Tabernáculo del Espíritu Santo,”275 “el Templo de
270 NEWMAN, Development, pp. 405,406. El lector inteligente verá a primera vista
lo absurdo de aplicar esta visión de la “mujer” del Apocalipsis a la Virgen María.
Juan declara expresamente que lo que él vio era una señal o símbolo (semeion). Si
aquí la mujer es una mujer simbólica, la mujer que se sienta sobre las siete colinas
debe serlo igualmente. En ambos casos, “la mujer” es un “símbolo.” “La mujer”
sobre las siete colinas es el símbolo de la iglesia falsa; la mujer vestida de sol, es la
Esposa, la iglesia verdadera, la esposa del Cordero.
271 Ibid.
272 Diario del Profesor GIBSON, vol. I. p. 464.
128
Lo Que Usted Debe Saber
la Trinidad.”276 Posiblemente haya alguien que pueda sentirse
inclinado a defender tal lenguaje, diciendo que las Escrituras
hacen que cada creyente sea un templo del Espíritu Santo y, por
tanto, ¿qué mal puede haber en hablar de la Virgen María que,
incuestionablemente, fue un santo de Dios, con tales nombres, o
con nombres que signifiquen algo parecido? Es verdad, indudablemente,
que Pablo dice en (1 Corintios 3:16): “¿No sabéis que
sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?”
Esto no solamente es verdad, sino una gran verdad y una
bendición – una verdad que acrecienta todo solaz cuando se la
disfruta, y saca el aguijón de toda congoja que llega, y para que
todo cristiano verdadero tenga mayor o menor experiencia de lo
que está contenido en estas palabras del mismo apóstol (2 Corintios
6:16): “Vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo:
Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi
pueblo.” También debe aceptarse, y aceptarse alegremente, que
esto implica ser la morada de todas las Personas de la gloriosa
Divinidad; porque el Señor Jesús ha dicho (Juan 14:23): “El que
me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos
a él, y haremos con él morada.” Pero aun cuando aceptemos
esto, encontraremos, al examinarlo, que las ideas del papado y
de las Escrituras, transmitidas por estas expresiones, aunque aparentemente
similares, son esencialmente diferentes. Cuando se
dice que el creyente es “templo de Dios” o templo del Espíritu
Santo, el significado es: “Que habite el Cristo por la fe en vuestros
corazones” (Efesios 3:17). Pero cuando Roma dice que María
es “el Templo” o “el Tabernáculo de Dios,” el significado es
exactamente el mismo del término pagano, es decir, que la unión
entre ella y la Divinidad es una unión semejante a la unión
hipostática entre la naturaleza divina y la naturaleza humana de
273 El Manual Dorado, vol. II. p. 271. La palabra usada aquí, en el latín de esta obra,
por “morada” es puro caldeo, “Zabulo,” que viene del mismo verbo que Zabulón
(Génesis 30:20), el nombre que le dio Lea a su hijo, cuando dijo: “Ahora morará
conmigo mi marido.”
274 Pancarpium Marioe, p. 141.
275 El Jardín del Alma, p. 488.
276 El Manual Dorado, vol II. p. 272.
129
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
Cristo. La naturaleza humana de Cristo es el Tabernáculo de
Dios, por cuanto la naturaleza divina ha encubierto su gloria de
tal modo, asumiendo nuestra naturaleza, que podemos acercarnos
al Espíritu de Dios sin terrible temor. Juan se refiere a esta
gloriosa verdad cuando dice: “Y aquella Palabra fue hecha carne,
y habitó (literalmente, se hizo Tabernáculo) entre nosotros; y
vimos su gloria, gloria como del Unigénito del Padre, lleno de
gracia y de verdad.” En este sentido, Cristo, el hombre-Dios es
el único “Tabernáculo de Dios.” Es precisamente en este sentido
en el que Roma llama a María “el Tabernáculo de Dios” o “el
Tabernáculo del Espíritu Santo.” Así lo dice el autor de una
obra papista dedicada a la exaltación de la Virgen María, en la
cual todos los títulos y las prerrogativas privativos de Cristo se
le dan a María: “He aquí que el tabernáculo de Dios, la mansión
de Dios, la habitación, la ciudad de Dios está con los hombres, y
en los hombres y para los hombres, para su salvación, y su exaltación
y su glorificación eterna.... ¿Hay algo más claro que esta
verdad de la santa iglesia? ¿Y también algo igualmente verdadero
del más santo sacramento del cuerpo del Señor? ¿Está (verdaderamente)
en cada uno de nosotros en cuanto que seamos
verdaderamente cristianos? Indudablemente; pero tenemos que
meditar sobre este misterio (mientras existimos) y de una manera
especial en la santísima Madre de nuestro Señor.”277 Luego,
el autor, después de empeñarse en demostrar que “María es justamente
considerada como el Tabernáculo de Dios con los hombres,”
y que en un sentido especial, en un sentido diferente de
aquel en que todos los cristianos son el “templo de Dios,” continúa
con expresa referencia a ella en este carácter del Tabernáculo:
“Grande en verdad es el beneficio, singular es el privilegio
de que el Tabernáculo de Dios estuviera con los hombres, y EN
EL CUAL los hombres pueden acercarse con seguridad al Dios
hecho hombre.”278 Aquí toda la gloria mediadora de Cristo como
el hombre-Dios, en quien reside corporalmente toda la plenitud
de la Divinidad, se le da a María o, al menos, es compartida con
ella. Las citas anteriores se han tomado de una obra publicada
277 Pancarpium Mariae, o Marianum, pp. 141, 142.
278 Ibid. p. 142.
130
Lo Que Usted Debe Saber
hace más de dos siglos. ¿El papado se ha enmendado desde
entonces? ¿Se ha arrepentido? No, por el contrario. La cita ya
hecha del padre Newman es prueba de esto, pero todavía hay
una prueba más contundente. En una obra publicada recientemente
se manifiesta más claramente aún la misma idea. En tanto
que María es llamada “la CASA consagrada a Dios” y el “TEMPLO
de la Trinidad,” el siguiente versículo y la respuesta mostrarán
en qué sentido se le considera como el templo del Espíritu
Santo: “V. Ipse [deus] creavit illam in Spiritu Sancto. R. Et
EFFUDIT ILLAM inter omnia opera sua. V. Domina,
exaudi...etc,” lo cual quiere decir esto: “P. El mismo Señor la
creó en el Espíritu Santo. R. Y la derramó en medio de todas sus
obras. V. Oh, Señora, oye... etc.”279 Este asombroso lenguaje
quiere decir claramente que María se identifica con el Espíritu
Santo, cuando se dice de ella que es derramada “en medio de
todas” las obras de Dios, y que, como lo hemos visto, fue exactamente
la misma forma en que la Mujer fue considerada como
el “Tabernáculo” o la Casa de Dios por los paganos. ¿Dónde se
emplea tal lenguaje con respecto a la Virgen? No en España, ni
en Austria; no en los lugares ignorantes de la Europa continental,
sino en Londres, la sede y el centro de la cultura del mundo.
Los nombres dados por el papado a María no tienen ni sombra
de fundamento en la Biblia, sino que se fundamentan todos en la
idolatría babilónica. Sí, el aspecto y las características de las
Madonas romanas y babilónicas son los mismos. Hasta tiempos
recientes cuando Rafael se apartó, de algún modo, de la senda
trillada, no había nada de judío y ni siquiera de italiano en las
Madonas romanas. Esos cuadros o esas imágenes de la Virgen
Madre, hechos con el propósito de representar a la madre de
nuestro Señor, bien podían haber sido vaciadas en un molde o en
el otro. Pero no fue así. En una tierra de bellezas de ojos y de
cabellos negros, siempre se representó a las Madonas con ojos
azules y cabellos rubios, rasgos completamente diferentes a los
judíos, como los que se supondría naturalmente que correspondían
a la madre de nuestro Señor, sino con aquellos que con-
279 El Manual Dorado, p. 649. Esta obra tiene el imprimatur de “Nicolás, Obispo de
Melipótamo,” ahora Cardenal Wiseman.
131
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
cuerdan precisamente con los que toda la antigüedad atribuyó a
la reina-diosa de Babilonia. En casi todas partes la gran diosa ha
sido descrita con cabello dorado o rubio, por lo cual debe haber
sido un magnífico prototipo al cual todas debían ajustarse. “Flava
Ceres,” la “Ceres de cabellos rubios” podía no haber tenido ninguna
trascendencia en esta discusión si se hubiese quedado sola,
porque podría haberse supuesto, en ese caso, que el epíteto de
“cabellos rubios” se había tomado del trigo que se suponía estaba
bajo su custodia. Pero a muchas otras diosas se les ha aplicado
el mismo epíteto. A Europa, a quien Júpiter raptó tomando la
forma de un toro, se le llamaba “la Europa de cabellos rubios.”280
Homero llama a Minerva “Minerva, la de ojos azules,”281 y Ovidio
la llama “la de cabellos rubios.”282 Anacreonte se dirige a la
Diana cazadora, a quien se identificaba usualmente con la luna,
como “la hija de cabellos rubios de Júpiter,”283 un título que la
pálida faz de la luna plateada seguramente que no hubiera sugerido
nunca. Teócrito describe a Dione, la madre de Venus, como
de “cabellos rubios.”284 A la luna misma se le llamaba frecuentemente
como la “Aurea Venus,” la “Venus dorada.”285 A
Lakshmi, la diosa hindú, la “Madre del Universo” se la describe
como de “tez dorada.”286 A Ariadna, la esposa de Baco, se le
llamó “Ariadna la de cabellos rubios.”287 Dryden se refiere así a
su cabello dorado o rubio:
“Donde se agitan las fuertes olas en el puerto de Dian,
Se encontraba abandonada la rubia Ariadna;
Allí de dolor enferma y frenética de desesperación,
Rasga su vestido y se arranca sus cabellos rubios.”288
280 OVIDIO, Fastos, lib. V. l. 609, tom. III. p. 330.
281 La Ilíada, lib. V. v. 420, tom. I. p, 205.
282 OVIDIO, Tristium, lib. I; Elegías, p. 44; Fastos, lib. VI. v. 652, tom. III. p.387.
283 ANACREONTE, Odas, IX. p. 204.
284 Idilio VII. v. 116, p. 157.
285 HOMERO, La Ilíada, lib. V. v. 427.
286 Investigaciones Asiáticas, vol. XI. p. 134.
132
Lo Que Usted Debe Saber
Medusa, la gorgona, antes de su transformación, al tiempo que
era celebrada por su belleza, también lo era por sus cabellos dorados:
“Una vez, Medusa tuvo encantos; para ganar su amor
Una multitud rival de amantes ansiosos competían,
Los que la habían visto, nunca reconocieron la huella
De los más cambiantes rasgos de un hermoso rostro;
Pues ante todo admiraban la luenga cabellera
En rizos dorados ondulada, y luciendo donairosa.”289
La sirena, que tanto figura en los relatos románticos del norte, y
que fue tomada evidentemente de la historia de Atergatis, la diosa
en forma de pez de Siria, que se creía que era la madre de
Semíramis, fue identificada algunas veces con la misma
Semíramis, y se le describía con cabellos rubios.290 La introducción
de los “Cuentos Daneses” de Hans Andersen dice que la
sirena escandinava “es rubia y de cabello dorado, y toca muy
dulcemente un instrumento de cuerdas.”291 “Se la ve frecuentemente
sentada en la superficie de las aguas, peinando su largo
cabello dorado con un peine de oro.”292 Incluso cuando Ator, la
Venus de Egipto, era representada como una vaca, para indicar
sin duda la tez de la diosa, la cabeza y el cuello de la vaca que la
representaba eran dorados.293 Por tanto, cuando se sabe que en
Italia las más famosas pinturas de la Virgen Madre la representan
como de tez blanca y con cabellos dorados, y cuando hoy
287 HESIODO, Teogonía, v. 947, p. 74.
288 Mitología Pagana Ilustrada, p. 58.
289 Ibid. p. 90.
290 LUCIANO, De Dea Syria, vol. III. pp. 460,461. El nombre mencionado por
Luciano es Derketo, pero es bien sabido que Derketo y Atergatis son lo mismo.
291 Cuentos Daneses, p. 30.
133
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
día, de un extremo a otro de Irlanda, la Virgen está representada
invariablemente de la misma manera, ¿quién puede rechazar la
conclusión de que ella debe haber sido representada así sólo
porque ha sido copiada del mismo prototipo, tal como lo fueron
las divinidades paganas?
No es solamente la semejanza en la tez, sino también en los rasgos.
Los rasgos judíos se destacan dondequiera y tienen un carácter
particularmente propio. Pero las Madonas originales no
solamente no tienen en absoluto forma o rasgos judíos, sino que
aquellos que las han comparado con las Madonas babilónicas
encontradas por Sir Robert Ker Porter entre las ruinas de
Babilonia, se han declarado completamente de acuerdo a este
respecto, así como en cuanto al color de la tez.294
Todavía hay otra característica notable de estas pinturas, digna
de observarse, y es la aureola o círculo peculiar de luz que circunda
frecuentemente la cabeza de la Madona romana. Con este
mismo círculo se circundan frecuentemente las cabezas de las
así llamadas imágenes de Cristo. ¿De dónde pudo haberse originado
tal invención? En el caso de nuestro Señor, si Su cabeza
hubiera sido circundada solamente por rayos, podría haber habido
algún pretexto para decir que eso se había tomado de la narración
evangélica donde se dice que, en el monte sagrado, Su
rostro se volvió resplandeciente de luz. Pero, ¿dónde en todo el
ámbito de las Escrituras hemos leído alguna vez que Su cabeza
estuviera circundada por un disco o círculo de luz? Sin embargo,
lo que será buscado en vano en la Palabra de Dios, se encuentra
en las representaciones artísticas de los grandes dioses y
diosas de Babilonia. El disco y, particularmente, el círculo fue
el símbolo bien conocido de la divinidad del Sol, y figuraron
ampliamente en el simbolismo del Oriente. Con el disco o con
el círculo se circundaba la cabeza de la divinidad del Sol. Lo
mismo ocurría en la Roma pagana donde, Apolo, el hijo del Sol,
era representado frecuentemente de esta manera. La diosa que
292 Ibid. p. 37.
293 HERODOTO, lib. II. p. 158, y WILKINSON, vol. I., Nota a la p. 128.
294 H.J. JONES, en La Revista Trimestral de la Profecía, Octubre, 1852, p. 331.
134
Lo Que Usted Debe Saber
pretendía tener parentesco con el Sol, tenía derecho igualmente
a ser adornada con el nimbo o círculo luminoso. De Pompeya
tomamos una representación de Circe, “la hija del Sol” (Ver Fig.
25), con su cabeza circundada por un círculo, de la misma manera
en que hoy está circundada la cabeza de la Madona romana.
Que cualquiera compare el nimbo que circunda la cabeza de Circe
con el que rodea la cabeza de la Virgen papal, y verá cuán exactamente
se corresponden.295
Posiblemente, cualquiera podría creer que todas estas coincidencias
pudieran ser accidentales. Por supuesto, si alguna vez
la Madona hubiera representado tan exactamente a la Virgen
María que jamás se hubiera justificado la idolatría. Pero cuando
es evidente que la diosa tenida como cosa sagrada en la Iglesia
papal para la suprema adoración de sus seguidores, es la misma
Fig. 25
Circe, La Hija del Sol
135
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
reina babilónica que ensalzó a Nimrod, o a Nino “el Hijo” como
rival de Cristo, y que en su propia persona fue la encarnación de
toda clase de libertinaje, ¡qué horrible carácter impuro imprime
esto a la idolatría romana! ¿Qué aprovechará atenuar el horrible
carácter de esa idolatría, diciendo que el hijo que ella presenta
para la adoración tiene el nombre de Jesús? Cuando se le adoraba
con su hijo en la Babilonia antigua, a ese hijo se le daba un
nombre tan propio para Cristo, tan distintivo de Su glorioso carácter,
como el nombre de Jesús. Se le llamaba “Zero-ashta,”
“la simiente de la mujer.” Pero eso no impidió que la ardiente
ira de Dios se dirigiera contra aquellos que adoraron esa “imagen
del celo, la que provoca a celos”296 en la antigüedad. Ni
puede el hecho de darle el nombre de Cristo al niño que está en
los brazos de la Madona romana, hacer que la “imagen del celo”
295 La explicación del anterior grabado (Fig. 26) se da de la siguiente manera en
Pompeya, vol. II. pp. 91,92: “Una de ellas [de las pinturas] está tomada de La Odisea,
y representa a Ulises y a Circe, en el momento en que el héroe, después de haber
bebido impunemente la copa hechizada [es bien sabido que Circe tenía una ‘copa de
oro’ lo mismo que la Venus de Babilonia] por la virtud del antídoto que le había dado
Mercurio, sacó su espada y avanzó para vengar a sus compañeros,” quienes habían
bebido de la copa de ella y habían sido convertidos en cerdos. Aterrorizada, la diosa
se somete en el acto, como lo describe Homero, siendo el mismo Ulises el narrador:
“‘Por tanto, busca la pocilga y revuélcate allí con tus amigos,’
Dijo ella, yo saqué de junto a mi muslo
Mi afilada cimitarra, y con mirada asesina,
Me arrojé sobre ella quien, con un agudo grito de temor,
Se precipitó debajo de mi arma levantada y se abrazó a mis rodillas,
Y con alados y doloridos acentos, así empezó a decir:
‘Di, quién eres tú....’” COWPER, La Odisea, X. 320. “Esta pintura,” añade
el autor de Pompeya, “es notable por enseñarnos el origen de esa detestable e insignificante
gloria que circunda a menudo la cabeza de los santos.... Esta gloria fue llamada
nimbo, o aureola, y Servio la definía como ‘el fluido luminoso que rodea las cabezas
de los dioses.’ (En La Eneida, lib. II. v. 616, vol. I. p. 165). Ella le corresponde
con particular propiedad a Circe, como hermana del Sol. Los emperadores, con su
acostumbrada modestia, se apropiaron de ella como insignia de su divinidad, y bajo
este respetable patrocinio pasó, como muchas otras supersticiones y costumbres paganas,
al uso de la Iglesia.” Aquí los emperadores tuvieron algo más que una mediana
participación de la culpa debida a ellos. Pero no fueron tanto los emperadores los
que trajeron la “superstición pagana” a la Iglesia, como lo hizo el Obispo de Roma.
Ver el Capítulo Séptimo, Sección II.
296 Ezequiel 8:3. Se ha especulado mucho sobre lo que podría ser esta “imagen del
celo.” Pero cuando se sabe que la gran característica de la idolatría antigua fue precisamente
el culto de la Madre y el niño, y que el niño es el Hijo de Dios encarnado,
todo se aclara. Compárese los versículos 3 y 5 con el versículo 14, y se verá que las
mujeres “endechando a Tamuz,” estaban llorando justo al lado de la imagen del celo.
136
Lo Que Usted Debe Saber
sea menos ofensiva para el Altísimo, menos a propósito para
provocar Su supremo desagrado, cuando es evidente que ese niño
es adorado como el hijo de aquella que fue adorada como la
Reina del Cielo, con todos los atributos de la divinidad y que, al
mismo tiempo, era la “Madre de las prostitutas y de las abominaciones
de la tierra.” En todo caso, el Señor abomina el culto
de las imágenes; pues un culto de esta naturaleza debe ser particularmente
aborrecible para Su Espíritu Santo. Si los hechos
que he aducido son verdaderos, ¿sorprende acaso que tan terribles
amenazas dirigidas en la Palabra de Dios contra la apostasía
romana, y que las copas de esa tremenda ira estén destinadas a
ser derramadas sobre su cabeza culpable? Si esto es cierto (y
contradígalo quien pueda hacerlo), ¿quién se arriesgaría a defender
a la Roma papal, o llamarla Iglesia cristiana? ¿Habrá
alguien que tema a Dios y que lea estas líneas, que no admita
que solamente el paganismo pudo haber inspirado una doctrina
como la sostenida por los melchitas en el Concilio niceno, en el
sentido de que la Santísima Trinidad estaba formada por “el Padre,
la Virgen María, y el Mesías, el hijo de ellos”?297 ¿Habrá
alguien que no se estremezca de horror ante tal idea? Entonces,
¿qué diría el lector de una Iglesia que enseña a sus hijos a adorar
una Trinidad como la contenida en los siguientes versos?:
“Corazón de Jesús, te adoro;
Corazón de María, te imploro;
Corazón de José, puro y justo;
EN ESTOS TRES CORAZONES pongo mi confianza.”298
Si esto no es paganismo, ¿qué otra cosa puede recibir tal nombre?
Sin embargo, esta es la Trinidad que ahora se les está enseñando
a adorar a los niños católico-romanos de cierta edad, en
Irlanda, y que se presenta como el gran objeto de devoción a los
seguidores del papado en los últimos textos de instrucción
catequística. El manual que contiene estas afirmaciónes apare-
297 Revista Trimestral de la Profecía, julio, 1852, p. 244.
137
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
298 Lo que todo cristiano debe saber y hacer, por el Rev. J. FURNISS. Publicado por
James Duffy, Dublín. La edición de este manual del papado citado arriba, además de
la blasfemia, contiene los principios más inmorales al enseñar claramente la inocuidad
del engaño, si solamente se mantiene dentro de los límites debidos. Con respecto a
esto, si se hubiera levantado un gran clamor contra él, creo que esta edición habría
sido sacada de la circulación general. Sin embargo, la autenticidad del pasaje citado
antes, está fuera de toda discusión. Yo mismo recibí en Liverpool, enviada por un
amigo, una copia de la edición que contenía estas palabras que ahora están en mi
posesión, habiéndolas visto antes en una copia que tenía el Pastor Richard Smyth de
Armagh. Sin embargo, no es en Irlanda solamente donde se exhibe tal trinidad para la
adoración de los romanistas. En una tarjeta u hoja volante, publicada por los sacerdotes
papistas de Sunderland, que ahora tengo ante mí, con el encabezamiento de “Servicio
Pascual, Iglesia de Santa María, Bishopwearmouth, 1859,” hay la siguiente 4ª
amonestación para los “queridos cristianos” a quienes va dirigida:
4. Y no olvide nunca los actos de un buen cristiano, recomendados a usted con tanta
frecuencia durante la renovación de la misión.
Alabados sean Jesús, María y José.
Jesús, María y José, os entrego mi corazón, mi vida y mi alma.
Jesús, María y José, socorredme siempre; y en mi última agonía,
Jesús, María y José, recibid mi último suspiro. Amén.
Para inducir a los seguidores de Roma a realizar este “acto de un buen
cristiano” se ofrece un incentivo. En la página 30 del Manual de Furniss, ya mencionado,
bajo el título de “Precepto de Vida,” se encuentra el siguiente pasaje: “Por la
mañana, antes de levantarse, haga la señal de la cruz, y diga, Jesús, María y José, os
entrego mi corazón y mi alma. (Cada vez que usted diga esta oración, tendrá una
indulgencia de 100 días, que usted puede darle a las almas del Purgatorio).” Debo
añadir que el título del libro de Furniss, dado arriba, es el título de la copia del Sr.
Smyth. El título de la copia que yo poseo es “Lo que todo cristiano debe saber.”
Londres: Richardson & Son, 147 Strand. Ambas copias tienen por igual las palabras
blasfemas dadas en el texto, y ambas tienen el “Imprimatur” de “Paulus Cullen.”
ce con la expresión “Imprimatur” de Paulus Cullen, el arzobispo
papal de Dublín. En el mismo sentido en que lo hace Roma, así
lo hacían los paganos babilónicos, así lo hacían los egipcios, así
lo hacen actualmente los hindúes. Todos éstos admitían una trinidad;
pero, ¿adoraban ellos al Dios, Trino y Uno, al Rey eterno,
Inmortal e Invisible? Y, con tal evidencia ante sus ojos, ¿dirá
alguien que Roma sí hace esto? ¿Habrá entonces seguridad en
ella? ¡Fuera, entonces, con el engaño mortal! Alguna vez pudo
haber un paliativo para aceptar algo de su doctrina; pero todos
los días se está revelando, cada vez más, en su verdadero carácter
el “Gran Misterio.”
138
Lo Que Usted Debe Saber
“Y en su frente un nombre escrito:
MISTERIO,
BABILONIA LA GRANDE:
MADRE DE LAS FORNICACIONES
Y DE LAS ABOMINACIONES
DE LA TIERRA”
(Apocalipsis 17 :5).
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
139
CAPITULO II
EL CARACTER DISTINTIVO
DE LOS DOS SISTEMAS
Al aportar pruebas del carácter de la Iglesia papal, el primer punto
para solicitar la atención del lector es el carácter de MISTERIO
que se atribuye tanto al sistema romano moderno como al sistema
de la Babilonia antigua. Al gigantesco sistema de corrupción
moral y de idolatría descrito en la Biblia bajo el emblema
de una mujer con un “CALIZ DE ORO EN SU MANO” (Apocalipsis
17:4), “y los que moran en la tierra se han embriagado con el
vino de su fornicación” (Apocalipsis 17:2; 18:3), se le llama en forma
divina “MISTERIO, Babilonia La Grande” (Apocalipsis 17:5).
Ese “MISTERIO de iniquidad” de Pablo, descrito en 2
Tesalonicenses 2:7, tiene su duplicado en la Iglesia de Roma, de
lo cual ningún hombre de mente pura, que haya examinado cuidadosamente
el asunto, puede dudar fácilmente. Esa fue la impresión
causada por tal motivo en la mente de Sir Matthew Hale,
buen juez de evidencia, quien solía decir que si la descripción
apostólica se inscribiera con el toque público de “somatén,” le
sería dado a cualquier guardia del reino ver, dondequiera que se
encontrase, al Obispo de Roma, como cabeza de ese “MISTERIO
de iniquidad.” Ahora, como el sistema aquí descrito se caracteriza
igualmente por el nombre de “MISTERIO,” se podría
presumir que ambos pasajes bíblicos se refieren al mismo sistema.
Pero el lenguaje aplicado a la Babilonia del Nuevo Testamento,
hace que nos volvamos naturalmente hacia la Babilonia
del mundo antiguo. Como la mujer del Apocalipsis tiene en su
mano un CALIZ con el cual intoxica a las naciones, así ocurrió
con la antigua Babilonia. De esa Babilonia, mientras ella se
encontraba en toda su gloria, el Señor, por medio del profeta
Jeremías, habló así, anunciando su ruina: “Vaso de oro fue
Babilonia en la mano del SEÑOR, que embriagaba toda la tierra;
de su vino bebieron las gentes; por tanto enloquecerán las gen140
Lo Que Usted Debe Saber
tes” (Jeremías 51:7). ¿Por qué esta similitud de lenguaje con respecto
a los dos sistemas? Seguramente porque la deducción
natural es que el uno sostiene al otro como símbolo y antisímbolo.
Ahora, como la Babilonia del Apocalipsis se caracteriza por el
nombre de “MISTERIO,” de igual modo la gran característica
distintiva del sistema de la antigua Babilonia fueron los “MISTERIOS”
caldeos, que constituyeron una parte especial de ese
sistema. Y a estos misterios alude claramente el mismo lenguaje
del profeta hebreo, aunque simbólicamente – por supuesto –
cuando se refiere a Babilonia como un “VASO de oro.” Beber
de los “brebajes misteriosos,” dice Salverté, era indispensable
de parte de todos los que buscaban la iniciación en estos Misterios.
6 Estos “misteriosos brebajes” se componían de “vino, miel,
agua y harina.”7 Por los ingredientes usados abiertamente, y por
la naturaleza de otros no divulgados, pero usados evidentemente,
8 no podía haber duda de que eran un tóxico natural; y hasta
que los aspirantes hubieran caído bajo sus efectos, hasta cuando
su entendimiento hubiera sido disminuido y sus pasiones excitadas
por la pócima ingerida, no estarían debidamente preparados
para lo que iban a oír o a ver. Si se pregunta cuál fue el objeto y
el propósito de estos ”Misterios” antiguos, se encontrará que
hay una maravillosa analogía entre ellos y ese “misterio de iniquidad,”
que se sintetiza en la Iglesia de Roma. Su objeto principal
fue el de introducir privadamente, poco a poco, bajo el
sello del secreto y la sanción de un juramento, aquello que no
hubiera sido seguro presentarlo abiertamente de buenas a primeras.
La época en que ellos fueron instituidos demuestra que
las cosas debieron ocurrir de ese modo. Los misterios caldeos
pueden ser rastreados hasta los días de Semíramis, que vivió
sólo unos pocos siglos después del diluvio, y a quien se la cono-
6 EUSÈBE SALVERTÉ, Las Ciencias Ocultas, p. 259.
7 GEBELIN, El Mundo Primitivo, vol. IV. p. 319.
8 Ver SALVERTÉ, pp. 258, 259.
9 AMIANO MARCELINO, lib. XIV, cap. 6, p. ad. 26, y lib. XXIII, cap. 6, pp. 371,
374, comparado con JUSTINO, Historia, lib. I, cap. 1, p. 615, y Crónica de EUSEBIO,
vol. I. pp. 40, 70, etc. Eusebio dice que Nino y Semíramis reinaron en tiempos de
Abraham. Ver vol. I. p. 41, y vol. II. p. 65. Con respecto a la edad de Semíramis ver
nota en la página 142.
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
141
ce por haber dejado en ellos la imagen de su propia mente depravada
y corrupta.9 Esta hermosa pero malvada reina de Babilonia,
no fue de por sí solamente un dechado de desenfrenada lujuria y
libertinaje, sino que en los Misterios en los que tenía parte principal,
era adorada como Rea,10 la gran “MADRE” de los dioses,11
con ritos tan abominables que la identificaban con Venus, la
MADRE de toda impureza, llevando a la propia ciudad donde
ella reinaba a una depravada eminencia entre las naciones, como
la gran sede, a la vez, de la idolatría y de la prostitución consagrada.
12 Así, esta reina caldea fue un digno y notable prototipo
de la “Mujer” del Apocalipsis, con el cáliz de oro en su mano, y
el nombre sobre su frente: “Misterio, Babilonia La Grande, madre
de las fornicaciones y de las abominaciones de la tierra” (Ver
la Fig. 1 página 26). El emblema apocalíptico de la ramera con
el cáliz en la mano, fue igualmente incluido entre los símbolos
de la idolatría provenientes de la antigua Babilonia, tal como
fueron representados en Grecia; porque así fue representada originalmente
la Venus griega,13 y es curioso que en nuestros días y
cuando apareció por primera vez, fuera la Iglesia de Roma la
que tomara realmente este mismo símbolo como su emblema
preferido. En 1825, con ocasión del jubileo, el Papa León XII,
acuñó una medalla que llevaba por un lado su propia imagen, y
en el otro, la Iglesia de Roma simbolizada como una “mujer”
que sostenía en su mano izquierda una cruz, y en la derecha un
CALIZ, con esta leyenda alrededor: “Sedet super universum,”
Fig. 26
ver Apendice, Nota A p. 443
10 Crónica Pascual, vol. I. p. 65.
11 HESIODO, Teogonía, v. 453, p. 36.
12 HERODOTO, Historia, lib. I. cap. 199, p. 92; QUINTO CURCIO, v. 1.
13 Para evidencia sobre este asunto, ver Apéndice, Nota A.
142 Lo Que Usted Debe Saber
”El mundo entero es su sede”14 (Fig. 26). Ahora, la época en que
vivió Semíramis, fue una época en que la fe patriarcal estaba
fresca todavía en la mente de los hombres, y cuando Sem vivía
aún,15 para despertar la mente de los fieles con el fin de que se
congregaran en torno a la bandera por la verdad y por la causa
de Dios, hizo que fuera peligroso instituir públicamente un sistema
como el que inauguró la reina babilónica. Sabemos por lo
dicho en Job, que entre las tribus patriarcales que no tenían nada
que ver con las instituciones mosaicas, sino que se apegaban a la
fe pura de los patriarcas, la idolatría en cualesquiera de sus formas,
era considerada como un crimen digno de ser sancionado
con señalado y pronto castigo sobre la cabeza de aquellos que la
practicaran. “Si he mirado al sol, dijo Job, cuando resplandecía,
o a la luna cuando iba hermosa, y mi corazón se engañó en secreto,
y mi boca besó mi mano, esto también sería maldad juzgada;
porque habría negado al Dios soberano” (Job 31:26-28).
Ahora, si éste era el caso en los días de Job, con mayor razón
debe haber sido el caso en los tiempos antiguos, cuando fueron
instituidos los Misterios. Era, por tanto, un caso de necesidad, si
la idolatría iba a ser introducida y, en especial, una idolatría tan
obscena como la que el sistema babilónico contenía en su seno,
que esto fuera hecho clandestinamente y en secreto. Aun cuando
fuera introducida por la mano del poder, podría haber producido
una reacción, y la parte incorrupta de la humanidad podría
haber hecho violentos intentos para reprimirla; y, de cualquier
14 ELLIOTT, Libro de Horas, vol. IV. p. 30.
15 Para la edad de Sem ver Génesis 11:10,11. Según esto, Sem vivió 502 años después
del diluvio, es decir, según la cronología hebrea hasta el año 1846, A.C. Según
Eusebio, la edad de Nino, el esposo de Semíramis, es sincrónica con la de Abraham,
que nació en el año 1996 A.C. Sin embargo, se dice que el nacimiento de Abraham
sólo tuvo lugar nueve años antes del fin del reinado de Nino (SINCELO p. 170. París,
1652). En consecuencia, según esto, el reinado de Nino debe haber terminado, según
la cronología usual, cerca del año 1987 A.C. Clinton, que es una autoridad en cronología,
sitúa el reinado de Nino un poco antes, hacia el año 2182 A.C. en sus Fastos
Helénicos (vol. I. p. 263). Layard (en Nínive y sus Ruinas, vol. II. p. 217) comparte
esta opinión. Se dice que Semíramis sobrevivió a su esposo cuarenta y dos años
(SINCELO, p. 96). Por tanto, cualquiera que sea el punto de vista que se tenga sobre
la edad de Nino, bien sea el de Eusebio, el de Clinton o el de Layard, es evidente que
Sem sobrevivió largo tiempo tanto a Nino como a su esposa. Por supuesto, esto se
basa en la suposición de la corrección de la cronología hebrea. Para evidencia concluyente
sobre el asunto, ver Apéndice, Nota B. página 444
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
143
modo, si ella hubiera aparecido inmediatamente con toda su
horripilancia, hubiera alarmado la conciencia de los hombres, y
frustrado el propósito en perspectiva. Ese propósito era someter
a toda la humanidad a una sumisión ciega y absoluta a una jerarquía
dependiente por completo de los soberanos de Babilonia.
Para llevar a cabo este plan, todo conocimiento sagrado y profano
llega a ser monopolizado por el sacerdocio,16 que se las entendía
con aquellos que iban a ser iniciados en los “Misterios,”
exactamente en la forma en que lo creían más conveniente, de
acuerdo con los intereses del gran sistema del despotismo espiritual,
que ellos tenían que administrar tan poderosamente como
pareciera requerirlo. Así, el pueblo, dondequiera que se propagó
el sistema babilónico, estuvo atado de pies a cabeza a los
sacerdotes. Sólo ellos eran los depositarios del conocimiento
religioso; sólo ellos tenían la verdadera tradición por la cual podían
ser interpretados los escritos y los símbolos de la religión
pública; y sin la sumisión ciega e implícita a ellos, lo que era
necesario para la salvación, no podían ser conocidos. Ahora,
compare esto con la historia antigua del papado y con su espíritu
y modus operandi en todo, ¡y verá cuán exacta es la coincidencia!
¿Fue durante un período de luz patriarcal cuando empezó el
corrupto sistema de los “Misterios” babilónicos? Fue en un período
de mayor luz todavía, cuando empezó ese sistema impío y
no bíblico que ha tenido tan exuberante desarrollo en la Iglesia
de Roma. Esto empezó en la misma época de los apóstoles,
cuando la iglesia primitiva estaba en floración, cuando los gloriosos
frutos de Pentecostés estaban por todas partes a donde se
mirara, y cuando los mártires estaban sellando con su sangre su
testimonio por la verdad. Aun entonces, cuando el Evangelio
resplandecía en forma tan fulgurante, fue cuando el Espíritu de
Dios dio este claro y preciso testimonio por medio de Pablo:
“PORQUE YA ESTA OBRANDO EL MISTERIO DE INIQUIDAD”
(2 Tesalonicenses 2:7). Este sistema de iniquidad que empezaría
después y que fue predicho en forma divina, iría a manifestarse
después en una portentosa apostasía que, en su momento, sería
“revelada” terriblemente, y continuaría hasta cuando fuera des-
16 EUSÈBE SALVERTÉ, Las Ciencias Ocultas, pássim.
144
Lo Que Usted Debe Saber
truida “con el Espíritu de su boca, y con la claridad de su venida”
(2 Tesalonicenses 2 :8). Pero en su primera penetración en la
Iglesia, lo hizo en secreto y a escondidas, con “todo ENGAÑO DE
INIQUIDAD.” Procedió “misteriosamente” valiéndose de bellas
pero falsas apariencias, apartando a los hombres de la sencillez
de la verdad como ella es en Jesús. Y lo hizo tan secretamente
por la misma razón de que la idolatría fue introducida secretamente
en los antiguos Misterios de Babilonia. No era seguro, no
era prudente hacerlo de otro modo. El celo de la verdadera Iglesia,
aunque desprovista del poder civil, se habría levantado para
poner fuera del recinto de la cristiandad al falso sistema y a sus
cómplices, si él hubiera aparecido abiertamente y, a la vez, con
toda su obscenidad; y esto habría detenido su avance. Por tanto,
fue introducida en secreto, poco a poco, una corrupción tras otra,
mientras avanzaba la apostasía, y la Iglesia apóstata llegaba a
estar preparada para tolerarla, hasta que hubiera alcanzado las
proporciones gigantescas que ahora vemos, cuando casi todos
los rasgos del sistema papal son verdaderos antípodas del sistema
de la Iglesia primitiva. De la gradual introducción de todo
esto, lo más característico de Roma ahora es que, mediante la
obra del “Misterio de iniquidad,” tenemos la más notoria evidencia,
sustentada incluso por la propia Roma, tomada de las
inscripciones de las catacumbas romanas. Estas catacumbas son
extensas excavaciones bajo tierra en las inmediaciones de Roma,
en las cuales los cristianos celebraban su culto, e igualmente
enterraban sus muertos en los tiempos de la persecución, durante
los tres primeros siglos. En algunas de las piedras sepulcrales
se pueden encontrar todavía inscripciones que contradicen abiertamente
los actuales y bien conocidos principios y prácticas de
Roma. Tómese sólo un ejemplo. En la actualidad, ¿la característica
más notable del papado no es el celibato obligatorio del
clero? Sin embargo, en esas inscripciones tenemos la más concluyente
evidencia de que, incluso en Roma, hubo una época en
que no se conocía tal sistema de celibato clerical. Testimonios
como los siguientes se encuentran en diferentes tumbas:
1. “A Basilio, el presbítero, y a Felícitas, su esposa. Esto
lo hicieron ellos mismos.”
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre 145
2. “Petronia, esposa de sacerdote, modelo de modestia. En
este lugar descansan sus huesos. Ahorraos vuestras lágrimas
esposo e hija queridos, y creed que está prohibido llorar
por alguien que vive en Dios.”17
Una oración por acá y otra por allá por los muertos: “Que Dios
refresque tu espíritu,” demuestran que también entonces había
empezado a obrar el Misterio de iniquidad; pero, como lo anterior,
demuestran igualmente que él obraba lenta y prudentemente,
y que, hasta la época a que ellas se refieren, la Iglesia romana
no había llegado al extremo de “prohibirle a sus sacerdotes que
se ‘casasen.’” Astuta y gradualmente, Roma estableció los fundamentos
de su sistema de superchería, sobre el cual iba a erigir
después tan inmensa superestructura. Desde sus comienzos, el
“Misterio” estuvo impreso sobre su sistema.
Pero esta característica de “Misterio” se le ha adherido a lo largo
de todo su recorrido. Cuando alguna vez ha tenido éxito en disminuir
la luz del Evangelio, oscureciendo la plenitud y la liberalidad
de la gracia de Dios, apartando las almas de los hombres
de los tratos directos e inmediatos con el Unico Gran Profeta y
Sumo Sacerdote de nuestra profesión de fe, al atribuirle al clero
un poder misterioso que le ha dado “dominio sobre la fe” del
pueblo – un dominio rechazado abiertamente por los hombres
apostólicos (2 Corintios 1:24), pero que, en unión con el confesionario
ha llegado a ser, por lo menos, tan absoluto y completo
como el poseído alguna vez por el sacerdote babilónico ante los
iniciados en los antiguos Misterios. El poder clerical del
sacerdocio romano culminó con la institución del confesionario,
el cual fue tomado de Babilonia. La confesión de los adeptos de
Roma es completamente diferente a la confesión prescrita en la
Palabra de Dios. El precepto de las Escrituras con relación a la
confesión es éste: “Confesaos vuestras faltas unos a otros” (Santiago
5:16), lo que implica que el sacerdote se confesaría ante el
pueblo, al igual que el pueblo se confesaría ante el sacerdote, si
cualesquiera de los dos pecase contra el otro. Esto jamás podría
17 Dr. MAITLAND, La Iglesia en las Catacumbas, pp. 191,192.
146 Lo Que Usted Debe Saber
haber servido para ningún propósito de despotismo espiritual; y
por lo tanto, Roma, al abandonar la Palabra de Dios, ha tenido
que recurrir al sistema babilónico. En aquel sistema, según fórmula
prescrita, se requería la confesión secreta al sacerdote de
todos los que fueran admitidos a los “Misterios;” y hasta tanto
que tal confesión se hubiese hecho, no podía tener lugar ninguna
iniciación completa. Así, Salverté se refiere a esta confesión
como observada en Grecia, con ritos que pueden ser claramente
rastreados como de origen babilónico.18 “Todos los griegos, desde
Delfos a las Termópilas, estaban iniciados en los Misterios del
templo de Delfos. El silencio con relación a todo lo que les
fuera ordenado para guardar el secreto, estaba asegurado tanto
por el temor a los castigos que amenazaban ante una revelación
perjura, como por la CONFESION general impuesta a los aspirantes
después de la iniciación - una confesión que hacía que
ellos tuvieran más temor de la indiscreción del sacerdote, que
darle a él la razón para temer la indiscreción de ellos.”19 Potter,
en sus “Antigüedades Griegas” también se refiere a esta confesión
aunque, por lo general, ella se haya pasado por alto. En su
relato de los Misterios eleusinos, después de describir las ceremonias
y las instrucciones preliminares antes de la admisión de
los candidatos a la iniciación ante la presencia inmediata de las
divinidades, prosigue así: “Entonces el sacerdote que los iniciaba,
llamado ‘Ierofantes’ [el Hierofante], hacía ciertas preguntas
tales como si ellos estaban ayunando, etc., a lo cual ellos respondían
de una manera determinada.”20 El etcétera que aparece aquí
puede que no sorprenda a un lector casual, pero es un etcétera
significativo que quiere decir mucho. Significa: ¿Están ustedes
libres de toda violación de la castidad? Y no solamente en el
sentido de impureza moral, sino en ese sentido artificial de la
castidad que el paganismo siempre apreciaba;21 ¿están ustedes
18 Para el origen babilónico de estos Misterios, ver las dos primeras secciones del
capítulo anterior.
19 EUSÈBE SALVERTÉ, Las Ciencias Ocultas, cap. XXVI, p. 428.
20 POTTER, vol. I, Eleusinia, p. 356.
21 Para las prohibiciones arbitrarias, a consecuencia de las cuales la culpa podía ser disminuida, ver Potter, vol. I, p. 356.
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
147
libres de la culpa de asesinato? Porque ningún culpable de matar,
así fuera accidentalmente, podía ser admitido hasta cuando
fuera purificado de la sangre, para lo que había ciertos sacerdotes
llamados köes, que “oían confesiones” en tales casos y purificaban
al culpable.22 La severidad de las preguntas en el confesionario
pagano se amplía ciertamente en ciertos poemas licenciosos
de Propercio, Tíbulo y Juvenal.23 Wilkinson, en su capítulo
sobre “Fiestas Privadas y Penitencias” dice que éstas “eran
cumplidas estrictamente” a propósito de “ciertas reglamentaciones
en épocas determinadas,”24 y tiene varias citas de escritores
clásicos que prueban claramente de dónde sacó el papado la clase
de preguntas que han impreso ese carácter de obscenidad en
su confesionario, como el exhibido en las bien conocidas páginas
de Peter Dens. El pretexto según el cual se requería la confesión
auricular, era que las solemnidades a las cuales iban a ser
admitidos los iniciados eran tan sublimes, tan celestiales, tan
santas, que ningún hombre con la culpa yacente en su conciencia,
y con el pecado no limpiado, podía ser admitido lícitamente
a ellas. Por tanto, la protección de los que iban a ser iniciados se
basaba en que era indispensable que el sacerdote oficiante probara
cabalmente sus conciencias, no fuera que entrando sin la
purificación conveniente de la culpa contraída anteriormente, la
ira de los dioses fuera provocada contra los intrusos irreverentes.
Este era el pretexto, pero conociendo la naturaleza esencialmente
pecaminosa tanto de los dioses como de su culto, no puede
dejar de verse que esto no era más que eso, un pretexto; que el
gran propósito al exigir a los candidatos a la iniciación que confesaran
sus faltas y sus pecados, era solamente para ponerlos por
completo en poder de aquellos en quienes habían depositado los
sentimientos íntimos de sus almas y sus más importantes secretos.
Exactamente del mismo modo Roma ha instituido el confesionario.
En lugar de exigir por igual a los sacerdotes y al pueblo,
como lo hacen las Escrituras, el “confesaos vuestras faltas
22 DUPUIS, De todos los Cultos, vol. IV. Part. I, p. 312. París, año III de la República.
23 Ver particularmente las Sátiras de JUVENAL , vi 535, p. 129.
24 WILKINSON, Los Egipcios, vol. V, pp. 335,336.
148 Lo Que Usted Debe Saber
unos a otros,” ella ordena a todos, bajo pena de perdición, confesar
al sacerdote25 si han transgredido, o no; en tanto que el
sacerdote no está obligado en absoluto a confesarse ante el pueblo.
En la Iglesia de Roma sin tal confesión no puede haber
admisión para los sacramentos, excediendo así al paganismo,
donde había admisión sin confesión para los beneficios de los
Misterios. Ahora, esta confesión la hace cada individuo en SECRETO
Y SOLITARIAMENTE al sacerdote que está sentado, investido
con el poder para examinar la conciencia en el nombre
de Dios y revestido con Su autoridad,26 para juzgar la vida, para
absolver o condenar, según su voluntad y deseo únicos y arbitrarios.
Este es el gran soporte sobre el cual se hace girar todo el
“Misterio de iniquidad” encarnado en el papado; y dondequiera
que se le establece, sirve admirablemente para el designio de
atar a los hombres en abyecta sujeción al sacerdocio.
De conformidad con el principio según el cual se propagó el
confesionario, la Iglesia, es decir, el clero, proclamó ser el único
depositario de la verdadera fe cristiana. Como los sacerdotes
caldeos, que creían ser los únicos depositarios de la clave – una
clave transmitida a ellos desde la más remota antigüedad – para
la comprensión de la mitología de Babilonia, así los sacerdotes
de Roma se erigen como los únicos intérpretes de las Escrituras,
pues sólo ellos poseen la verdadera tradición, transmitida en el
transcurso de las edades, sin la cual es imposible llegar a su verdadero
significado. Por tanto, exigen fe absoluta en sus dogmas,
y todos los hombres están obligados a creer lo que cree la
Iglesia, permitiéndole así a la Iglesia moldear su fe como a ella
le plazca. Como poseedora también de la autoridad suprema
sobre la fe, podía divulgar poco o mucho de ella, como juzgara
más conveniente. “EXCLUIR” de la enseñanza las grandes verdades
de la religión fue un principio tan esencial en el sistema de
25 El Obispo HAY, El Cristiano Sincero, vol. II, p. 68. En esta obra se encuentra la
siguiente pregunta y su respuesta: “P. ¿La confesión de nuestros pecados es necesaria
para conseguir la absolución? R. Ella está ordenada por Jesucristo como absolutamente
necesaria para este propósito.” Ver también El Manual del Hombre Pobre, una
obra de uso en Irlanda, pp. 109,110.
26 Luz de la Profecía, Apéndice, Nota C.
Acerca de los Misterios. . . y el Culto al Hombre
149
Babilonia, como lo es en el romanismo o tractarianismo actuales.
27 Fue esta pretensión sacerdotal de dominio sobre la fe de
los hombres la que detenía “la verdad con injusticia”28 en el mundo
antiguo, de modo que las “tinieblas cubrieron la tierra y gran
obscuridad al pueblo.” Fue esta misma pretensión en manos de
los sacerdotes romanos la que se aposentó en las Edades del
Obscurantismo, cuando durante muchos siglos sombríos, el Evangelio
fue desconocido, y la Biblia fue un libro prohibido para
millones que llevaban el nombre de Cristo. Entonces, en todos
los aspectos, vemos cómo Roma ha llevado justamente en su
frente el nombre de “Misterio, Babilonia La Grande.” No hay,
ni puede haber ninguna seguridad para las almas en “Babilonia.”
“Sal de ella, pueblo mío,” es el urgente y expreso mandato de
Dios. Los que desobedezcan este mandato, lo hacen corriendo
su propio riesgo.
27 Aun entre los iniciados había diferencia. Algunos sólo eran admitidos a los “Misterios
Menores,” los “Misterios Mayores” eran para unos pocos favoritos. –
WILKINSON, Los Antiguos Egipcios, vol. I, pp. 266,267.
28 Romanos 1:18. Los mejores exégetas traducen el pasaje como se da arriba. Se
observará que Pablo se refiere expresamente a los paganos.
Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid
de ella, pueblo mío, para que no seais
participantes de sus pecados, y que no
recibáis de sus plagas;
(Apocalipsis 18:4).
150
Lo Que Usted Debe Saber
. . . que por revelación me fue declarado
el misterio, como arriba he escrito en
breve; leyendo lo cual podéis entender cuál
sea mi inteligencia en el misterio del
Cristo; el cual misterio en los otros siglos
no se dio a conocer a los hijos de los
hombres como ahora es revelado a sus
santos apóstoles y profetas en Espíritu:
(Efecios 3:3-5).
. . . a saber, el misterio escondido desde
los siglos y edades, y que ahora ha sido
manifestado a sus santos, a los cuales quiso
Dios hacer notorias las riquezas gloriosas
de este misterio en los gentiles; que es el
Cristo en vosotros, la esperanza gloriosa,
el cual nosotros anunciamos, amonestando
a todo hombre, y enseñando en toda
sabiduría, para hacer a todo hombre perfecto
en el Cristo Jesús;
(Colosenses 1:26-28).